V. SOLO LO SÉ (SEHUN)

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Habían pasado 3 semanas desde mi debut y desde que encontré a Ale, nuevamente mis recuerdos aparecían, eran rápidos, pero lo bueno era que lo recordaba. Quedé con Ale para hoy encontrarnos en algún restaurante, pero lo pensé bien y le dije que mejor en su casa. Ella prefería no salir, ambos ya sabíamos la razón, nuestros managers nos habían asustado.

Luhan todavía no volvía de China, así que no había quien me llevara a recordar las cosas que había olvidado de Ale.

Me duché y me alisté para ir a la casa de Ale, subí a mi auto. Estaba nervioso mientras conducía, tenia miedo de lo que pasaría en la casa de ella. No sabía si podría controlarme ya que la última vez que la vi, la asusté con el abrazo que le di. Ese día, ansiaba con ganas sentirla cerca de mí, oler su cabello nuevamente, aunque la haya olvidado, recordaba su olor y su voz. Estaba tan inmerso en mis pensamientos, que no me había dado cuenta de que ya estaba en la entrada de su departamento. Me abrieron la puerta y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba en su puerta. Toqué y esperé que Ale me abriera la puerta.

-          Hola Sehun, pasa. – dijo haciéndome una seña para que ingresara.

-          Ale, ¿estas bien?- fue lo único que se me podía ocurrir preguntarle. Sentía que ambos no teníamos confianza, se que antes éramos íntimos, pero ahora, esa confianza se había perdido y había quedado enterrada con nuestros recuerdos olvidados.

-          Si Oh, estoy bien.- dijo haciendo una mueca un poco extraña. Nos sentamos en el sillón y el silencio se apoderó, parecíamos desconocidos. Me limité a ver mi mano y el anillo que por alguna razón llevaba.

-          Sehun, rompamos el hielo, nosotros tuvimos mucha confianza antes, pero no quiero sentirme incomoda. Una pregunta, ¿tu estas recordando? bueno, yo ya recuerdo cosas, ¿pero que hay de ti? – No le había contado a nadie que ya estaba recordando, ni siquiera al doctor que me atendía.

-          Si, recuerdo por partes. – le respondí.

-          Porque no se lo has dicho a Luhan – dijo con tono de reprocha- ¿No sabes lo preocupado que esta él con tu salud? El hace de todo para llevarte a los lugres en los que hemos estado. Y yo preocupada de que no me recuerdes. – terminó su oración, con las mejillas rojas, no sé si era de la cólera o que estaba avergonzada de lo que decía.

-          Ale, yo, yo no quería que te pusieras así. Estoy bien, no recuerdo todos los días, es solo cuando estoy relajado. Es difícil para mi decirle a Luhan que estoy recordando porque el me llevaría al hospital. – vi como su ceño fruncido desaparecía con cada palabra que decía.

-          Ven – dijo extendiendo su mano para que la tomara. – tengo algo para ti.- sostuve su mano y ella me dirigió hasta su habitación. Me senté en el sillón que estaba frente a su cama.

-          ¿Porque me has traído  tu habitación?- ella me miró y se dirigió hasta su mesita de noche. – estas pensando en algo extraño Kang Ale- le dije sonriendo. – ella se rió y se acercó a mi, sentándose a mi costado.

-          Toma, abre tu mano – dijo estirando la suya.- no te preocupes, no es nada de lo que estas pensando. – dijo mientras se ponía de pie.

-          Esto es… esto es un anillo. – le dije mientras que ella volteaba a mirarme.

-          Si, ¿sabes porque lo tengo? No, esa no es una buena pregunta. ¿Recuerdas este anillo? – Ale se había arrodillado delante de mí.

-          No, no sé. ¿Porque me enseñas un anillo?- le pregunté desconcertado.

-          Mira bien el anillo, lee lo que está grabado. – me dijo, sentándose a mi costado.- cuando lo empecé a mirar vi mi nombre y el de ella, grabado dentro del anillo. De pronto pude sentir una lágrima asomándose por la esquina de mi ojo.

-          Se que no lo recuerdas, yo solo recordé un poco. Tu también tienes ese mismo anillo- dijo señalando el que tenia puesto en el dedo. Nunca me lo quitaba, sentía la necesidad de llevarlo siempre conmigo, nunca me pregunté la razón. – Sehun, ¿quieres que te ayude a recordar?

-          ¿Que tipo de pregunta es esa?- le dije con una sonrisa juguetona.

-          Deja de pensar mal. Échate, he visto como el doctor hace que recuerde partes de los recuerdos olvidados. – me dijo.

-          ¿Qué es lo que tengo que hacer? No entiendo. – le pregunté

-          Solo recuéstate, te tienes que quedar dormido, cuando tu mente esté en blanco, entenderás que en cualquier momento los recuerdos vendrán a tu cabeza. Intenta mirar todo los recuerdos que tu cabeza te puede dar.

-          Pero, no te vayas, no quiero despertar solo.

-          Sehun, no me iré, te lo prometo. Ahora échate. – Ale, tomo mi mano y me relajé un poco, cerré mis ojos, pasaron 5 minutos y me pude quedar dormido. Estaba asustado de que Ale se vaya o de que no pueda despertar. Temía que al abrir mis ojos, todo hubiese sido un sueño.

-          Tú eres como ellas.- le dije a Ale.

-          ¿Como? – me preguntó mirándome.

-          Puedes brillar por ti misma, eres como las estrellas. – le dije.

-          Pero las estrellas solo salen de noche. –me dijo sonriendo.

-          Ahora yo solo puedo verte de noche, ya que ambos estamos muy ocupados durante el día. – Le dije apoyando mi cabeza en su hombro.

-          Encontraremos la manera para vernos mas seguidos. – dijo Ale

-          No importa si no nos vemos todos los días la cosa es que halla el interés de querernos ver.- le dije.

-          Sehun yo… - la besé y mientras lo hacia saqué la pequeña cajita que estaba en mi casaca.

-          Ale, se que no tenemos mucho tiempo conociéndonos, talvez sea algo ilógicos para algunos pero para mi no. No quiero perderte, quiero estar contigo para siempre –le dije  – Respóndeme la pregunta 10… ¿Te casarías conmigo?

-          Sehun, Si, si quiero.

-          Vámonos, ya es tarde.- dije estirándole la mano.

-          Si, esta bien – dijo sujetándome. 

REMEMBER 2da TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora