- Siempre las veo- respondió ella distraída.
Jade se sentía muy extraña. Y era por el cosquilleo en el estomago, algo que nunca había sentido. Ya era de noche, había un montón de estrellas, y luna llena.
-¡Qué hermoso!-dijo ella viendo el cielo.
- Es hermoso, pero no dura para siempre. No siempre habrá luna llena, ni estrellas, lo que sí dura por siempre, aunque uno diga que lo olvido es el amor. Lo que una persona puede llegar a sentir por otra, jamás se olvida, solo se supera, en algunos casos- le contestó Alexander pensativo.
-Pero ........ Yo nunca me he enamorado de nadie, no sé que se siente amar.
-Bueno.....cuando uno se enamora lo primero que sientes es como un cosquilleo en el estomago, y te pones nervioso al hablar...
Jade recordó el cosquilleo...notó entonces que estaba enamorada, se puso roja, y hubo otro silencio. Siguieron caminando, el cielo se puso oscuro, no se veían ni la luna, ni las estrellas, comenzó a llover. Los dos chicos corrieron, hasta que llegaron a la casa del árbol. Se quedaron allí. No hablaban de nada. Jade veía a Alexander, y cuando el volteaba ella disimula, hasta que por fin cruzaron miradas. Jade se quedo distraída viéndolo, le atraían sus ojos, eran profundos, ella sentía que nadaba cuando los veía.
- ¿Qué tienes?-le preguntó el extrañado.
-Nada- dijo ella tratando de disimular.
-Solo que......me gustan tus ojos-siguió ella apenada.
-¡¿De verdad?!
-Me siento extraña..... Tengo cosquilleo.....-dijo la chica confundida.
-Eso es amor...Estas enamorada..
-Supongo.