Tu lugar es conmigo [NamJin BTS]

Enamorado

[Narrado por Namjoon]

Sonreír como idiota no debe ayudar en nada a mi imagen de rapero. Culpa de Jackson. Sus mensajes siempre me ponen de buenas.

El lugar en el que nos tomarían las fotos quedaba a considerable distancia. Según me dijeron el fondo sería una azotea. Yo sugerí la del edificio de Big hit. Es decir, la azotea ahí es linda. Amplia y cercana. Ahí tenemos focos, cámaras y demás. Pero según me dijeron el fotógrafo ya tenía planeado el lugar más acorde a nosotros... una estupidez, si me preguntan.

El equipo de marketing nos aclaró innumerable cantidad de veces la suerte que teníamos de tener a un fotógrafo tan experto y reconocido interesado en nosotros. Que debíamos tratarle bien, entenderle y bla bla bla. A mí no me podría interesar menos. Lo único que sé es que el sujeto es italiano y que por fortuna habla coreano. Adiós a la pesadez de tener que recurrir al inglés que, de ser así, yo habría tenido que traducir.

-¿Vas a seguir ligando el resto del camino, líder? -soltó Suga sin rodeos.

-No estoy ligando... -respondí.

-Tienes sonrisa de idiota -puntualizo Jhope.

-Más de lo usual -retomo Suga. Que cariñosos mis amigos.

-Temas de adultos, no entenderían niños -respondí.

-Jin, Jhope y yo somos mayores que tu grandísimo tonto -dijo Suga haciendo reír a todos menos a mí. Siempre olvidaba ese detalle, especialmente con Jin.

-¿Con quién te mensajeas, hyung? -pregunto Jimin.

-Jackson -respondí y como si le invocase me respondió apenas le nombre. Al leer su mensaje no pude evitar reír.

-Esa risa, esa miradita. Nuestro líder está enamorado -dijo V. Si tan solo supiesen...

-Niños, dejen en paz a Namjoon -murmuro Jin sin siquiera despegar la mirada de la ventana.

Todos los demás estaban pendientes de mí desde que sospechaban de mi enamoramiento. Todos menos Jin. Y por mí, mejor. Si alguien puede ser pesado al querer saber algo ese el mayor y en estos momentos que estén sobre mi es lo último que necesito. Al menos hasta tener las cosas claras.

Al cabo de un rato deje de poner atención a la conversación a mi alrededor, toda mi atención en el celular. En mi defensa la conversación estaba muy interesante; tan es así que de no ser por el zape de Suga ni siquiera me habría dado cuenta de que habíamos llegado al dichoso destino.

En la sesión de maquillaje y vestuario me sentí relajado. Había oído mucho sobre el fotógrafo, por lo que tenía entendido había dado el visto bueno al vestuario. Por un segundo temí que nos habrían elegido algo ostentoso y vergonzoso. Pero no. El vestuario era de hecho muy bueno. Casual pero a la moda y cada uno de acuerdo a la personalidad de quien lo portaba o bueno, eso según Jin y Tae. Yo solo sé que no me disgusto y que acertaron a mi talla así que por mi todo bien.

Al llegar a la terraza donde la sesión tendría lugar casi me dio un infarto. El lugar estaba muy, bueno... solo diré que el sitio parece imagen de Tumblr.

Finalmente se nos concedió el "placer" de conocer al dichoso fotógrafo. El chico era alto, de complexión atlética y bien vestido. Su cabello era naturalmente rubio, su piel era sutilmente broceada y tenía unos enormes ojos azules. Solo le faltaba la tabla y le tomaría por surfista. Al principio se mostró amigable, y demostró que su coreano es muy bueno. Todo iba bien aparentemente. Pero a mí no me daba buena espina. Por el contrario, me despertaba un mal presentimiento.

Sin perder el tiempo empezó a acomodarnos en la primera pose. Como era de esperar Suga, Jhope y yo estábamos hasta el fondo. Pero, algo no andaba bien. De inmediato me di cuenta de que faltaba algo, faltaba alguien, faltaba Jin.

-Falta la princesa -anuncie.

-¿Qué?

-Somos 7, nos falta uno -explico Jimin.

-Está a nada de venir. -dijo Jungkook.

Estaría terminando de arreglarse de seguro. Para todo eso era normal pero para el tal Nathaniel al parecer no y claramente no le hacía nada de gracia.

-Haberme dicho antes. Tendré que reacomodarles porque no sé cómo sea el chico y estamos perdiendo tiempo, perdiendo luz. ¿Dónde demonios está el faltante? -empezó el intento de surfista claramente sulfurado.

Siguió quejándose de su tiempo, de la luz, del número impar y demás tonterías que no me podrían importar menos.

-Perdón, perdón. Aquí estoy... oh, qué lindo lugar -dijo Jin entrando en escena.

Y con eso se hizo el silencio. Medici se calló al instante, su mirada se deteniéndose en la princesa. Su enojo desapareció, sus ojos se abrieron más de lo normal. Mágicamente todo y todos los demás pasamos a segundo plano.

-Pero que chico tan hermoso -suspiro el fotógrafo.