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Segundas oportunidad.
Todos merecemos el intento de enmendar nuestros errores. Todos nos hemos equivocado y nos hemos arrepentido, somos humanos, nacemos con esas imperfecciones que tanto odiamos. Pero el problema no es que nos regalen la oportunidad de sanar la herida que nosotros mismo provocamos, el problema es que en muchas de esas oportunidad que nos da la vida solo cometemos la imprudencia de abrir la herida, de hacerla mas grande. Muchas personas tenemos ese temor al regalar las segunda oportunidad a alguien que ya nos ha hecho daño, a alguien que puede volver a herirte con mas fuerza, pero eso nunca me ha impedido dejar de lado mi filosofía.

De eso se trata esta historia.

Recuerdo todo como si no hubiera pasado el tiempo, mi relación con David era mucho mas una amistad que un noviazgo, nos habíamos hecho demasiado unidos, pero no había fuego en la relación. Nos llenábamos de recuerdos el alma pero no era mucho mas profundo que los mismo recuerdos que atesoro de mis otros amigos. Nunca pude dejar de lado la idea de que aunque me sentía mucho mas amiga que novia, nuestra relación iba mas allá de una relación amistosa.
Lastimosamente nuestra relación trajo bastantes comentarios fuera de lugar o reacciones entre los mas allegados a él. No sabía cual era mi pecado, ese pecado que decían que había cometido que convertía en aquello que no querían para David, pero lo mas chistoso del asunto es que su madre me amaba, amaba mi relación con él y deseaba que las cosas salieran bien, en ese momento era lo que nosotros también deseábamos, pero él era nuevo en tener una relación profunda, real, con compromiso, y cualquier comentario que llegaba a sus oídos lo hacía dudar de lo que quería conmigo. A los dos meses de nuestra relación empezaron los problemas. Basto un mes para que nuestra relación fuera tan única como la vida misma, anhelaba el momento de verlo y valoraba cada milésimo segundo que podía darle un abrazo, nos veíamos una vez al mes, él acababa de empezar la universidad y yo esperaba tener más tiempo para la universidad.

Andrés, Lily, Hilda y Sofia se salieron de la universidad. Me dolía mas que cualquiera que Andrés ya no fuera mi acompañante de aventuras, y aunque era difícil estar sin él ahora podía ver mucho mas tiempo a Sebastian.
Tatiana, Sebastian y yo eramos mas unidos ahora, nos veíamos cada vez que teníamos algún espacio. Tatiana y yo estudiábamos cine pero ella iba en otro grupo ahora y no podíamos vernos igual que antes, aunque seguíamos hablando ambas tomamos ciertos rumbos diferentes. Sebastian por otro lado estudiaba literatura, aunque no le gustaba, él seguía queriendo estudiar cine. Pero yo le deseaba lo mejor y esperaba que fuera el mejor en lo que fuera que decidiera estudiar, por el momento se esforzaba demasiado para ser el mejor en su carrera y lograr un buen promedio para hacer un cambio de carrera y volver a estar juntos.

- Literatura es demasiado fácil - dijo Sebastian sentándose a mi lado en la cafetería.
- Mejor, así seras mas fácil el mejor y para el otro semestre volverás a ser mi compañero - dije dejando de lado el proyecto que estaba haciendo para darle completa atención a Sebastian.
- Así espero que sea, aunque debo estar por lo menos 3 semestres en esta carrera. - dijo desanimado.
- Y en el 4to semestre te tendré molestándome nuevamente. - dije tratando de animarlo.
- Odio cine, me volveré traficante - dijo Tatiana llamando nuestra atención y sentándose a mi lado.

No pudimos aguantar la risa por el comentario de Tati. En ese momento roce un poco el hombro de Sebastian, mi risa se fue enseguida, fue como un choque eléctrico que solo iba en mi dirección.

- Ya te acostumbrarás - dijo Sebas entre risas.
- Jumm y tu como vas escritor! - dijo Tati medio burlándose de Sebas, lo que provocó que medio perdiera su hermosa risa.
- Bueno cálmense - dije mirando a Tati para que se callara, ella sabia cual era la situación de Sebas y no era justo burlase de él.
- En fin, como te va a ti con David, Cami? - dijo Sebas con tal de no pelear.
- Bien, cuesta un poco por la distancia pero bien. - dije.
- No se como puedes tener una relación así, no se ven, no parecen novios. - dijo Sebas
- Se llama confianza - dije haciéndome enojar.

La imposibilidad de olvidarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora