Puta La Hueona Hueona Hueón (Camren Chilensis)

Me La Comí

Al final éramos los 10 del curso e invitamos al Troy, el pololo de la Allysus, que va en 4to A, y yo invité a la Javi y la Dinah invitó a su pololo, un flaite del 3ro B (El Sergio), que era también compañero de la Javi.

A penas tocaron el timbre del final del día, salimos hacia una plaza que estaba cerca del colegio donde siempre tomábamos después de clases. Entre todos hicimos una vaquita y después el Diego con el Colorín, el Cristián y el Sergio fueron a comprar marihuana. La Allyson, la Dinah y el Nico fueron a comprar la promo de dos vinos santa helena y una kem de 3 litros porque ellos se ven más grandes que los demás. La Normani con la Camila, el chino y el Troy fueron a comprar weás pal bajón y yo con la Javi nos quedamos cuidando las cosas en la plaza. Muy conveniente para mí si me preguntan.

Estuvimos ahí sentadas en el pasto hablando y después yo me acosté con mi cabeza apoyada en sus piernas. Igual no pasó nada porque al rato llegaron todos los cabros.

Todos nos servimos copete, menos el Troy porque no toma y los cabros pusieron sus temas de cumbia en una parlante.

Cuando nos sentamos en círculo quedé en medio la Javi y la Camila. A esto le llamo buena suerte. La Javiera estaba hablando una weá con el Sergio sobro su curso, así que yo mientras le metí conversa a la niña nueva.

—¿Estái tomando bebida?

—No, es que le eché poquito vino porque no tomo mucho —me dijo media tímida-

—Ah, ¿y fumas hierba?

—No, no fumo nada.

—Eres niña buena —la webié.

Empezamos a hablar de más cosas por sus buenos minutos y me cayó súper bien, es inteligente y no pelá como todas las cabras ahora. Como tú —gritó mi mente. Además, es terrible tierna.

—Ya Lauren, te toca —la Javiera me pasó el pito.

Le puse sus buenas quemadas porque estaba de pana la verdad.

—Ya po maraca, pasa la weá —la Dinah me reclamó.

—Ya, Dinah Janet, baja las revoluciones —le pasé la weá.

Se le apagó. Por weona.

—No me llamo Janet, oe. Es Dinah Jane.

Cuando el papá de la Dinah fue a inscribir su nombre al registro civil se equivocó y en vez de poner Dinah Jane le puso Dinah Janet. Después, como a los once, la Dinah empezó a decir que ella se llamaba Dinah Jane y que le dijeran así. Quería parecer gringa.

Después un par de horas habíamos tomado y fumado caleta, pero yo tenía suerte de tener alto aguante.

En un momento el Chino con el Cristián se bajaron los pantalones y empezaron a bailar en bóxer por toda la plaza. Así de ebrios estaban.

—Oh, me tengo que ir —dijo la Javi después de mirar la hora en el celu.

—Te voy a dejar —me paré y agarré mis weás.

Me la como sí o sí.

—Ya porque estoy media mareada —se rió y se despidió con la manito de todos.

Nos fuimos caminando hasta el metro porque eso le servía a ella y ahí cerca del metro paramos en una plaza que estaba justo en frente.

—Ya, déjame aquí no más —me dijo ella y se paró cerquita mío.

—¿Estái mareada aún?

—Sí, pero estoy mucho mejor que antes.

—Ya, bacán.

Le agarré el brazo y la tiré hacia mí y terminó dándome un cuneteado. Ya, te tiraste—pensé. Y le di el beso po. Literal nos comimos como cinco minutos seguidos hasta que la llamaron y se tuvo que ir casi corriendo.

Yo caminé para mi casa y cuando llegué me comí un pan con palta porque tenía sendo bajón.

Tú: Oye Normani, me la comí po

Negrithebest: Yaaaaaa, Lauren qla, te aprovechaste que estaba curá.

No alcancé a responder porque me quedé raja.