The light of my darkness

El Encuentro

Jane
Él viento choca en mi rostro, y me revuelve él cabello detrás, mis pies ya me duelen por pisar él acelerador, mis manos ya se cansaron de rodear él volante y mi trasero se esta poniendo plano.
Encontré un disco de Adele y admito que me gusta.
¿Que sera de ella?
Valla, es una mujer muy famosa, ¿habrá sobrevivido?, o ¿Tal vez esos monstruos la atraparon?, no lo se, pero en honor a ella, canto las canciones que mas me gustaron.
Las casas y edificios comienzan a aparecer, no son muchos, pero probablemente estoy cerca de New York.
Escuchó en la radio que según ya tienen todo bajo control, y que él centro de resguardo esta en Central Park, algo bastante obvio teniendo en cuenta que él lugar es grande.
Doy vuelta y veo él puente de... Rayos, olvide él nombre, bueno es muy grande, se parece al Golden Gate.
Carros estacionados, apagados y con puertas abiertas y parabrisas rotos obstrullen él paso libre por el puente, por lo que tengo que serpentear entre los coches, mientras aplasto conos y señales viales.
Un sonido de látigo suena detrás de mi, detengo un poco él auto y volteo a ver esperando poder visualizar lo que hay detrás, o que a pasado.
Una de esas cosas, solo que aun mas grande, prácticamente del tamaño de un horangutan, comienza a romper unas cuerdas metálicas del costado del puente, una presión sube sobre mi comienzo a acelerar en silencio, pero veo a lo lejos mas de esas cosas, aun como lagartos, corriendo en cuatro patas hacia acá.
Un grito unísono recorre todo él lugar y se dispersa por él océano, mientras mi pie pisa él acelerador y mis manos sostienen él volante, serpenteando rápidamente todos los autos enfrente.
Salgo del puente rápidamente mientras una preocupación y angustia por él hecho de que esas cosas están cerca corre sobre mi cuerpo.
Doy la vuelta a la calle y reinicio la huida.
Doy vuelta hacia la izquierda y entro en la ciudad.
Veo los edificios intactos, pero solos, la calle esta despejada, pero tampoco hay nadie, lo que puede ser bueno, ya que esas cosas no dañan a alguien mas que a mi, y bueno, también la parte negativa de esto es...
¡NECESITO AYUDA!
Doy la vuelta a la calle, mientras escucho vidrios y metal romperse.
Me acerco a mi pistola, siento un golpe en la parte trasera del auto, me deshabilito, y jalo él volante por accidente, él auto da una vuelta brusca, haciéndonos volcar y chocar contra cajas de no se que, perdiendo la conciencia.
Un olor a caño llega a mi nariz, despertándome de sopetón, veo a mi alrededor, veo fuego, cosas volcadas, un par de armas y...
ESAS COSAS TRATANDO DE ENTRAR.
Estoy colgado del auto gracias al cinturón de seguridad, trató de quitarlo, pero se ha atorado, esas cosas ganan tiempo, así que mejor me estiro y tomo una pistola que esta cerca, le quito el seguro y apunto a la cabeza de esas cosas, mientras jalo él gatillo y les quito sus vidas, si es que tienen, o si es que realmente se las quito.
Esas cosas dejan de atacar, se escuchan de nuevo, pero mas lejos, y parece que gracias a olor del humo y los cuerpos pútridos de esas cosas a mi alrededor pasan de mi.
Con la punta de una flecha que se salio del carcaj que se encontraba en él asiento trasero corto él cinturón de seguridad.
Caigo sobre los restos de vidrio templado y metal.
Salgo del auto con múltiple dolor en todo él cuerpo, pero sin ninguna herida grave, puede que en ciertas ocasiones él cinturón sea realmente útil.
Muevo la puerta del auto con esfuerzo, mientras provoca gran ruido del metal contra él concreto.
Una vez con la puerta abierta, sacos mis cosas, un poco revueltas, pero sanas.
Reviso si de casualidad algo se rompió en la mochila, y gracias al destino, no.
Tomo él arco que esta en perfecto estado, recupero las flechas caídas y las meto de nuevo en él carcaj, y cuando acabo, me lo pongo donde estaba, al igual que la mochila.
Dos pistolas tiradas en él suelo, las tomo, pero mi cabeza reacciona.
Solo deje una afuera
Las guardo mientras miro al rededor del auto volcado, y encuentro balas y armas que yo ni siquiera tenia, tomo él rifle que si tenia, me lo pongo detrás, y comienzo a mirar las armas que están caídas, pero él sonido de los pasos y rugidos de esas cosas se acerca, así que sin pensarlo comienzo a correr hacia un edificio, bastante grande, me adentro en él, busco un escondite desde donde pueda ver que hacen esas cosas al ver mi auto volcado, me meto en él, saco él aromatizante y rocío lo que mas pueda, aromando de un olor a jazmín todo el lugar.
Él cabello me comienza a picar la cara,así que saco una liga y me no amarro, mientras veo como esas cosas se acercan al auto, con los ojos blancos abiertos, oliendo los tres espécimenes muertos en él suelo, una bestia mas grande, la que parece hombre lobo, llega, y de un rugido, manda a los otros hacia no se donde, pero él se queda, esperando que no halla nadie.
Y cuando se percata de su soledad, así sin mas comienza a comerse a los reptiles, arrancando piernas y comiéndoselas casi enteras de un bocado, derramando sangre en  todo él lugar, dejando sólo huesos rotos en él suelo.
La imagen me causa repugnancia, pero esta bastante entretenido en su comida así que comienzo a caminar hacia adentro de este lugar, que por lo que veo ahorita, es un centro comercial.
Comienzo a correr hacia dentro, pero del movimiento, una flecha se me cae, volteo, tratado de atraparla, pero lo empeoro, ya que la empujo mas, y cuando cae al suelo, él sonido de la obsidiana contra él piso pulido hace vibrar las ventanas y vidrios.
