[Canción en multimedia: Congratulations, Day6]
Vamos a darnos un tiempo.
Taehyung toma su celular ansiosamente entre sus manos, tal como ha hecho esos últimos meses. Los latidos de su corazón son rápidos y nerviosos, porque es incapaz de controlar la manera en que se siente cada vez que ve la pantalla sin ninguna notificación de su parte. ¿Cuánto tiempo había pasado? Tres meses, cierto. ¿Y tres meses no eran el tiempo suficiente para él? Cuando Jungkook se había sentado frente a él hace tres meses diciéndole que necesitaba un tiempo para pensar, Taehyung ni siquiera había podido esconder las lágrimas. Porque no entendía, no comprendía que estaba mal; hasta ese momento jamás se imaginó que algo en su relación no estaba funcionando. Pero el menor le había mirado con ojos sinceros, murmurando "sólo un tiempo", y él había aceptado porque un tiempo era mucho menos duro que una ruptura definitiva.
Voy a esperar un tiempo, había pensado él, y luego volveremos a tomar nuestras manos y todo estará bien de nuevo.
Pero no fue así.
Las primeras semanas fueron lentas y él tuvo que contenerse para no buscar a Jungkook como un desquiciado. Lamentablemente, las semanas se transformaron en un mes y Taehyung se vio en la obligación de contactar al menor. Llamadas sin contestar, mensajes que ni siquiera recibían un visto y más, fue todo lo que obtuvo a cambio. Quizás tengo que esperar más. Quizás. Pero su corazón se rompía cada vez que un nuevo día finalizaba y no recibía ni la más mínima señal de él. Lo buscó, aterrado de que algo malo le hubiese pasado, pero el chico parecía estar evitándolo a toda costa.
Y ahí estaba ahora, sentando en la banca del parque que solían frecuentar cuando eran una pareja feliz, mirando insistentemente la pantalla de un teléfono que jamás marcaba su nombre. Porque Jungkook no lo contactaría, ya no. Y su corazón no podía aceptar esa cruda realidad.
Las voces de las personas vienen de todas las direcciones. Niños juegan en la lejanía mientras familiares cuidan de ellos y comparten. Hay parejas por aquí y por allá. Hay personas paseando a sus mascotas, unos pocos trotando. Y él está ahí, completamente solo, sin nadie que fuese capaz de ver la frágil pieza en la que se había convertido. Taehyung estaba seguro de que, si alguien en ese momento lo hubiese tocado, habría terminado por romperse.
Y se rompió.
Porque entre todas esas voces lejanas distribuidas azarosamente en el parque, hubo una que destacó en las cercanías. La risa del que era el chico que más amaba en el mundo lo trajo de regreso a la Tierra y con ansiedad alzó la mirada en búsqueda de él, creyendo que era un sueño el oírlo luego de tanto tiempo.
La imagen que se encontró no era una que podría olvidar con facilidad.
Un chico de tez clara y más bajito caminaba a un paso de él, mirándole con cierta impaciencia mientras él reía. El desconocido tomó su mano y jaló de él, escrutándolo con la mirada mientras lo llevaba hasta una banca para sentarse juntos. Jungkook sostenía un helado mientras lo miraba juguetonamente y el muchacho sólo lo miraba con el ceño ligeramente fruncido, al parecer sin entender qué era lo que le hacía tanta gracia. El menor finalmente terminó por acercar el helado a él, pasándolo por su nariz, provocando que el joven se quejara. Y Taehyung sintió como el aire escapaba de sus pulmones cuando Jungkook besó su nariz cariñosamente para retirar los restos de helado, recibiendo una sutil sonrisa de parte del desconocido.
Su corazón terminó por romperse cuando aquel chico de cabello menta tomó su barbilla y plantó un beso en sus labios. Sus sus ojos escocieron cuando el menor cerró los ojos de inmediato y sonrió entremedio del beso, correspondiéndole amorosamente luego.
Vamos a darnos un tiempo, fueron las palabras que dijo Jungkook esa tarde hace tres meses. Palabras disfrazadas para un estoy terminando contigo.
Los jóvenes se separaron. Jungkook volvió a mirar hacia el frente para disfrutar de su helado y, cuando alzó su mirada, su sonrisa se desvaneció al encontrarse con la mirada fija de Taehyung. Porque sí, después de tanto tiempo, volvían a mirarse de frente, pero el menor sostenía la mano de alguien más mientras la luz en los ojos del mayor se había extinguido.
Taehyung sonrió, una pequeña y sombría sonrisa que hizo al corazón de Jungkook estrujarse; el castaño estaba seguro de que jamás en su vida había visto una sonrisa tan triste como la del rubio. Una sonrisa que preguntaba "¿estás bien?", una sonrisa que no recriminaba incluso si su mirada parecía gritar un "me estás lastimando".
El desconocido rodeó con su brazo los hombros de Jungkook, atrayéndolo hacia él, besando su sien mientras parecía murmurar algo. Y el menor sonrió de nuevo, girándose a verle, abandonando los rastros de incomodidad mientras Taehyung sentía que definitivamente ese era el final.
El chico que hace meses solía mirarlo como si fuese la más valiosa pieza de arte, ahora miraba con admiración y cariño a otro. El chico que le había dicho miles de veces que lo amaba, estaba sonriendo junto a alguien más aún siento consciente de que él estaba ahí, devastado, observando todo.
Así que Taehyung guardó su teléfono en su bolsillo, levantándose, atrayendo la atención de Jungkook una vez más. Pero no se giró a verle, no esta vez, sino que simplemente se retiró, escondiendo sus sentimientos. Ya le había dado demasiado tiempo. Tiempo que ni siquiera había funcionado, pues el menor no lo había usado para pensar en las que cosas que posiblemente iban mal entre ellos, sino que simplemente se había ido con alguien más.
Esa tarde Taehyung se encerró en su cuarto mientras lloraba, preguntándose cómo mantuvo la esperanza de que la situación cambiara. Preguntándose por qué había esperado tanto cuando había visto las fotos del menor sonriendo durante ese último tiempo mientras él se sentía roto. Y esa noche su teléfono voló lejos cuando después de meses, recibió una respuesta de él, la cual constaba de dos miserables mensajes que decían "he conocido a alguien más" y "lo siento".
Y Jungkook también lloró, mucho, porque había aplastado mezquinamente el corazón de la persona que por mucho tiempo le había hecho feliz, sintiéndose patético, el cobarde más grande del mundo, sólo por no haber dicho hace tres meses que lo suyo no podía continuar; que el amor devoto que le había jurado un día, se había apagado como el fuego y, dolorosamente, había sido incapaz de volver a encenderlo.
Vamos a darnos un tiempo, fueron las palabras que se arrepintió de decir. Porque Taehyung le había amado profundamente y había albergado la esperanza de algo inexistente, de algo que ya no tenía solución.
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¿Sabes que ya todo acabó? [Taekook]
FanfictionTaehyung y Jungkook se habían enamorado. Y aunque ambos eran capaces de prometerse el cielo y las estrellas el uno al otro, la realidad era que promesas como el "siempre" no existían. Por lo que, aun cuando sus sentimientos eran sinceros, no había n...