[Canción en multimedia:
First time, Day6]Jungkook vio a la mesera irse y suspiró, frotando sus manos contra la tela de su pantalón al sentir que estas sudaban debido a la ansiedad. Luego de que Taehyung le hubiese visto junto a Yoongi unas semanas atrás, esperaba que el mayor jamás le volviera a dirigir la palabra. No obstante, un nuevo mensaje había llegado de su parte y él se sintió incapaz de rechazarlo cuando éste le pidió reunirse, porque, a pesar de todo, Jungkook quería a Taehyung; el muchacho había sido su primer amor y a veces temía tenerlo impregnado para siempre en cada milímetro de su piel, en el rincón más marginado de su ahora marchito corazón.
¿Por qué el mayor quería hablar con él luego de que se comportara como la persona más maldita del mundo? Le había pedido un tiempo, descaradamente, sabiendo que lo que buscaba era terminar. Jungkook había sido demasiado cobarde para expresar su sentir en ese entonces y sabía que había llegado el momento de enfrentarlo.
Una cabellera roja llamó su atención al momento de entrar al café. Escrutando al chico alto con la mirada, contuvo el aliento ante la imagen frente a él. Porque Taehyung era hermoso, más que cualquiera, de aquello no había duda. Sin embargo, aunque fuese el chico más precioso del planeta y poseyera el corazón más dulce del universo, Jungkook sufría porque su corazón ya no latía de la misma forma cerca de él.
―Hola, Jungkook ―Murmuró el mayor, sentándose frente a él, haciéndole sentir tenso. ―Disculpa la demora
―No te preocupes. He pedido por los dos, espero no te moleste ―Taehyung iba a agregar algo, pero justo en ese momento llegó la mesera junto al pedido y él tuvo que contener las ganas de llorar cuando un batido de fresa fue colocado frente a él.
¿Por qué Jungkook tenía que recordar sus gustos? Claro, sólo habían pasado meses, no había manera de que él los olvidara. Aun así, tenía la leve esperanza de que el menor lo tratase como si fuese un desconocido para que aquello no resultara tan difícil.
Bebieron sus batidos en silencio, uno demasiado incómodo. Aunque Taehyung había sido el que solicitó aquella reunión y había pensado cientos de veces las palabras que le diría al contrario, en ese preciso momento se sentía incapaz de abrir la boca para hablar.
Jungkook estaba ahí, frente a él. Sus ojos perdidos en el batido mientras sus dientes mordían nerviosamente su labio inferior, porque probablemente estaba debatiéndose sobre qué decir. El menor estaba ahí después de mucho tiempo y Taehyung tuvo que contener el aliento ante su sola presencia. Porque Jungkook seguía siendo único ante sus ojos y sus manos cosquilleaban ante el deseo de tocarlo, de acabar con aquella distancia que los dividía.
¿Por qué los latidos de su corazón estaban dominando contra su verdadero pensar? Taehyung sabía que aquel día no había pedido una cita para actuar como viejos amigos o algo similar. No. El mayor tenía que librarse de todo eso incluso si el dolor en su pecho crecía con el paso de los segundos.
―Tae, yo... ―Comenzó repentinamente el menor, haciéndole temblar por referirse a él de esa manera tan cercana. ―Lo siento, lo siento tanto ―No te disculpes, quiso gritarle en la cara mientras le miraba con tristeza, se sentía impotente cuando él sólo se disculpaba. ―Todas esas veces que dije que te amaba, todas las promesas que hice pensando en nosotros, ¿sabes que iban en serio, cierto? ―La voz de él estaba rota y Taehyung apartó la mirada, queriendo recriminarle, pero sabiendo que no había caso en ello. ―Lo nuestro...
―Lo nuestro era hermoso ―Interrumpió finalmente. ―Estábamos enamorados, Jungkook, y las personas que se aman se hacen promesas sin pensar que algún día se convertirán en una mentira ―Alzó la mirada hacia él, sintiendo que era golpeado al notar que los ojos del castaño estaban cubiertos en lágrimas. ―No tienes que... disculparte por no cumplirlo
―Taehyung-
―Hoy he venido a decirte que realmente te amaba ―Presionó sus labios. ―Aún te amo, de hecho ―Se corrigió con pena. ―Y debido a que me pediste un tiempo, supuse que nosotros aún teníamos esperanza. Pero nosotros no tenemos esperanza, ¿cierto? ―Lo miró directamente. ―¿Cierto? ―Insistió.
―Lo siento... ―Susurró, pisoteando el corazón del mayor incluso si esa jamás había sido su intención.
Taehyung pasó una mano por su cabello, suspirando, sabiendo que esa sería la respuesta. Apartando el vaso, volvió a fijar su mirada una vez más en el chico que había sido su razón de ser por demasiado tiempo.
―Esto... será difícil para mí ―Admitió, resistiendo los deseos de llorar. ―No obstante, sentía que no podría continuar si no hablaba adecuadamente contigo, Jungkook
―Tae...
―Siento no haber notado que lo nuestro iba mal
―No es tu culpa, Taehyung, tu no...
―Jungkook ―Lo interrumpió, mostrando una pequeña sonrisa. ―Gracias por hacerme feliz ―Los labios del menor temblaron, sin encontrar cómo responder. ―Gracias, gracias, infinitas gracias por hacerme sentir amado, por estar siempre para mí ―El contrario sólo lo miró. ―Espero que seas feliz ―Se levantó. ―Adiós, Jungkookie
Y se retiró, sin decir más, sin voltear a verlo ni una sola vez, porque Taehyung sabía que lo primero que debía hacer para superar su amor, para comenzar de nuevo, era decir adiós. Después de todo ese tiempo, por fin había juntado valor para ser capaz de decírselo; para despedirse de su amor.
―¡Tienes que ser feliz también! ―Escuchó repentinamente un grito tras de él, congelándolo. ―¡Tú, más que cualquier persona en este maldito mundo, tienes que ser feliz, Taehyung! ¿¡Me has escuchado!?
Y aunque Taehyung se había prometido no voltear, sí lo hizo. Porque el menor estaba a metros de él, gritándole en medio de un desgarrador llanto e ignorando por completo que un montón de personas los estaban viendo. Y el mayor asintió, también llorando, llevando una mano a su boca para suprimir un sollozo cuando a través de todas esas lágrimas aquel joven le sonrió.
Porque no importaba cuan rotos estaban ambos, Taehyung en ese momento notó que Jungkook seguía siendo un sol, al igual que en ese entonces donde su amor floreció. Y recibiendo los cálidos rayos de su sol por una última vez, se sintió abrumado cuando al alejarse el calor en su corazón perduró.
Taehyung había amado intensamente, sí. Y a pesar de todo lo malo, seguía sin arrepentirse de haberle entregado su todo al hermoso chico que incluso a kilómetros de distancia seguiría entregando luz para él.
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¿Sabes que ya todo acabó? [Taekook]
FanficTaehyung y Jungkook se habían enamorado. Y aunque ambos eran capaces de prometerse el cielo y las estrellas el uno al otro, la realidad era que promesas como el "siempre" no existían. Por lo que, aun cuando sus sentimientos eran sinceros, no había n...