Anécdota 27

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-Xmas

Es navidad, nunca me había alegrado por navidad, de hecho aún no siento ningún tipo de emoción porque sea navidad, la emoción es que al menos siento que mi vida no es una basura a diferencia de los años anteriores.
Saldría con la familia de mi mamá, tíos, tías, primos, primas, abuelos.
Hoy no vería a Federico, es algo en lo que mi mamá es bastante estricta, navidad es con la familia, no podemos hacer ningún plan, siempre es así todos los años, tendría que ver a "mi hermano" él siempre va, todos los años, no tenía nada de ganas de verlo pero no quería pelear con mi mamá si le decía que no iría, era seguro que discutiríamos si se lo planteaba, quedaba soportar.
No estaba emocionada, no quería ir, quería disfrutar mi día de navidad, aunque fuera quedándome en casa, sola, lo que menos quería era ver a ese maldito.
Se supone que estaríamos ahí a las 10 de la noche, eran las 8 y yo seguía tirada en mi cama sin hacer nada.
-Iliana, ya metete a bañar que se nos va a hacer tarde- escuché a mi mamá decir.
-Voy- le respondí, me metí a la ducha y duré ahí un buen rato, quizás me ayudaba un poco para relajarme.
Salí, me vestí y me volví a tirar en la cama, mi pelo estaba enredado y mi cara pálida, espero que al menos haya alcohol, para distraerme.
Todos estábamos listos y eran las 9:43 pm, Oscar prendió su camioneta y nos fuimos, llegamos casi a las 10:20 y había poca gente, unos cuantos tíos y mis abuelos.
Saludé y me tiré en la sala sin despegarme de mi celular, todos y cada uno de ellos me hizo la típica pregunta "¿Ya estas mejor?¿Segura? Lo que necesites hablame eh" sí, soy la suicida, que genial.
Me incomoda bastante que no puedan olvidarlo y ya, ya tiene mucho que pasó, superenlo, ya hasta yo lo superé por dios.
Estaban todos intercambiando sus pláticas de sus hijos, de su vida, típico de navidad.
Empezaban a llegar más familiares y yo seguía tirada en la sala mirando mi celular.
-Holiiii- una voz femenina, volteó y es Julia, una de mis primas, suelto mi celular.
-Hola Juli ¿que tal?- le respondí, ella es 3 años menor que yo ahora.
-Bien todo ¿y tú?- respondió y se sentó a un lado mío.
-Excelente, las novedades en las redes ya ves- dije moviendo mi celular.
-Pues ya casi cumplo 17, quiero hacer una fiesta, tú tienes buen gusto ¿me ayudarías?- me dijo casi susurrando.
-Jaja claro que sí ¿temática?- le respondí.
-Ya seré casi una adulta, quiero algo loco y cool, ya sabes estilo proyecto x y así- dijo ella entusiasmada.
-Vale, solo me dices la fecha y la organizamos, estará con todo- le dije yo.
-Quiero que sea en año nuevo ¿Que dices?- me decía aún feliz.
-Es una buena fecha pero no creo que a muchos de tus amigos los dejen ¿o si?
-Ya hallarán la forma de ir, mi papi quiere que me divierta así que sin limites Ili, please- decía ella feliz.
Platicamos un buen rato de como sería la fiesta y lugares donde podríamos hacerla, llegó él, mi hermano, saludó a todos y a mí y a Julia no se acercó, excelente.
Después de un rato empezamos a cenar, tamales como típicos mexicanos, la verdad yo no tenía mucho apetito, solo comí la mitad de uno y tomé ponche, cuando hay reuniones familiares el alcohol NUNCA falta, había distinta variedad, yo quería solo ponerme ebria así que bebí cualquier cosa y la mezclaba con refresco u agua mineral, el punto era alcoholizarme, suena mi teléfono, es Federico.
-Holaaa babyyy- le respondí feliz, ya estaba algo ebria.
-Dime que esa alegría es porque escuchas mi voz jaja- dijo él riendo
-Obviamente- dije igual de alegre.
-¿Que tal la estas pasando? Yo la verdad aburridisimo, ven por mí jaja- respondió.
-Claro ¿a tu casa?- estaba dispuesta a ir.
-Es broma, me matan si salgo jaja, aunque si desearía estar mejor contigo- respondió él.
-Feliz navidad sabrosura- le respondí yo, normalmente cuando estaba ebria me ponía muy efusiva.
-Igual para ti linda, muchos besos muaaah- dijo Federico, supongo él estaba sobrio -Ahora debo colgar, mis papás con sus tradiciones, ya sabes, te adoro pequeña, te llamo más tarde.
-Bueno, espero tu llamada, besos bebé- dije y colgué, al menos pude escuchar su voz y saber que está bien, aburrido pero sigue ahí, respirando, a veces él llegaba a ser tan aterrador, en la forma que no sabía si algún día haría como yo e intentara suicidarse, estaba loco y triste, no siempre amaba el hecho de estar vivo y solo pensaba en qué sucedería si algún día de pronto el decidiera que es hora de irse, era difícil pensarlo, era algo a lo que me estaba arriesgando.
Pasé la noche hablando con mis primos los cuales ya estaban tan ebrios como yo, en ocasiones mi hermano me observaba y era muy incómodo, sentía tanto coraje y odio pero intentaba disimular frente a mis primos porque ninguno de ellos sabía la historia, solo en mi casa y Federico, nadie más lo sabía ya que digamos que no es muy normal llegar a decirles que mi hermano abusaba de mí, cambiaría mi vida aún más, si de por si ya soy la suicida ahora agreguenle abusada, entre menos sepan mejor.
Había karaoke y yo estaba ebria, mala combinación, empecé a querer cantar y la verdad no canto nada bonito pero yo estaba ebria y la mayoría de los asistentes también así que ya me daba igual, canté, bueno me di cuenta que había mejorado un poco y todos aplaudieron por compromiso o porque les gustó pero aplaudieron y yo fui por otra bebida, uno de mis primos se acercó.

Amor a prueba de locos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora