7. Situación Determinante

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-Katarina, se está muriendo. Talon se está muriendo.

-¡Ya te he oído decir eso, maldita sea! -Gritó con rabia. Sus ojos se veían llorosos, el color de su cara cambió, ahora había enrojecido completamente y con esto, sus puños se apretaron, apartando a la mujer que la obstaculizaba- Apártate.

Morgana no la detuvo, sabía de más y de sobra lo que pasaría, el asesino estaba despierto, pero no duraría mucho más en ese estado. Quizás, pronto perdiera la consciencia por la pérdida de sangre, aunque tuviera un objetivo que confesó cuando llegó a manos del ángel caído. Pero esto, se lo acabaron guardando hasta que llegara el momento. 

Llegó el momento, la pelirroja entró en la sala donde el hombre se encontraba, estaba tirado en la cama como si de un trapo se tratase, pero eso no le impidió levantarse como un disparo al ver quién decidía irrumpir en su momento de descanso. La miró como si de un ángel se tratase, dejó caer la mandíbula inferior unos milímetros, dejando un ligero espacio entre sus labios cuando la vio y sencillamente la dejó avanzar, siendo él en primero en hablar cuando esta de quedó de pie a su lado, percatándose del agua que había desbordado suavemente de sus ojos y que ahora acariciaban sus mejillas.

-¿Estás...? -Preguntó asustado por la reacción de la mujer, mas lo que más le sorprendió fue que esta se lanzara a sus brazos, rompiendo a llorar, esta vez sin contener su llanto-.

Él calló, y la chica sollozaba enfadada, triste, confusa, alterada. Un cúmulo de sentimientos corrían dentro de los más profundo de su ser. Era como si se le rompiera el alma a cada segundo, mas él hizo de tripas corazón, y tan pronto como vio la ocasión, alzó la barbilla de la mujer. La miró, ella fijó la vista en sus ojos, y como pudo, acabó besándola. Una corriente atravesó su cuerpo en ese momento, la muerte había conseguido que se atreviera a hacer lo impensable, pues todos sabían lo que el hombre sentía por ella, todos salvo la misma.

Katarina calló, no puso pegas a ese beso. Lo necesitaba, sabía en lo más profundo de su ser que estaba mal, pero lo necesitaba. Se separaron por un momento, se volvieron a mirar, y esta vez, Du Couteau apartó la mirada. No lo soportó, la magia había finalizado, y hecha un lío y aún con los ojos llorosos, salió de la habitación tras disculparse con la pálida versión de su subordinado. Él no pensó nada, sabía que se moría. No sabía si lo contaría, pero si lo hacía, había decidido que ese beso no sería el último, y así pasó los siguientes días hasta que cayó dormido por otro tiempo algo más largo.


Mientras tanto, en ese lapso de tiempo Shyvana se había recuperado, Poppy le había hecho compañía y todo parecía haber vuelto a la normalidad en Demacia. Lucian y Vayne salieron con la mujer dragón y la yordle del palacio de Jarvan en cuanto tuvieron oportunidad, ya que al fin le daban el visto bueno por parte de la curandera y no iban a desperdiciar esa oportunidad. La verdad era que ese descanso les había venido bien a todos, ya que los cazadores tuvieron unos días de relax, y la duelista Fiora y la guardiana del martillo decidieron tomarse unos días para quedarse con la dragón, aunque desgraciadamente, la noble no pudiera disfrutar del alta con los demás.


Semanas más tarde todo llegó a la normalidad, o eso se creía en el reino. Será por poco tiempo la paz que se mantenga en esa Ciudad-Estado a la que tanto aprecio tenían los burgueses habitantes. Swain se encontraba en la Sede de Demacia entablando una disputa con Jarvan IV, el rey demaciano.

-¡No! -Exclamó el hombre de armadura dorada- No pienso cederte nada de lo que me pides. No habrá rendición, ni habrá peticiones de guerra. Y si sigues así, tendrá que ser declarada.

-¿Te estás escuchando? -Dijo algo más calmado su contrario- Sólo trato de preservar la paz, garantizar el mayor número de personas posibles, ¿verdad, Beatrice?

Miró a su pájaro antes de que se levantara, su cuervo reposó en el hombro de su dueño en cuanto este se levantó y soltó un graznido que indicaba el final de la conversación.

-Pero en fin, Jarvan... es imposible negociar contigo -Sonrió maliciosamente- Llevamos cuatro horas aquí y sólo has sido capaz de gritar y soltar berridos por esa boca de mal educado que tienes. con semejante rey se ha topado Demacia.

-Lárgate de aquí -El monarca hizo una pausa, golpeando luego la mesa redonda en la que se encontraba, levantándose de golpe y tirando su silla hacia atrás- ¡Ahora!

-Por supuesto, majestad -Susurró el hombre mientras iba en dirección a la puerta, dándose la vuelta antes de llegar a la misma- Espero que sepa que esto es la guerra, ¿no es así?

-Dalo por sentado, Swain. Esto es la guerra.

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Y sacabó. Es corto, breve. Lo noto falto de explicaciones, pero he decidido experimentar un poco. Si os gusta decidme qué os parece, y si no, también pueden decirme que vuelva al antiguo formato. Espero que os haya gustado, y poco más. Actualizaré más pronto que veces anteriores. Hasta pronto =D

                                                                                                                                  -KuroMoon

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⏰ Última actualización: Apr 08, 2017 ⏰

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Extinción. - League of Legends (Lucian x Vayne)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora