¡Yo Soy La Guardia! (FNAF Fanfic)

8. GoodBye

¡Yo soy la guardia!

Noche 6

1:10

El teléfono sonó dos veces, antes de ser atendido.

"Más te vale que sea importante si no quieres que te llene los sesos de plomo" Sonó la voz adormilada y amenazante de una mujer al otro lado.

"Lissy! Necesito ayuda! Rápido!" Y antes de que Brady terminara de gritar al teléfono, Lisa ya estaba en la puerta, con su uniforme puesto y las llaves de su moto en la mano.

"¿Dónde demonios están y qué carajo hicieron ahora?" -Cabreada- no se acercaba a su estado de ánimo. Brady solo la llamaba -Lissy- cuando él o Eolin habían echo alguna de las suyas.

"Se que no te va a gustar, ma, pero... Eolin está en la pizzería, y presiento que algo muy malo va a pasar... mami?" Esto estaba mal. Brady no la llamaba -mamá- porque si; NUNCA. Algo muy malo estaba pasando

"De todos los malditos lugares que se les pudieron haber ocurrido; TENÍAN QUE ELEGIR JUSTO ÉSE" Estaba a punto de cerrar la puerta, pero una pequeña mano se lo impidió.

"Iré contigo madre" Alfred estaba allí, vestido y listo para salir.

Lisa se mordió el labio, pensando qué hacer.

"Maldita sea" Susurró bajo para que el niño de 11 años no escuchara "Te quedarás al lado mío, nada de hacerte el héroe"

Madre eh hijo se subieron a la moto.

~Ya voy Eli, aguanta~

1:17

Ya no tenía escapatoria. Eolin reconoció que, quizás, esconderse bajo el escritorio de The Office no fue la mejor idea del mundo.

Respiro varias veces, calmándose. ~Los puedes arreglar, no pasa nada, mientras vivas toda va estar bien~ ~Si consigues sobrevivir, claro~ Eolin quiso pegar a la voz en su cabeza; esa pesimista voz que le susurraba en los oídos debés en cuando.

Ambas puertas se cerraron, dejándola atrapada.

Los pasos de ese hombre resonaron en la habitación. Por un momento, se quedó parado frente al escritorio.

Eolin casi podía escuchar su desbocado corazón, mientras le rezaba a todos los dioses del anime y vídeo juegos para poder salvarse.

De pronto, ÉL tomó el escritorio y lo arrojó a un lado. La pequeña soltó un chillido cuando la madera impactó contra el metal, rompiéndose en pedazos. Ella quedó a merced de Él, que la miraba con una sádica sonrisa.

Entonces, en la ventana derecha, comenzaron a escucharse gritos y golpes.

La mirada de disgusto del hombre le heló la sangre a la peque, que, de tan asustada que estaba, no podía moverse. Estaba técnicamente pegada al suelo del miedo.

El caminó lentamente, sin prisa, hasta la puerta. Encendió la luz, y Eolin pudo ver a Brady, a Lisa-sama y a Alfred del otro lado del cristal.

Pero no se pudo mover.

El dejo la luz prendida. Se dirijió hacia ella.

Eolin no pudo reaccionar a tiempo. Y antes de que ella misma se diera cuenta, el saco un cuchillo de entre la ropa de guardia moradas.

Se abalanzo contra ella, y le clavo el cuchillo a un lado de la garganta.

Fue en cámara lenta. El se alejó un poco, contemplándola. Todo su menudo cuerpo comenzó a temblar de forma exagerada, sin embargo, ella solo podía sentir frío. Los oídos le zumbaban, y apenas escuchaba los grito de su família que, desde la ventana, podían ver perfectamente el terror en la cara de la niña. En todo momento, ella miró directamente a los ojos del asesino morado.