[IV] Era hermosa

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[Canción en multimedia:
You were beautiful, Day6]

Taehyung intentó moverse en la cama, resultando ser una misión imposible al encontrarse unas piernas enredadas con las suyas, un brazo envolviéndole cariñosamente y una respiración cálida sobre su desnudo pecho. Abrió los ojos, pestañeando varias veces para luego bajar la mirada, intentando encontrar al responsable de que estuviese inmovilizado. Sonrió un segundo más tarde al visualizar esa maraña de cabello castaño.

Llevó una mano hasta la cabeza de él, acariciándolo, enredando sus dedos en su cabello mientras tarareaba con dulzura. Y cuando Jungkook despertó, no demoró en alzar su rostro hacia él, mostrando su expresión adormilada mientras su ceño estaba levemente fruncido, una sonrisa un tanto boba extendiéndose en sus labios luego al encontrarse con los ojos del mayor.

―Buenos días ―Saludó con voz ronca, terminando por abrir los ojos completamente y envolviendo el torso del mayor con más ímpetu.

―Buenos días ―Respondió, sintiendo que ver a Jungkook recién despertado era de las imágenes más bellas que vería en la vida. ―¿Cómo te sientes?

El menor se distanció finalmente, intentando reincorporarse en la cama y fallando en su intento. Taehyung observó con diversión como luego de soltar un gemido de dolor el chico hundía su cara en la almohada, intentando apaciguar sus quejas.

―Oh, duele como la mierda ―Admitió sin la más mínima delicadeza y el rubio se retorció a su lado debido a la risa.

Jungkook suspiró, girándose a verle, encontrándose con su sonriente rostro; correspondió mientras extendía su mano hacia él para acariciar su rostro. Taehyung borró la sonrisa de sus labios, sintiendo que su alma abandonaba su cuerpo ante ese dulce gesto. Porque, Dios, Jungkook estaba a su lado. Jungkook estaba a su lado mirándole con adoración en los ojos y Taehyung quiso llorar porque jamás en su vida alguien lo había mirado con tanto amor.

¿Qué cosa tan buena había hecho en su vida pasada para que un chico como Jungkook se fijara en él?

―Te amo ―Soltó de repente el menor, provocando que su corazón se sacudiera, sintiendo como el aire se atoraba en sus pulmones. ―Te amo tanto tanto tanto, Tae

―También te amo, Kookie ―Susurró, casi de manera inaudible. El menor sonrió, acercándose a él, besando suavemente sus labios una y otra vez.

―Te amo ―Volvió a decir, como si no fuese suficiente con decirlo una vez, como si tuviese la necesidad de repetirlo cada vez que le fuese posible.

Y Taehyung también le dijo que lo amaba, una y mil veces, mientras se abrazaban y volvían a besarse como si no hubiese mañana, como si en aquel mundo sólo existiesen ellos dos.

***

Extiende su mano, palpando las sábanas vacías. Sus ojos se abren y está seguro de que se pondrá a llorar una vez más, porque está completamente solo en su habitación, así como ha sido durante esos últimos 3 meses. Una foto de ambos juntos descansa sobre su velador y las lágrimas inundan sus ojos mientras toma el marco con las manos temblorosas.

Era hermosa la manera en que Jungkook sonreía a su lado. Era hermosa la manera en que sus manos paseaban ansiosamente por su cuerpo, queriendo deshacerse de las molestas ropas. Era hermosa la manera en que su cuerpo reaccionaba ante el más mínimo roce, sus labios recibían ansiosos los suyos, su boca exploraba cada centímetro de su piel y sus suspiros y gemidos llenaban las cuatro paredes.

También era hermosa la manera en que sus labios se movían cada vez que le decía me gustas, me encantas, te amo, te extrañé, quédate, por favor, Taehyung.

Era hermosa, su relación era hermosa.

Pero incluso las cosas más hermosas tenían su final y para Taehyung era difícil aceptar que ese era el suyo. Porque el rubio aún lo amaba y habría hecho lo que fuese con tal de que los sentimientos de su primer amor no cambiaran.

Y se odiaba a sí mismo, un poco, por no notarlo antes, por no ser capaz de ver que las cosas no estaban marchando tan bien como creía. Y se recriminaba otro tanto, eso también, porque incluso por un momento después del quiebre, dudó del amor que el menor le había profesado cuando ambos eran felices. Porque sí, el amor de Jungkook ya no estaba con él, pero era tonto pensar que sus sentimientos jamás habían sido recíprocos.

Jungkook lo había amado intensamente, definitivamente. Jungkook le había enviado un mensaje al comenzar cada día y otro mensaje cuando la noche caía, incondicionalmente, siempre expresándole su desmedido amor. Jungkook le había dado confort y soporte cuando estaba muriendo de nervios debido a los exámenes de ingreso para la universidad y también le había preparado una fiesta sorpresa cuando anunciaron que había pasado. Jungkook había esperado con un paraguas fuera de su facultad un día tormentoso de lluvia aun cuando él se había atrasado haciendo un trabajo con sus compañeros ya que no esperaba que el menor fuese por él. Jungkook lo había envuelto con su bufanda cariñosamente tras la primera nevada, sonriendo incluso si estaba temblando de frío, porque le había interesado más el bienestar de Taehyung que el propio.

Jungkook había murmurado infinitas veces un gracias: por estar aquí, por confiar en mí, por amarme más que a nadie.

Sí, Jungkook lo había amado. Había sido hermosa la manera en que Jungkook lo había amado.

Sin embargo, ese hermoso amor, esos hermosos momentos, se habían esfumado. Y Taehyung tenía que aceptar que el tiempo seguía avanzando y él no podía continuar atorado. Por lo que aquella noche, entre lágrimas, puso bocabajo la fotografía de los tiempos donde ambos eran felices junto al otro.

Y se prometió a sí mismo que tenía que avanzar.


¿Sabes que ya todo acabó? [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora