CAPÍTULO 2

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Por las oscuras calles de Magnolia deambulaba un solitario gato azul.

El gato de extraño pelaje tenía un pequeño collar en color rojo alrededor del cuello, por lo que las pocas personas que pasaban por su lado se lo quedaban mirando un rato para luego seguir su camino.

Un gato con collar quería decir que tenía dueño.

La gente lo veía con extrañeza, pero no se preocupaban de él. Otra cosa no, pero los gatos eran animales independientes que sabían lo que querían y cuando lo querían. Probablemente había salido a dar una vuelta y después de un rato volvería a su casa o donde sea que viviera.

Happy siguió caminando hasta que se dio de cruces con alguien.

-Vaya, que mono- dijo una niña agachándose a la altura del pequeño gato empezando a acariciarle con suavidad el lomo del animal-¿Estas solo pequeño?

El pequeño gato se fijó más en la pequeña. Tenía el cabello negro azulado recogido en dos largas coletas junto con un pequeño flequillo. Llevaba puesto un vestido blanco estampado con flores azules y unos zapatos bajos blancos.

-Eres un poco extraño eh- dijo soltando una pequeña risa sin dejar de acariciarlo- ¿Cómo algo tan mono como tu puede estar solo por la calle?

-¡Wendy! Tenemos que irnos, se hace tarde- grito una señora por detrás de la chica.

La llamada Wendy giro un poco la cabeza donde había una mujer de no más de cincuenta años con el cabello como el de la chica, azul oscuro. Llevaba puesta una camisa blanca y una falda de color morado que le llegaba un poco por debajo de las rodillas.

-Mira mama, un gatito- dijo con alegría la niña- ¿Podemos llevárnoslo a casa para que le haga compañía a Charle?

La mujer sonrió con cariño y se acercó dónde estaba su hija con el extraño gato azulado.

-Cielo, este gato tiene collar, tiene que ser de alguien- dijo con suavidad la mujer mirando con atención el collar donde al frente estaba colgando una pequeña placa, la cogió con cuidado y leyó el nombre- Happy tiene a alguien que lo quiere.

-¿Happy?- pregunto extrañada la niña mirando al animalito y luego a su madre- ¿Se llama Happy?

-Eso pone en la placa- dijo con simpleza la mujer levantándose del suelo y ayudando a su hija a ponerse de pie. La mujer se fijó en la carita de pena de su hija y le dijo con voz dulce- No te preocupes cielo, los gatos saben volver solos a casa. Ya verás cómo Hapy vuelve pronto a su casa.

-Vale- dijo Wendy con una pequeña sonrisa para luego ponerse a andar junto a su madre de camino a casa, pero antes dándose la vuelta saludo con la mano mientras a su vez gatito levanto una pata- ¡Adiós Happy, espero volver a verte!

Después de eso desaparecieron por una calle y de la vista del pequeño Happy que se había quedado sentado en la acera.

Happy siguió andando sin dirección y con cuidado de que nadie lo atropellara cuando, de repente, pequeñas gotas de lluvia empezaron a mojar la acera y con ella, al pequeño Happy.

Cuando la lluvia fue a peor, Happy se metió dentro de una pequeña caja de cartón que había al lado de un contenedor esperando a que la inmensa lluvia amainara.

❌ ❌ ❌

Ya entrada la noche los rayos hicieron aparición en las silenciosas calles. La pequeña lluvia que estaba cayendo se había convertido en una gran tormenta donde los rayos y los relámpagos hacían acto de presencia en la fría noche.

A causa de uno de estos, Natsu se levantó de golpe asustado y sudando, dándose cuenta que se había dormido con la ropa puesta, incluso con los zapatos.

Lentamente se levantó de la cama quitándose toda la ropa hasta quedar solamente en boxers para ponerse los pantalones de pijama, no solía usar camiseta para dormir, pero no como Gray que no se la ponía ni para salir de casa.

Se acercó a la cocina para beber un poco de agua y tranquilizarse.

Él odiaba estar solo y en los últimos tiempos se sentía más solo que nunca, cosa que no le gustaba nada.

Por el camino se dio cuenta de que Happy no estaba por ninguna parte, pero no le dio mucha importancia, estaría dormido por ahí.

❌ ❌ ❌  

Después de algunas horas la caja donde estaba Happy se había desecho por la fuerte lluvia que estaba cayendo en la ciudad.

El pequeño gato estaba vagando por las frías y húmedas calles sin saber a dónde ir. La lluvia caía sobre él sin este poder tener oportunidad de cubrirse.

De repente Happy detuvo su andar cuando noto como ya no se mojaba con el agua.

Al levantar su pequeña cabeza se dio cuenta de que una chica estaba sentada en cuclillas justo delante de él con un paraguas cubriéndolos a los dos.

La chica llevaba puestos unos vaqueros azules junto con un impermeable negro y unas botas de agua a juego con el impermeable, pero lo que más resaltaba de ella eran los dorados cabellos que sobresalían de la capucha y unos bonitos ojos marrones que lo miraban con dulzura.

La chica paso una mano por la cabeza de Happy para empezar a acariciarlo detrás de las orejas, sin poder evitarlo Happy ronroneo por las caricias de la chica.

-Eres muy tierno para estar por la calle con esta lluvia- dijo con suave voz sin dejar de acariciar al extraño gato de color azul. Mirando la placa que tenía en su colla se fijó en el nombre- Venga Happy, acompáñame a casa.

El gato del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora