6. Marrón y Dorado

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¡Yo soy la guardia!

Noche 5

1:42 a.m.

Freddy sabía que ya la tenia. Pero claro, nuestra niña no se iría sin luchar. Aúnque eso sería la última opción.

"AAAAAAAAAHHHHHHHH!" Y mientras gritaba/chillaba, corrió.

Se apuró lo más que pudo por el pasillo izquierdo y llegó hasta el final, pero Freddy ya estaba prácticamente sobre ella.

Sin que el oso lo previera, Eolin se dejó caer. Aterrizó sobre sus rodillas, y sin perder tiempo, se iso una bolita, poniendo su cabeza sobre las rodillas y rodeando su cuerpo con los brazos. Freddy no fue capaz de frenar a tiempo, por lo que tropezó con el cuerpo de la pequeña y calló a unos metros por el impulso.

Eolin soltó un chillido al sentir dolor en su espalda baja, donde el anmatronico había tropezado. Más no perdió tiempo; se levantó rápido y volvió a correr por el pasillo, con la esperanza de llegar a The Office y cerrar las puertas. Pero rápidamente se dio cuenta de que no lo lograría, cuando el gruñido/rugido de enfado del oso se oyó cerca.

Si él la veía, estaría muerta.

Y tropezó. Se enredó con sus propios pies y calló hacia adelante. Sollozó y se secó las lágrimas que, no sabía cuando, le habían comenzado a caer de los ojos.

Al parecer, la suerte estaba de su lado: justo a un lado de ella, había una puerta que casi se pasa por la oscuridad. No lo pensó, sólo se metió y se encerró con traba.

Aguantó la respiración cuando escuchó correr a Freddy por al lado de la puerta.

Cuando ya no lo escucho, soltó el aliento, aliviada.

Se dejó caer al suelo, sollozando, hiperventilando y temblando del miedo.

Minutos después escuchó un ruido. Abrió los ojos asustada, para ver que frente a ella, otro animatronico estaba recostado contra la pared. La miraba de forma vacía, sin interés.

Eolin se secó los ojos, mirando algo curiosa a quién tenía en frente.

Se parecía a Freddy, pero era... dorado. Su color estaba algo opaco; pero imaginaba que hace algún tiempo, su color dorado hubiese brillado como el oro. Al igual que los ojos celestes, que se encontraban casi translucidos.

El dejó de mirarla; consentrandose en algún punto en el infinito que ella desconocía.

Su aura era nostálgica, como si lamentase algo; como si hubiera olvidado algo y ahora se lamentara por no poder recordar qué.

Se acercó temerosa. Antes, no sabía que los animatronicos dieran tanto miedo; ahora, había aprendido la lección. Aunque estaba tentada a dejar el sentido común a un lado.

Sabía que la curiosidad mato al gato; pero la mujer que los cuidaba siempre decía que el gato murió siendo sabio. Y que eso era bueno.

Se acercó a Golden Freddy. Pero el no la miro.

Llegó a tocarlo, pero el pareció no darse cuenta.

A Eolin nunca le había gustado que la ignoraran; pero esa no fue la causa principal por la que se metió entre las piernas del animatronico hasta llegar a su regazo; se paró en ambas piernas para quedar a la altura de la cabeza y puso sus manitas en ambas mejillas, tirando para que la mirase.

La causa principal fue que, por un momento, sintió que él se desvanecería y la dejaría sola. Y el miedo volvería. Porque Eolin le tenía mucho miedo a estar sola.

¡Yo Soy La Guardia! (FNAF Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora