Amor adolescente.

Capítulo 17

Amor Adolescente.-Capítulo 17.

Con alguna valentía que pensó no poseía dentro de si, tocó el timbre de la puerta de Cloe. Se preguntaba ¿Cómo jamás en la vida le había tenido envidia a Cloe? Se lo preguntaba, pues la vida de ella era por demás perfecta. Sus padres tenían mucho dinero y eran seres muy liberales, tenía un hermano maravilloso, una casa con piscina, ella era hermosa y popular; traía a todos los chicos del colegio detrás de ella, en resumen la vida de la castaña era perfecta. Quizá y Alisson jamás le había tenido envidia porque a pesar de todo, Cloe era lo más parecido que tenía a una hermana, y no solo eso, Cloe era el mejor apoyo que tenía.

La persona que siempre estaría a su lado sin fallarle, por más que Alisson le ocultaba cosas, por más que Alisson prefería guardarse las cosas para ella misma y siempre le hacía sentir a Cloe que no confiaba en ella, sabia que su amiga nunca le fallaría.

Después de esperar un poco detrás de la entrada principal, le abrió la mamá de Cloe, una señora bastante joven para tener hijos adolescentes, con una sonrisa y sin siquiera preguntarle nada la dejo pasar como si se tratará de su propia casa. Como si Alisson fuera una más de sus hijos, y a decir verdad esa casa era el único lugar en donde ella de verdad se sentía bien, se sentía como si fuera su hogar. Como si tuviera dos padres que se preocuparan por ella y dos hermanos con los cuales podría contar siempre.

Con un suspiro bastante nostálgico se debatió entre esperar en la sala de la casa o subir directamente al cuarto de Cloe, finalmente decidió subir las escaleras para llegar al cuarto de su amiga. Subió con lentitud cada escalón, la verdad era que ella no quería ver a Cloe, no del todo. Habían sido tantas las cosas que le había ocultado que no sabría como empezar, ¿Y si le ocultaba una vez más la verdad? No, definitivamente no podía hacer eso, no podía seguir ocultándole información a una persona que seguramente la haría sentir mejor con una simple palabra de su parte. Alisson tocó la puerta de la habitación y espero unos segundos antes que una chica con melena castaña le abriera con una mueca de mal humor.

—¿Se puede saber lo que quieres? —inquirió molesta Cloe aunque se sorprendió bastante al encontrar a Alisson tras la puerta de su habitación. —Lo siento. —se disculpó inmediatamente. —Pensé que eras otra persona, pasa —atinó a decir finalmente aun extrañada por tener la presencia de su amiga a esas horas tempranas del día.

Mientras tanto Alisson no dijo nada, se dirigió hacia adentro de la habitación con una mueca de dolor, y se recostó sobre la gran cama de Cloe. Suspiró sobándose la cien esperando algún sonido proveniente de la boca de Cloe, pero nada salió de su boca.

—¿Y bien? —inquirió Alisson alzando las cejas y Cloe la miró sin entender a que se refería. —¿No tienes absolutamente nada que preguntarme? —Cloe también suspiró y se sentó en la esquina de la cama mirando nerviosamente sus manos.

—No estoy segura de hacerlo Alisson, tu misma me has demostrado que aunque decimos ser las mejores amigas aún no confías lo suficientemente en mi, a pesar de todos estos años de amistad aún no puedes confiar en mi. —Cloe se tragó las lágrimas que amenazaban con salir, se sentía tan desdichada, no solo tenía que lidiar con un amor no correspondido sino que su mejor amiga sufriera y no confiara en ella como para contárselo.