Una nueva vida P.3

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Han pasado algunas semanas desde que le revele a aquel chico mi orientación sexual, sólo él lo sabe, en teoría, así que decidí decírselo también a los otros chicos a los cuales les tengo más confianza, lo tomaron de una buena manera, al menos eso creo. Siguieron pasando los días y deje de ser tan inseguro, empecé a confiar más en ellos y deje algunas de mis cosas raras; Ya no me daba miedo hablar ni mostrar quien era realmente, aunque nunca me quite el suéter por miedo a ser juzgado, los cortes fueron algo que hacía por masoquismo pero de cualquier manera no quería que lo supieran.
Gracias a ellos y al paso de los meses deje casi que por completo mi depresión, aunque algunos días me daban ataques repentinos de depresión, pero muy rara vez.
Con el tiempo aquel chico casi no salía, lo veía muy rara vez y sentía que cada vez nos distanciabamos más, casi no hablábamos y él empezó a ignorarme. Un día llegue al parque y él estaba ahí, estaba hablando con los demás, les estaba contando que le enseñó una foto mía a una de sus compañeras, ella dijo que yo se le hacía atractivo, él no lo tomó de muy buena manera pero de igual modo yo le hablé a ella. Con él tiempo me enteré de que a aquel chico le gustaba ella, al mismo tiempo que le gustaba yo pero no le di mucha importancia, al paso de las semanas me enteré de que como a aquel chico le gustaba ella y no soportaba la idea de que yo le gustará a ella y no él, le dijo que yo soy gay, entonces me dio demasiada rabia y le dije a ella:
"-¿Oh, él te dijo eso? Dime, ¿De casualidad te contó todo? ¿Te contó que a él también le gustan los chicos?"
Yo me sentí tan bien al hacer eso; Normalmente soy una persona en la que se puede confiar pero una vez que traicionan mi confianza yo hago lo mismo que ellos, creo que aprendió la lección.

A partir de ahí se arruinó la relación entre los tres. Él dejó de hablarme y yo aún seguía hablando con aquella chica, ella me contaba las cosas que solían pasar en el colegio con aquel chico, y debo admitir que yo también le preguntaba sobre él. Habían días en los que le veía por la calle y hacia como que no lo conocía, ni yo le dirigía la palabra a él ni él me dirigía la palabra a mí, y ambos evitabamos el contacto visual, además odiaba hacer eso, cada día esperaba verlo aunque sabía que no podía hablarle, que no podía acercarme a él, sabía que él estaba furioso conmigo pero para mí el simple hecho de verlo a la distancia me hacía feliz, supongo que no se necesita ver a alguien o hablarle todos los días para enamorarse.

Melancolía de un corazón roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora