One ☆ Ayano Aishi ✖ Rivals Genderbend 〔Fanfic latino〕

Capitulo 0: Rechazo.

— Adiós, Megami Saiko. — Me quité los guantes y los tiré junto el cuerpo que ahora está muerto, también me deshice del arma que había utilizado. Finalmente, cerré las puertas del incinerador y lo puse a funcionar.

Me fijé en la hora desde mi móvil, ¡Ya era tarde para encontrarme con mi queridísimo Senpai! Me sentía tan feliz, me deshice de todas las personas que podían evitarme estar a su lado. Durante dos meses estuve evadiendo a directivos, profesores y hasta el club de fotografía. Me había quitado un peso de los hombros.

Osana Najimi tenía un novio que la aguantaba.

Amai Odayaka, al final, después de hablar con ella, sólo quería ofrecerles un poco de felicidad a todos, incluyéndome.

Fingí el suicidio de Kizana Sunobu

Maté a Oka Ruto.

Maté a Asu Rito.

Hice que despidieran a Muja Kina por insinuación a menores.

Hice que despidieran a Mida Rana por lo mismo.

Derroté a Osoro en una pelea de cuchillos.

Le conseguí un novio a Hanako.

Y acababa de deshacerme de Megami Saiko.

Me fijé en cualquier detalle de mi uniforme que no me delatara, y luego de saber que no había ninguno, comencé a correr hacia el árbol de cerezos que se ubicaba detrás del gran instituto.

Agitada, dije: — Perdona, ¿Llegué tarde? — Logré pronunciar con una valentía de extraña procedencia.

— ¿Eres tú la que me citó aquí? — Dice, dando un paso hacia atrás.

Por fin, era su voz cerca de mí, hacia mí.

— Sí... Quería... decirte algo. — Saqué el sobre que había en mi bolsillo, que tenía una carta por dentro confesando todo lo que sentía por él. La extendí hacia él, tenía mis brazos y piernas temblando, con un terremoto en mi corazón.

— Ayano... Aishi... — Musita. Luego, sentí sus grandes manos alrededor de las mías. — Lo... siento mucho pero... no puedo corresponder — Pronunció entristecido. — Eres una persona muy... misteriosa y... sería muy interesante conocerte, pero... detrás de tantas muertes y detrás de que me gusta otra persona, no sé si pueda pensar en algo más... así que... lo siento mucho, Ayano.

Fue tan gentil que me dolió el corazón, luego de unos segundos lo sentí irse. Ahí fue cuando me caí al suelo, lo último que recordé fue un dolor de cabeza insoportable, como si me hubiera caído 80 kilos en la cabeza.

Conoce a otros chicos, Senpai... es mío. Fufufu... ~

La voz de esa maldita Súcubo.