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Hoy en día la gente se pasa todo el tiempo mirando al suelo, al móvil, al ordenador o a cualquier pantalla electrónica. Están demasiado ocupados mirando ese pequeño mundo de unas cuantas pulgadas o los chicles pegados en la acera. Pocos son los que miran hacia el cielo, que simplemente lo miran y lo aprecian como si fuera una bella obra de arte. Y son esas pocas personas, las que miran las estrellas. Y es que no solo hay estrellas en el cielo, a veces, cuando el universo está de buenas, este envía una estrella a la Tierra. Esas estrellas enviadas son las que más hay que mirar, apreciar y cuidar, pues son estrellas fugaces y si no se mira en su dirección nunca más podremos volver a verles.

Y creeme, no hay nada más bonito que estar ahí para ver el momento en el que una estrella llega a la Tierra; ni nada más horrible que enterarse de que un buen día llegó una, y tú estabas ocupado mirando tu mundo de 7 pulgadas.

ThoughtsWhere stories live. Discover now