7-

265 11 0
                                    

-Mi bebé:
Lo siento te tengo que dejar, los demonios me vienen persiguiendo ya perdí a tu padre y no te voy a perder a ti.
Te prometo que si me salvó de esto te buscare y te explicaré todo.
Me tengo que ir te amo mi pequeña Alisa mi lobapiro- una lágrima corrió por mi mejilla.
-Tranquila te encontrará.
-¿Que haría sin ti Ana?
-Tranquila siempre voy a estar aquí.
Ella me abrazo y empecé a llorar.
La puerta se abrió de golpe y entró Agustín y nos miró asustado.
Las dos lo miramos asustadas.
-¿Que pasa?- dijimos las dos al unisono.
-Demonios.....
-¿Que?!!!!- gritamos.
-No era una expresión- dijo Agustín con una sonrisa- ven sigue me Alisa.
Fuimos, Ana vino conmigo, donde Agustín nos guió.
-¿La biblioteca?-pregunto Ana.
-Lo encontré.
-Al libro?
-si.
Yo me los quede viendo no entiendo nada.
-¿Que libro?¿De que hablan?
-ven.
Entramos a la biblioteca y era enorme.
-Tu madre dijo que eres un lobapiro.
-Si.
-¿Tu Madre?-dijo Agustín tonto.
-Por la carta.
-¿Donde esta?.
-Aquí- tomo un libro azul con una luna y otro rojo con un ojo del mismo color.Abrió el azul poniendo su mano en la Luna.
-La leyenda que sólo un lobo puede abrir este libro ninguna criatura más y que sólo a ese- dijo Ana señalando el rojo- sólo un vampiro lo puede abrir.
-¿Y si quieres leer lo de los vampiros ustedes que son lobos?.
-No podemos.
-Pero tu ¿Podrás?
Ella cerró el libro, yo coloque mi mano en la luna y este se abrió. Puse mi mano en el rojo y también se abrió.
Ana me miró asombrada.
-Me tengo que ir me llaman- dijo Agustín empezando a correr.
-Uauu eres grandiosa, espera...
-¿Que pasa?
-Vino el hermano de Agustín y está para el crimen.
-Ve.
-No quieres venir?.
-Voy a leer un poco mejor.
Ella asintió y se fue corriendo.
Me senté en la silla y comencé a leer sentí que me miraban levanté la mirada y no había nadie ¿Que raro? Volví mi vista al libro y escuche unos pasos mire para el frente y no había nadie mire para mi costado y di un saltito sobre la silla al ver a Tomás ahí.
-Tomas...-susurré.
-Tus ojos.
-Ah mmm si...
Miro el libro y sonrió.
-Eres vampiro..
-No sólo eso- el me miró mientras fruncia él ceño yo puse mi mano sobre el símbolo del libro de los lobos y este se abrió.
-Ah....
Mire el libro y lo volví a mirar y ya no estaba.
Eso fue extraño.
(...)
Terminé de leer y Volví a mi habitación.
Me acosté mañana comenzaría las clases.

Ya no soy la misma de antesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora