LAUREN.
—Buenas tardes —puta, ¿por qué siempre me retan a mí?
—Tshoa, profe, si llegué temprano —le da el meo color.
—Son las 8:10.
—Temprano po, ts —ah, pichula.
Me fui a sentar no más porque en verdad no tenía ganas de pelear con el profe.
—Wena, negrita —le di un beso en la mejilla a la Normani y a la Ally—. Wena, Allyson.
—Y más encima llega a conversar —dijo el profe.
¡Waaa!, giles culiáos. No hago ni una weá más en su clase ؙ—lo pensé, pero no lo dije.
Ya que estaba enojada me puse los audífonos para escuchar a la Lana y me recosté sobre la mesa.
Desperté de un wate. Puta, Dinah culiá siempre me pega.
—¿Y vo llegaste recién? —miré la hora en mi teléfono y eran las 9:00.
—Sí —me respondió la gigantona. Ah, claro. A ella el profesor no le dice nada—. Oe, Lauren, adivina qué.
—¿Qué? —pregunté aún enojada porque a mí me retaron y a ella no.
—Venía entrando al colegio y adivina a quién vi saliendo pal baño.
—¿A quién po, culiá? Tírala luego.
—A la Cony. Iba saliendo de una sala hacia el baño.
—¿Me estái weando? —puta la weá, pensé que este año estaría en paz—. Puta, como no vino ayer pensé qué se había cambiado de colegio.
—Esperemos que no esté igual de pitiá que antes —dijo la negra.
La Cony era mi ex, pero duramos dos meses no más. Después de que terminamos se puso algo celópata, tipo, le decía a las minas que yo era de ella y me hacía los medios show de celos y yo como "¿qué chucha? Anda a ".
—Ya no quiero salir a recreo.
***
Cuando por fin tocaron el timbre, escuché a alguien llamarme.
—Oe, Lauren —el Cristián me gritó desde atrás.
—¿Qué pasa?
—¿Vamo' a comprar? Así cachamos a todas las minas ricas que llegaron.
Mhh, tentador.
—Ya po, vamo. Cabras, ¿van?
—Yo sí —dijo la Normani.
—Yo no. Voy a quedarme con la Dinah y la niña nueva —la Allysus se fue la donde la gigantona y la niña linda.
Bajamos al primer piso con los cabros mientras ellos iban escuchando a Anuel con su parlante como los buenos flaites que son.
—Y pon música —canté con mi mejor voz de Anuel.
Compramos unos coyacs y nos paramos al lado del quiosco a mirar a las wachas mientras la Normani le echaba el ojo a los cabros.
—Oe, ¿quién es esa? —el Ariel apuntó con el dedo a una niña que estaba comprando
Estaba guapa la verdad. Tenía su buena figura y era rubia natural.
—Igual me la engancho —dijo el cabro.
—Muy tarde, compa —tiré el coyac a la chucha porque siempre dramática—. La pensaste mucho.
Y sin miedo me acerqué porque nunca hay que perder las oportunidades.
—Oye, ¿tení 100? Es que quiero un coyac y no ando con plata —le puse mis ojos de perrito. Porque mis verdes enamoran.
Blanquita, ojos claritos, nací casi perfecta.
—Sí, obvio. ¿Te lo compro? —me preguntó.
—Ya po, uno rosado porfa —me alejé un par de metros porque estaban todos hacinados como presos los malditos simios.
—Toma.
—Oh, que linda. Gracias —le di mi mejor sonrisa—. Oye y, ¿en qué curso estás?
—En tercero, en el B —me respondió.
Ahí estuve su par de minutos haciéndole sus preguntas locas hasta llegar al momento de la verdad.
—Oye y, ¿estái pololeando?
—No, estoy soltera, ¿y tú?
—Yo igual, terminé el año pasado con una cabra de cuarto porque está media loca —me reí pensando en la Cony.
—Ah, ¿te gustan las minas? —hasta sueño con vaginas voladoras, mijita.
—Sí po, ¿y a ti? —no, si la directa me dicen.
—Eh... No sé —se rió nerviosa.
Esooo, vivan las hetero-curiosas.
—Ah, entonces igual tengo oportunidad —con el tiempo aprendí que cuando eres directa las dejas sin tiempo de preparación y ahí caen.
Síganme para más truquitos.
Ella se rió y se escondió la cara con el pelo. Está lista. Pero para mi mala suerte tocaron el timbre.
—¿Te voy a dejar a tu sala?
—Ya po —me respondió la rusia.
Y la acompañé por los pasillos hasta su sala.
—Ya, nos vemos después. Gracias por el Coyac, Javi.
—De nada.
Justo vi a los cabros doblando en la esquina para subir a la sala, así que corrí para alcanzarlos.
—Weeena, hijos.
—Llegaste, pelaíta —tshoa, ¿qué se cree el Nico?
—¿Qué pelá? Raspá —dijo el Ariel.
—Colorín picao, por puro que la hice antes que tú —se le notaba a mil metros lo celoso.
****
Ni el miércoles ni el jueves la Camila fue a clases, después la Dinah me contó que estaba resfriada y con licencia. Todos esos días, yo seguí hablando con la rusia del tercero igual.
A penas llegué a la casa el jueves en la tarde se me ocurrió una idea. Así que creé el grupo de WhatsApp al toque.
Creaste el grupo Malditos 😈
Agregaste a Allysus
Agregaste a Dinah Janet
Agregaste a Negrithebest
Agregaste a Ariel el Sireno
Agregaste a Cristian
Agregaste a Diegogo
Agregaste a Nicolaiss
Agregaste a ChinoAllysus: qué es esto?
Tú: pa que hagamos algo el viernes a la salida po. Como iniciación del año jeje
Negrithebest: oye sí po, salimos a la 1
Diegogo: ya y compramos copete y marijuana
Dinah Janet: Yah poh terribleh motivah
Chino: Y ponemos 4 lukas cada uno
Nicolaiss: Callate Claudio qlao
Diegogo: Oye pero invitemos más gente po, los cabros de los otros cursos
Tú: Ally, avisale a tu pololo po y Dinah, engancha el número de la Camila pa agregarla
Dinah: Contacto.
Agregaste a Camila
Ally: ya, yo le aviso
Tú: a los demás les decimos mañana en el colegio
Camila: qué es esto?
Dinah Janet: mñn vamo hacer algo con lo kbro, lleva luka
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Puta La Hueona Hueona Hueón (Camren Chilensis)
FanfictionUn Camren edición Chilensis en el que la Lauren es bastante hueona. HISTORIA COMPLETA. Se está reescribiendo para que puedan disfrutar de una mejor y más fácil lectura.