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Unas cuantas lágrimas se colaron por las esquinas de sus ojos.
Resbalaban por sus mejillas mientras por su mente pasaban todos los recuerdos de como le habían roto el corazón, de como habían jugado con ella, de todas esas veces que con confió... y la pisotearon.
Tantas imágenes tristes formaron un llanto silencioso y duradero debajo de la almohada. Al día siguiente, nadie se percataría, ni imaginaría el dolor que escondía esa sonrisa amarga e hipócrita frente a la vida.
Y cada día, luego de ese ritual liberador, dormirá con la esperanza de un último amanecer.

♡Cartas al Universo♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora