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La noche pasó. Corta para algunos, larga para otros. Por ejemplo, a Daryl se le hizo muy larga... Pero, de momento, eso no lo sabía el hombre de rulos.

El grupo había llegado a una prisión, la cual limpiaron a conciencia de caminantes por tener en su grupo a una embarazada, Lori.

—¡Pero yo necesito esa celda para estar más segura! — Se quejaba la mujer.

—¡Yo me la pedí antes! — Defendía el asiático.

—Parad ya. Glenn, quédate en una de las celdas de arriba... Lori tiene razón en que no debería bajar y subir tantas escaleras todos los días. — Interrumpió Rick, sobándose las sienes con dos dedos. Le explotaría la cabeza si Lori seguía igual de chillona.

Todo había empezado porque Glenn se había pedido primero la única celda que estaba al lado de la de Maggie, y en la planta baja no quedaban más lugares libres, por lo que ella se quejaba y se quejaba, como siempre.

—Bah... — Se quejó Glenn, pero al final solo le dio una mala mirada a la morena y subió al piso de arriba.

El de ojos cielo se iba a marchar de ahí sin más, pero la mujer le detuvo al agarrarle del brazo.

—Rick... Me siento demasiado... — Se acercó a su oído, haciendo sonidos lascivos y que asquearían al más pintado -al menos que Lori fuera Maggie y estuviéramos hablando de Glenn, por supuesto-. — Caliente... — Completó, pegándose al hombre todo lo que su enorme barriga de 8 meses le permitía.

Pero Rick se soltó, mirándola casi de tan mala manera como lo había hecho Glenn unos minutos antes.

—Mejor vete a dormir... Necesitas energía para el bebé — Murmuró antes de irse, sin voltearse ni un milímetro.

Se fue directo a ver la verja, suspirando.

Su grupo echaba de menos a Daryl... Y tanto Hershel como Maggie lo estaban pasando el doble de mal por la desaparición de Beth.

Y para qué engañarse. Él extrañaba a Daryl sobre todos los demás.

No entendía por qué Lori ya no le calentaba ni un poco. Pasó de un día para otro. Por la mañana se erectaba sólo con pensar en sus pechos, pero al día siguiente ni tocándola en los lugares que más amó en un pasado conseguía levantar el asunto.

Enlazaba lo que le pasaba con el hecho de que le estuviera engañando delante de sus narices, ya que ese día que dejó de excitarle ella fue el mismo en el que se enteró de sus cuernos... Pero lo que no sabía es que el cuerpo nunca olvida.

Tampoco entendía por qué desde que Daryl se fue a medianoche, Carol le evitaba, y desde lejos le miraba con una cara de total repulsión, como si le odiara.

Volvió a suspirar, mirando el bosque.

—¿Dónde estais?... Beth... Daryl... Daryl...

וLOST ON YOU•× - [[Rickyl]] - M-pregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora