Capítulo 4

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Fibi paseó a Encre al rededor de toda isla  central que dividía la cocina. Le mostró dónde se guardaban las verduras, las frutas, la carne, las especias. Los estantes con la vajilla, los gabinetes con ollas y sartenes, los cajones con los cubiertos y manteles. Todos los rincones que necesitara conocer, incluida la puerta trasera que daba directamente al jardín.

- Aquí es uno de los lugares donde pueden encontrarme normalmente- afirmó luego de su explicación- Si no, puedes intentar en el jardín- agregó mientras volvía cercana a la mesa central de madera y señalaba una puerta detrás que de seguro daba al lugar mencionado. 

Encre desvío la mirada para ver a Suave del otro lado acomodando algunas cosas mientras Charlos estaba sentado al borde de la misma mientras escribía algo en un papel.

- Ellos por otro lado- Fibi volvió a captar su atención- Suelen venir aquí para el almuerzo, como ahora, o para la cena, Charlos suele estar limpiando las habitaciones o en la lavandería, Suave lo ayuda con lo primero, aunque la mayor parte del tiempo está atendiendo al joven Jasper- explicó- ¿Vas entendiendo?- preguntó volviendo sus ojos marrones hacia el pintor.

- Eso... creo- respondió de modo dudoso mientras su cabeza repasaba una y otra vez la información que le habían dado.

- Supongo que ahora nos toca a nosotros enseñarte el resto del castillo- dijo limpiándose las manos con una de las toallas que tenía a su lado- ¿Puedes con esto?- pregunto en dirección a la chica.

- ¡Por supuesto que sí!- respondió la chica con una sonrisa. 

- ¿Tengo que ir?- preguntó Charlos levantando la cabeza del papel- Preferiría ayudar a Fibi-

-No es cierto- respondió la chica casi al instante.

- El lugar es enorme, dos son mejores que uno para esto- sonrió de una manera que pretendía ser amable pero que dejaba entrever que no era una sugerencia.

Charlos resopló, no era como que le asustara lo que Suave pudiera hacer, pero prefería no meterse en peleas. Y no porque siempre terminara perdiendo. Dio un pequeño salto para bajar de su lugar y cruzó los brazos frente a su pecho con expresión molesta.

- No te preocupes, tiene esa cara normalmente- lo tranquilizó Fibi dándole una palmada en el hombro y luego lo empujó levemente hacia los chicos. 

- Vamos Encre- lo alentó Suave, haciendo un gesto con la cabeza hacia la puerta de la cocina- Estoy seguro que aprenderás rápido.

Encre no pudo evitar contagiarse de su entusiasmo y dejó que una rápida sonrisa apareciera  en su rostro. Caminó hasta donde estaba Suave apresurado por aprender lo que sea que tuviera para mostrarle, si era eso lo que tendría que saber para mantenerse con vida, entonces lo haría. No podía ser tan difícil orientarse en un castillo.

...

Por otro lado en el pueblo se podía decir que últimamente Eterna se paseaba con un buen humor que no era normal, luego de lo que ocurrió en la Iglesia parecía que algo había cambiado en ella. Algunos de los pueblerinos levantaban la vista solo por la curiosidad de verla pasar con una sonrisa, era algo que los perturbaba, se notaba que no era algo que estuviera acostumbrada a hacer. 

Se preguntaban qué era lo que había cambiado ese día para que ella cambiara de esa manera. Se preguntaron si algo tendría que ver con la persona encapuchada que habían visto. Esto parecía haber iniciado con su llegada. También es cierto que se la pasa más encerrada de lo que podrían admitir. Ya no patrullaba las calles con su ballesta en mano, ya no se la pasaba dándole a todos una forma de vivir sus vidas para estar más seguros. Ni siquiera entrenaba a los jóvenes que querían, como ella, convertirse en cazadores y proteger su pueblo.

La Magia De Las Almas (Encre x Fallacy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora