Mi edad: 6 años; Su edad: 10 años.

31 1 0
                                    

Me acerqué con timidez mientras él comía, sabía que era peligroso, sabía que en cuanto lo tocara me mordería, pero no me importaba, quería que él confiara en mí, a paso lento y seguro fui avanzando, alargue mi brazo y deslicé mi mano por sobre su cabeza, el respondió con un gruñido, continué acariciándole las orejas, mientras él se destensaba y ocultaba los colmillos para volver a concentrarse a comer acaricié su lomo, rápidamente una sonrisa se apoderó de mi rostro.

-Ya te has ganado su confianza- estaba feliz, mi hermana se encontraba atrás, observándome con los brazos entrelazados sobre su regazo.

- Tamara, ¿tú lo conociste de bebé?- seguía deslizando mi mano por su pelaje.

- Sí, mamá lo trajo cuando tenía apenas unos meses, ha crecido junto a nosotros- una sonrisa le iluminó el rostro – Es hora de almorzar, ve a lavarte las manos- dicho eso se dio media vuelta y se marchó por la puerta de la cocina.

Me quedé observando unos segundos más, mi perro me devolvió la mirada, una mirada cargada de simpatía y agradecimiento, suavemente acarició sus orejas nuevamente y él se vuelve hacia su comida, lo dejo tranquilo y me retiro.

El último gruñido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora