"Mi salvación o mi destrucción." (Gay)

Parte II. Cap. 5 "Un encuentro inesperado"

~Narrado por Oliver~

Me duele todo, ya casi ni fuerzas tengo. Este maldito de Sebastian me dejo aquí moribundo. Siento como mi mundo se me va, todo por lo que había luchado en esta vida de nada me sirve ahora. Solo espero poder ver a Mathew una vez mas y decirle todo, que lo amo y que no se aferre a la venganza que no lo llevara a nada. Pues Mathew seria capaz de cualquier cosa por protegerme. Se que si me muero sin antes hablar con el y decirle lo mucho que lo amo, que debe ser feliz; va a querer hacer justicia con sus propias manos y jamas sería feliz. Siento como la vida se va de mi cuerpo dejando aquí un pedazo de carne más. no me quiero ir de esta forma sin haberme despedido de nadie.

~Narrado por Mathew~

Ya han pasado más de 48 horas y aun no sabemos nada de Oliver. Ya estamos pensando hasta en lo peor. Saber que ni con todo este mugroso dinero podemos hacer algo nos destroza más y más. Pobre de mi Oli, lo que debe estar sintiendo. Quizás ya este hasta muerto, pero no, yo aun tengo esperanzas de encontrarlo con vida. Esperanzas de volver a ver esa sonrisa hermosa la cual me enamoró. Yo no me daré por vencido, amo a oliver y lo encontrare con vida.
Ya habíamos mandado a preparar unos carteles con la información básica de oliver y una foto de el. Así que salí por las calles a pegarla en los postes y a preguntarle a las personas del pueblo. Todo el mundo conocía a Oliver como el ricachón malcriado de la ciudad, así que no le daban mucha importancia al hecho de que estuviera desaparecido. Mientras iba por la calle pegando carteles y preguntando por la ciudad a ver si alguien había visto a oliver; todos me ignoraban a nadie le importara que joven estuviera desaparecido. Estoy pegando los últimos carteles que tenia en la mano y percibo este único olor, que solo una persona que conocía olía de esta manera, era el olor de Oliver. Cuando miro hacia atrás era este chico de algunos 23 años, repleto de tatuajes que le hacían lucir super sexy, de músculos muy tonificados , de pelo rubio y con ojos verdes. Decidí sacar mi valor e intentar una vez mas a ver si el conocía a Oliver o si al menos sabia de su paradero ya que tenia el mismo olor que el.

-Hey, disculpe la molestia. Lo que pasa es que mi prometido esta desaparecido, ¿seria tan amable y decirme si al menos lo ha visto? -dije observando al chico, y mostrándole el cartel con la foto, lo cual me brindo mucha sospecha ya que tenia el collar de oliver y el anillo de compromiso que yo le había entregado, este lo tenia colgando de un brazalete. Ademas, tenia puesto el abrigo que yo mismo había mandado a hacer específicamente para oliver. Espere que este me contestara con muchas ansias ya que el tenía que saber algo del paradero de oliver.

-Lo siento mucho chico, no tengo idea de quien es. -dijo Sebastian con una sonrisa malvada y encendió un cigarro.

-Bueno esta bien. Muchísimas gracias, aquí le dejo mi carta para que se comunique conmigo si sabe algo de el. Oye, y ese anillo tan hermoso, ¿dónde lo compraste? Pues fíjate que quería comprarle un anillo a mi prometido para la boda y no sabia que estilo pero ese esta hermoso.

-El anillo no es mio. Es de un amigo que me dijo que se lo guardara porque su mujer lo podria encontrar. -dijo marchándose

Rápido que el chico se fue decidí montarme en mi coche para seguirlo ya que el tenia que saber algo del paradero mi oliver. Lo seguí hasta que llego a una casa abandonada. No podía aguantar las ganas de entrar y ver si mi prometido estaba ahí, pero me fui del lugar decidí ir por la noche y hacerme el perdido para ver si podía entrar a la casa a ver si allí era que estaba Oliver.

~Narrado por Sebastian~

Maldición, no hago mas que salir de mi casa y lo primero que me encuentro es el maldito ese, preguntando por su prometido. Si tanto le importara lo hubiera dejado ser feliz conmigo, yo le hubiera dado todo y más. Pero que no se preocupe que el me las pagará y de la forma más asquerosas de todas. Que ni se atreva a venir aquí porque lo mato. Estoy seguro que se tuvo que haber dado cuenta de algo. Estoy seguro. Maldito desgraciado.

