Su Mente Retorcida -COMPLETA ♥

H.A 24

Querido y patético diario; Después de la muerte de Dylan seguí con mis estudios lo más "normal" (a mi manera) que pude. Tuve sesiones con el psicólogo del Instituto y supongo que aparte de ti es el único que sabe de la existencia de Dylan y mi depresión.

Hubieron las primeras tres semanas pos suicidio de Dylan que se volvieron un calvario para mí, sólo pensaba en suicidarme y caer en una muy, muy profunda depresión, pero no lo hice, o eso quiero creer, quiero creer que no me deprimí.

Ahora estoy mejorando, han pasado dos meses o sea, más o menos ocho putas semanas desde aquellas tres semanas de tristeza, y este tiempo me dediqué a ser yo misma, tan distante, ruda y fría posible. Jure no volver a sentir nada, callarme ante cualquier idiota que quiera ver algo lindo en mí y sólo apartarlo de la manera más agresiva posible.

Y algo pasó...

Cuando me encontraba sentada bajo un árbol del Instituto una sombra se paró frente a mí mientras dibujaba unos lindos ojos azul marino como los de Dylan en mi cuaderno, eleve la vista y lo vi.

Castaño oscuro, ojos cafés, mirada dulce y sonrisa simpática, de tes morena y me recordó por extraño que sea al chico que actuaba en la película de 3MSC, lo siento, no recuerdo su nombre real en este momento pero en la película se llamaba H, creo, bueno, ese moreno me recordó a él.

Sólo me dijo:

"Hola, te olvidaste esto en el aula"

Y cuando lo mire era un simple bolígrafo rojo que podía ser de cualquiera menos mío (porque no tengo bolígrafo rojo).

"No es mío" le dije y por supuesto de mala manera, pero él solo sonrió y se sentó a mi lado dejando el bolígrafo sobre mi cuaderno.

"Bueno, lo intente" dijo y soltó una carcajada muy, pero muy pegadiza que casi hace que me ría si no fuera porque estaba muy molesta con él ya que vino a irrumpir en mi momento de calma.

No le hablé más y a él no parecía molestarle, es más, se quedó ahí junto a mí apoyado contra el tronco del árbol, con los brazos detrás de la cabeza y observando a las personas. Una rabia extraña se extendió por mí al sentirme acosada en mi espacio personal, sólo quería que se vaya pero no tenía el valor como para gritarle y echarlo, así que sólo deje que se quedará, y al cabo del tiempo...