¿Como es ue un sonido de algo ta pequeño puede causar un estruendo gigante?
La bestia comienza a avanzar hacia dentro del centro comercial en cuatro patas, analizando su entorno.
Tomo la flecha rápidamente y la pongo en él arco, jalando solo un poco la flecha sobre la cuerda, me hago hacia atrás, y desde aquí, veo movimiento un poco mas abajo, por la calle.
Es un chico y un niño, él niño mira hacia él cielo, buscando algo, y de repente me mira, y puedo sentir la alegría en sus ojos, que se esfuma rápidamente cambiada por un grito de agonía.
Volteo a veo a la bestia sobre dos patas, prácticamente observándome, da un rugido que hace retumbar los vidrios y que mis oídos se tapen, y luego comienza a correr hacia mi.
Jalo la flecha, apunto a su cabeza y suelo la cuerda, la flecha atraviesa su boca, se detiene un poco, toca la flecha, y la rompe de un jalón, gruñendome y enseñándome los dientes filosos que posee.
Comienzo a correr mientras miro hacia abajo, y veo al chico grande cortando pedazos del niño, que tiene los ojos cerrados y sus puños igual.
Tomo de nuevo una flecha, doy vuelta a la izquierda siguiendo mi huida, la pongo en él arco, volteo y suelto la flecha, esta le da a en él hombro, pero sigue corriendo.
Veo, no muy lejos, las escaleras eléctricas que comunican al segundo piso sin utilizar.
Corro hacia ellas, saco una pistola, le quito él seguro, doy vuelta entre saltos, y disparo dos veces, golpea en su estomago y en su pecho, su velocidad baja, pero no se detiene.
Tomo él arco por sus orejas y lo lanzo hacia el segundo piso, no se donde cae, pero por lo menos esta allá.
Comienzo a subir las escaleras, mientras siento como todas las cosas de mi espalda y mi voluminoso pecho saltan provocándome dolor.
La bestia llega a la escalera, y comienza a subir como si estuviera escalando una montaña, volteo y disparo múltiple veces, dando en los hombros y las piernas.
La potencia de la pistola me hace retroceder los brazos, pero siempre regreso a disparar una vez mas.
La bestia se acerca mucho y muy rápido, y aprieto él gatillo, pero esta vez no sale nada del cañón.
¡DEMONIOS!
Comienzo a subir de nuevo, mientras buscó frenéticamente mi mochilita de munición... ¡NO ESTA!
Aviento de nuevo la pistola hacia atrás esperando pegarle, pero siento un jalón en mi pierna, caigo contra él filo de las escaleras.
La bestia me jala, y uno de mis senos queda atorado en un filo, provocándome una oleada de dolor.
Sus garras toman mi mochila y me hace había atrás, entonces veo una pistola... LA SEGUNDA PISTOLA.
Que quito la mochil instintivamente y aventandone hacia la pistola me desprendo de su control.
Choco contra él filo de las escaleras pero no me interesa, tomo la pistola y le quito él seguro, volteo, apunto y disparo, atravesando la cabeza de esa cosa, en donde puedover el orificio que atraviesa de un lugar a otro.
La bestia cae por las escaleras, llegando al principio de estas, lágrimas salen de mis ojos, no se si por que estaba a punto de morir o por que sigo viva, de todos modos, me seco las mejillas, tomo mi mochila, acomodo las cosas sobre mi espalda y comienzo a subir por las escaleras, llendo por mi arco.
Mientras camino al lado contrario de donde están las escaleras, por que mas o menos por ahí calló mi arco.
Veo los locales, abiertos y con acceso libre, ¿Sera un delito robar en estas sircustancias?
No lo se, pero veo un lugar de utelcilios de cocina y del hogar, y algo me dice que entre y vea que hay, así que lo hago... Él arco puede esperar.
Él olor a madera y metal con pintura permanente llena él lugar, miro sartenes y cosas así, me acerco a los estantes, y ahí, al final de pasillo, hay como palos de madera, me acerco, son de Roble, según yo, es una madera bastante resistente.
Tomo un palo, le quitó él plástico y las gomas de los extremos, no es hueco, lo que hace ques EA resistente, que si de por si es pesado.
Lo trató de doblar para probar su eficacia, y término lastimándome la rodilla gracias a su grosor, así que si, es bastante resistente.
Con dos palos en mano, busco cuchillos en ka parte de cubiertos, encuentro de todos los tamaños y formas.
Tomo varios cuchillos largos, de color plata y mango metálico.
También tomo unos gordos, que parecen de carnicero.
Con los cuchillos en mano y los palos bajo él brazo salgo del local mas contenta que un teletubie, busco algún lugar de herramientas, y para mi fortuna, esta frente a donde se encuentra él arco.
Corro hacia allá, pateo él arco hacia dentro del lugar, dejo mi mochila y en carcaj en él mostrador y busco taladros y tornillos, cuando las encuentro dejo todo en él suelo y con una extensión eléctrica comienzo a hacer las cosas.
Con tornillos largos clavo los cuchillos de metal al palo de madera, cuesta trabajo, ya que es metal, pero con un poco de tiempo se puede, poniendo así, cuatro cuchillos por palo, habiendo dos por cada lado, y uno de carnicero e medio de estos dos, haciendo una daga bastabr grande y peligrosa, las sostengo con un poco de cinta metálica y con goma para llantas hago un mango para los palos, llamándolos Dagas Asesinas.
No si la nombres ingeniosos.
Una vez acabando dejo las cosas como están, llego al mostrador y comienzo de nuevo a ponerme las cosas.
Dejo la pistola en él mostrador, ya que bueno, acabo de ver que solo había una bala, y eso me sirve ahorita como un novio, osease, para nada.
Me colocó primero él arco, después la mochila, él carcaj, una Daga Asesina, y la otra en una de mis manos.
Comienzo a caminar hacia la salida trasera.

