Pesadillas en una noche de insomnio

Prometo darte arte

No recuerdo realmente cuando comencé a escribir versos, poemas, canciones y cuentos llenos de ilusiones, algunos permanecen callados sobre una hoja vieja, escritos por una mano áspera, llena de cicatrices e imperfecciones, llenas de trabajo; cada palabra tiene más profundidad de lo que crees, me gustaría que leyeras cada una de ellas, pero he recordado que hoy en día a nadie le interesa ese tipo de cosas, nadie las valora, nadie las mira, nadie las toca, todos son tan indiferentes, pero, ¿quieres que te confiese un secreto?, tu indiferencia es la más dolorosa, ¿qué acaso mi arte no es el suficiente para complacerte?, porque cariño, tengo que decirte que es lo único que hace mover mi pequeño y diminuto ser, el arte, el arte de escribirte cada noche con las manos temblorosas, cansadas de tanto escribir, cantarte cada nota con tristeza y desilusión, de dibujar y  pintar un "nosotros", cada pincelada me recuerda a algo que me enloquece de ti, puede que hoy sea tu sonrisa, mañana tus labios y puede que pasado mañana la forma en la que tomas el cigarrillo; lamento no poder dar algo más llamativo que eso, no poder dar más allá de mi alma, mi mente, mis sentimientos en  conjunto... pero eso vale más que mi propio cuerpo.
Me pregunto si piensas de la misma manera, si piensas en mí, supongo que no, siendo sincera, no debería buscarte más, debería dejarte ir, al final de cuentas nunca fuiste mío, yo soy tuya, pero me queda claro que sigues envuelto en el pasado, le perteneces a ella, ¿cierto?, irónico, me da envidia; me carga el carajo por la noche, realmente es cuando tu presencia es más necesaria, lo es cuando me hago más pequeña en la habitación obscura, me da miedo, me siento sola, quiero desaparecer en el recuerdo de tu piel, quiero dejar la realidad para profundizarme en la tóxica ilusión de que me amaste, que me amas, que me amarás...