El egoísmo es parte de las emociones

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«Haikyuu no me pertenece, sólo juego un poco con los personajes de Furudate Haruichi».

«Se publicará de manera mensual. Cada día 30 del mes».



El egoísmo es parte de las emociones



Cuando volvió a despertar Tadashi Yamaguchi estaba a su lado con su atención a una tableta electrónica.

—¿Cómo te sientes?

—Yo soy un robot, no puedo sentir.

—Disculpa. ¿Cómo se encuentra tu estado?

—Es bastante favorable para haberme encendido hace poco.

No comprendió el gesto humano. Detrás de Yamaguchi estaba alguien y esa persona con sólo su presencia provocaba alguna extraña reacción en su sistema. Alrededor de esa persona todo se transformaba, el taller de Tadashi Yamaguchi desaparecía por otro lugar y de alguna manera lo reconocía...

Deja de mirarme tanto —dijo Kageyama haciendo algo curioso con sus labios.

Pfff —Escuchó su propia voz, observó cómo su mano se posaba en sus labios—. No te creas "tanto", Kageyama, en realidad nadie quiere verte a la cara.

Tan pronto dijo eso la expresión en el rostro de Kageyama se volvió otra, Hinata comenzó a correr fuera del alcance del contrario. Podía escuchar su voz riendo, en diferentes niveles junto a los gruñidos ajenos, sobre todo escuchaba su voz tan similar a la de un humano.

En esa ocasión el recuerdo no desapareció como muchas de las veces anteriores. Nadie le destruyó el momento y lo obligó a olvidar, sólo se desvaneció de manera lenta, parecido a vapor.

Sintió una descarga recorrerle la columna.

Yamaguchi si hubiera prestado atención hubiera visto el gesto lleno de terror y melancolía que surco por el rostro de Hinata antes de volver a ser uno neutro en cuanto volteó a verlo.

—¿Aún no he sido reparado?

—Ya he terminado de hacerlo, Hinata. ¿Por qué lo dices? —Yamaguchi estaba poco desilusionado, en realidad esperaba algo diferente y tal vez se había apresurado demasiado en conjeturas sin ningún fundamento, su juicio ya no era el mismo desde hace tiempo. Tal vez Hinata sólo tenía una falla por culpa de un chip de comandos agregado sin ser necesario. Pero, ¿por qué obstruir el funcionamiento del disco duro de esa manera?

Hinata se quedó en silencio, no sabía qué responder. Al final opto por decir—: ¿Se agregó nueva información a mi disco duro?

—No. No habría razón para hacerlo, sólo se me ordenó reparar tu problema de reinicios de sistema.

Algo estaba muy mal con él, no sabía qué, pero sin duda era malo.

—Hinata, ¿qué pasa? —preguntó y tomó el rostro del pelirrojo entre sus manos, su perfil estaba dibujo el pánico. Su mirada rogaba por ayuda, sus labios temblando. Totalmente perdido.

—Yo... yo... —Las órdenes preestablecidas luchaban por tener el control—. Aún está presente la falla, se sugiere de nuevo un...

—No hay nada anormal, todo se encuentra en perfectas condiciones.

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