"Ahhh"

Él sonido de un grito retumba fuera de la puerta, salto con prisa, por que aunque se que significa peligro, es alguien en apuros, y bueno, mi ética dice que hay que ser solidarios.

"Ahhh"

De nuevo él mismo grito, comienzo a correr y perseguir él sonido, bajando unas escaleras y dando vuelta en una calle, él sonido de un disparo dispersado se escucha, se parece al de una escopeta.
Me acerco tratando de no llamar mucho la atención, y veo la cola de una de esas cosas, un rugido se produce y esas cosas comienzan a correr.
Los disparos de la escopeta se escucha repetitivos, aparesco en él callejón y veo a lo lejos a dos chicos, uno con una escopeta, y otro sin nada.
Las bestias comienzan a trepar por las paredes con sus grandes garras.
Comienzo a correr hacia ellos, tomo la segunda Daga Asesina, dejo la mochila y él carcaj mientras corro.

–¡He!– grito, llamando la atención de los reptiles, estos se detienen y comienzan a "mirarme" por así decirlo.

Estos comienzan a correr hacia mi, preparo mis Dagas, y llega él primero.
Doy un dagaso, cortándole él cuello, doy la vuelta y le clavo la punta a otro, y él ultimo se lleva la mejor parte, clavándole las dos dagas en la cabeza.
Solo eran tres, y... ¿ESTOS IDIOTAS NO PUDIERON?
Regreso a por mis cosas, mientas escuchó los pasos de ellos, me pongo mis cosas, y él primero aparece.
Él chico es alto, de cabello castaño y ojos grandes, lleva una camisa a camuadros y un pantalón olgado de mezclilla vieja.

–Gracias, supongo – dice él chico de la camisa a cuadros cuando volteo a verlo, también veo al otro chico.

Él es un poco mas bajo que él de la camisa a cuadros, pero es mas guapo, tiene él cabello negro y degrafilado, sus ojos son cafés casi llegando al color miel, él flacho y lleva ropa casual.

–No hay de que– digo, encaminandome hacia la salida del callejon.

–Claro que si, Gracias, en serio– dice de nuevo el chico.

–Vale, tengan mas cuidado, él refugio esta cerca– les digo a los dos.

–¿Podemos ir contigo?– pregunta él chico del pelo negro, él otro lo ve sorprendido, pero yo solo le sonrío accediendo.