Moneda de Cambio - ONE SHOTS

No te dejaré ir

-Daryl.... Es bellísimo....! ¿Cuándo lo encontraste??-

Java miraba embelesada aquel lugar, su arquero la había llevado a través del bosque hasta un pequeño claro, en donde había una cascada de agua que caía formando un remanso, para luego virar hacia el este, convirtiéndose en un arroyuelo que se perdía en la espesura del bosque.

Java se acercó hasta la orilla, el agua estaba fresca y tranquila. Eran las primeras horas de la tarde, y el sol se quebraba en mil estrellas sobre la superficie de las ondulantes aguas, mientras el calor del verano acariciaba la piel de ambos.

-Hace unos días, cuando estaba buscando un lugar lo suficientemente alejado de Alexandria para enseñarte a disparar lo encontré... - se sonrojó un poco al decirlo, había estado esperando el momento justo para llevarla allí, pero las salidas en busca de los Salvadores y una seguidilla de días lluviosos lo habían obligado a posponerlo, y se había sentido ansioso por mostrárselo durante aquel tiempo...

Ella estaba feliz... al fin había aprendido a disparar hacia unos días, y con cada práctica iba mejorando asombrosamente. Daryl veía que, como una niña pequeña, Java hundía sus manos en el fango de la orilla, y luego tomaba los guijarros del borde y los lanzaba al centro del remanso. El arquero se acuclilló a su lado, y buscando uno que resultara adecuado, lo lanzó también, haciéndolo rebotar sobre el agua hasta que cruzó toda la superficie, hasta llegar a la cascada.

- Un tiro perfecto... ¿Habrá algo en lo que seas malo?-

-Tonta! - Le contestó, mientras se sonreía y golpeaba juguetonamente su hombro contra el de ella. Los dos se quedaron disfrutando del sonido del agua un rato, hasta que Java se limpió las manos, y acercándose a la moto, comenzó a desvestirse.

-¿Qué haces???- La cara de incrédula sorpresa inundó el rostro de Dixon, mientras podía ver como la piel de su chica era acariciada por los rayos del sol.

- El agua esta deliciosa... Sería una picardía no disfrutarla.... Y diciendo eso dejó su sostén sobre la resto de la ropa, y con un guiño hacia su amante, se introdujo en la corriente, que comenzó a lamerle la piel a media que se adentraba en ella.

Daryl la observaba con creciente deseo, verla allí, rodeada de ese escenario, viendo como las ondas de agua la acariciaban le resultaba una imagen muy erótica, y su piel comenzaba a reclamar por ella.

Sin perderla de vista, con un creciente anhelo se comenzó quitar la ropa, la mirada había comenzado a oscurecérsele de deseo, y cuando ya nada quedó por quitar, con el ansia y apetito que aquella mujer desataban en él, se hundió en las frescas aguas, y con pocas brazadas cruzó el espacio que los separaba, ella reía , y su risa era la mejor música para sus oídos, y cuando él estuvo lo suficientemente cerca, ella palmeó la superficie, salpicándolo, para sorpresa de él y nuevas risas de ella.

-Ahora verás... - anunció con su voz grave, y comenzó a acercarse para atraparla, pero ella era veloz, y le costó varios minutos y varios salpicones más darle alcance.

Al fin, pudo atraparla de la cintura, apoyando la espalda de la muchacha contra su pecho, mientras la tomaba de la cadera para que sus cuerpos quedasen unidos... Ella levantó sus manos, tomado la cabeza de su amante y acercándola a su oído, mientras él susurraba:

- Te atrapé... eres mía... - mientras lamía lentamente su lóbulo...

-Y no me dejarás escapar? - preguntó Java, mientras comenzaba a arquear su espalda como respuesta a sus besos, sintiendo como Daryl la presionaba contra su miembro, que ya se encontraba firme, henchido de deseo.

-Nunca.... Acaso quieres huir? - respondió, mientras la giraba y pasaba sus manos por sus muslos, elevándola, mientras la montaba sobre su cintura, y ella se aferraba a él pasando sus manos y sus brazos alrededor de su cuello.

Sus bocas se encontraron, la lengua de Daryl la recorría sin prisa, disfrutando de la boca de ella, podía notar como Java empezaba a agitar la respiración, sentía los senos turgentes contra su pecho, y los pezones endurecidos de ella lo rozaban, y él gruño quedamente de satisfacción.

-Quieres huir? - la punzó.

-No lo sé...- ella sentía que ya no podía coordinar lo que pensaba, tan absorta estaba , plena de las sensaciones que él desataba en su piel.

-Vamos... quieres huir?- y mientras decía esto, la tomó de las caderas y con suavidad apoyó su femineidad sobre su miembro, que hambriento clamaba por entrar en el cuerpo de ella.

- Por favor... -susurró Java.

-Pídemelo...-

Ella abrió los ojos, asombrada y anhelante, su cuerpo temblaba entre los brazos de su amante, lo necesitaba dentro de ella, y con voz suplicante repitió su ruego.

-Por favor... -

-Así que quieres huir? O me quieres dentro de ti? Vamos pequeña, pídelo... -

Ella se mordía los labios, sentía como el rubor coloreaba sus mejillas, cerró los ojos, nunca la había hecho esperar tanto por él... sentía que iba a desfallecer si no sentía como Daryl se hacia uno con ella... con un susurro, en su oído, al fin dijo las palabras por las que él clamaba.

-No podría huir nunca de ti... Por favor... quiero sentirte dentro de mí..-

Daryl sonrió de satisfacción, y con un solo y profundo movimiento, se adentró en el cálido interior de su chica, que con un gemido incontenible lo recibió.

Juntos acompasaron sus cuerpos, mientras sus bocas se encontraban en un beso que no quería tener fin, y cuando ambos encontraron la cima del placer, la espalda de ella se arqueó y su boca sólo supo llamarlo a su cielo...

Aun unidos después de que las oleadas de placer fuesen remitiéndose dentro de sus cuerpos, se perdieron en sus bocas, mientras él la seguía estrechando contra su cuerpo.

Unas horas después cruzaban juntos en su moto las puertas de la comunidad, y Aaron, que se encontraba de guardia, los miró extrañado, pues vio como ambos venían con el pelo y la ropa mojados.

- Ey! Todo esta bien?- les preguntó preocupado.

- Todo está perfecto-, contestaron al unísono, mientras tomados de la mano, y sonriéndose, se adentraron en las calles del lugar al que llamaban juntos hogar.