La Magia De Las Almas (Encre x Fallacy)

Capítulo 1

En un lugar del mundo antiguo. En ese tiempo donde las casas eran de madera, la electricidad no existía, y la naturaleza era lo que más predominaba, vivían tres razas enfrentadas entre sí...

Los vampiros... 

Seres que vivían en la oscuridad, no le temían a la luz, pero no podían estar en ella sin ser quemados. A diferencia de lo que muchos creen, su único alimento no es la sangre, pueden comer casi todas las comidas consideradas humanas, menos, el ajo. 

Son capaces de volar, ya sea que estén o no transformados en murciélagos, poseen una gran velocidad y no creo que necesite aclarar su súper fuerza. 

Los hombres lobos...

Atributos similares a los Vampiros, en cuanto a fuerza. Solo que ellos pueden transformarse en, como su nombre lo indica, lobos. Olfato insuperable, aunque no inevadible, una mordida que podría matar si así lo quisieran. Y, aunque se mantuvieran en el suelo, su salto podía alcanzar más de siete metros de altura. 

Y los humanos...

Que, si tengo que ser sincera, no tienen ninguna característica especial más allá de desarrollar su fuerza y quizás su velocidad. Pueden ser inteligentes. Pero también son manipulables. A excepción de algunos en específico, no puedo decirte cuáles, pues son completamente al azar. Solo aquellos humanos que demuestran estar destinados a la grandeza por su pureza y dedicación, son los merecedores de tener un "alma encantada".

Esto es un tipo de habilidad que le brindará poder y protección a aquel que la obtenga, pero como todo, se debe aprender a controlar. No todos son capaces de mantener dentro de sí esas cualidades y si no es así, podría desatarse un caos.

El poder no es un juguete diseñado para que cualquiera lo tome. No porque te "sientas" merecedor, significa que lo tendrás ¿Y sabes? Ser tan egoísta de sentir que tú lo mereces siempre será el mayor error de las razas. Pues las vuelve codiciosas, egoístas, crueles.

Es por esto que las tres razas se odiaban a muerte. Pero, era el único lugar del mundo en el que eso pasaba. ¿Curioso no? Esto se debe a que era el único sitio donde la magia todavía perduraba. Donde los acontecimientos sobrenaturales, sí podían pasar. Aunque, claro está, para un lugar así, la palabra "sobrenatural" no existe.

...

En este pueblo, sin nombre, era un día de lo más "tranquilo" hasta ahora. Hacía un tiempo que las tres razas no tenían ningún motivo para pelear, pues aquello que deseaban no estaba con ninguna de ellas. Al menos, eso creían.

Encre Bonehill, un chico que había llegado a este pueblo sin nombre hace ya unos meses. La idea de este muchacho era explorar el mundo, pero este lugar tenía un encanto curioso que le hizo quedarse incluso más de lo que podría esperar. Él era un chico de ciudad al que siempre le había fascinado la naturaleza, el canto de los pájaros más que los horrendos estruendos que generaban las bocinas. Su cabello era blanco, casi tanto como la nieve. Sus ojos quizás fueran su más extraño atributo pues había quien afirmaba que cambiaban de color, a veces con el tiempo, a veces cuando parpadeaba. Su piel era blanquecina y en su mejilla derecha tenía una marca que se asemejaba a un "salpicón" de pintura, al menos así le habían dicho a lo largo de su vida. Pues con 21 años había recibido tantos sobre nombres. Pero no le importaba, de todas formas, su mayor pasión es la pintura, así que para él era más un cumplido.

Aquel día estaba en su casa pintando como le era de costumbre, es este caso se trataba de un atardecer detrás de unas montañas, lo había memorizado el día anterior así que su trabajo había comenzado. Aunque debía tener en cuenta que pronto sería medio día y quería salir a comer algo.