-Oliver, ni te imaginaras a quien me acabo de encontrar. A tu querido prometido regando cartelitos por toda la ciudad donde todos te odian, por su culpa porque el te destruyó tanto que que tú te volviste un ser irreprochable que no valía ni verga.

-Pero jamas me hizo tanto daño como el que me acabas de hacer tú.-dijo oliver con las pocas fuerzas que le quedaban ya había perdido tanta sangre y no había comido nada.

-Cállate maldito si no quieres que te deje morir de hambre como un maldito animal.-dijo sebastian sentándolo en la cama para darle comida.

Oliver estaba tan hambriento que se comió todo lo que este le había dado.

~Narrado por Mathew~

Ya era de noche estaba preparado de irme a husmear por aquel barrio abandonado aquel barrio miserable donde tenían a mi querido oliver. Ese maldito pagará por todo lo que ha hecho y por todo lo que le haya hecho a mi bebe. Fui a toda prisa sin importarme los semáforos o los limites de velocidad. Estaba loco por llegar a aquel lugar para volver la cara de mi niño querido, al cual extrañaba tanto verle todos los días; extrañaba su calor, su olor, estañaba todo de oliver. Me hacía una falta tan grande. Es como si una gran parte de mi no estuviera. Espero que este bien.
Luego de unos largos 15 minutos, finalmente legue a aquel lugar done estaba oliver, o al menos donde yo creía que el pudiera estar. Estacioné mi auto a unos metros de distancia para que nadie se diera cuenta que estaba allí. Comencé a husmear por todo aquello que era como una casa abandonada. De repente siento que alguien me toca por la espalda cuando miro; era el mismo chico con el cual me había encontrado por la calle anteriormente, lo único que esta vez me apuntaba con un arma al pecho.

-Sube, si no quieres que te mate, avanza. -dijo el chico armado

-Tranquilo chico, no vengo a buscar problemas.

~Narrado por Sebastian~

Jamas pensé que este inútil se pudiera aparecer por aquí, es mas bruto de lo que pensé. Ahora no tengo que lidiar con uno sino con dos. Maldito estúpido no sabes hacer las cosas. Lo subire hasta el mismo cuarto donde esta su querido prometido, para que lo vea todo destrozado; hecho mierda. Quizás así se le quiten las ganas de verlo y lo puedo matar como siempre he querido.

-Oliver mi amor.... estas... todo destrozado. Maldito imbécil que coño le has hecho a mi oliver, maldito desgraciado.-dijo Mathew gritando

-Si, si, si... ya lo viste ya nos vamos.

Lo lleve a uno de los otros cuartos donde hace tiempo no llevaba a nadie, lo amarré y antes de matarlo se me ocurrió una gran idea, hacerlo sentir lo que había sentido su querido oliver, así que me quite el pantalón, y le quité el de el. Frote mi miembro para que se pusiera rígido. Una vez ya estaba rígido lo introduje fuertemente por el canal de aquel chico haciéndolo gritar de dolor. A diferencia de Oliver este no sangro pero aun así estoy seguro de que ocasionaría alguno que otro daño interior. Estoy seguro de que Oliver podía escuchar los gritos del chico al otro extremo de la casa y eso le dolería más, Oliver trato de pararse para ir al otro extremo. Al intentar pararse este cayó al suelo dándose un fuerte golpe en la cabeza, en el área donde yo le había pegado la otra vez. Cuando ambos escuchamos el golpe nos asustamos especialmente yo, pensé que era la policía, así que me salí del interior de Mathew a lo que este reaccionó rápido y con mi arma me dio un fuerte golpe ne la cabeza dejándome inconsciente.

~Narrado por Mathew~

Me apresuré lo mas que pude al cuarto donde estaba Oliver, pues el desgraciado este había sido tan brusco que me había dejado con un dolor intenso, un dolor que no podía aguantar. Pero aguanté por mi Oliver, botaba mucha sangre por todos lados así que lo cogí entre mis brazos y lo lleve hacia el coche. Me monte en el coche rápidamente y comencé la marcha hacia el hospital más cercano...

¿Que pasará con Oliver?
¿Morirá, los médicos lo podrán salvar? ¿Será este su trágico final?

Mi gente aquí está un adelanto, esperen a la noche que subiré otro.