Pasado Parte 1

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Al siguiente día ayudé a Hinata a arreglarse, sé que va a ser difícil para él pero será temporal.

-Bien Hinata ¿listo?

-Sí, gracias Kageyama

-De nada, ¿no olvidas nada?- Me reí al escuchar eso de Kageyama- ¿Qué pasó?

-Nada, es que te pareces a mi mamá

-O a lo mejor es que sigues siendo un niño en el fondo

-Kageyama- él se acercó y tocó mi cabeza y me sonrió, eso hizo a mi corazón palpitar, a pesar de no tener memoria me siento muy a gusto con él

-Vámonos- Antes de llegar a la entrada sonó el timbre- Espera

-Claro

Me quedé sentado en la sala y oí mi nombre

-¿Y Hinata?- Esa voz era familiar, me levanté e intenté caminar hacia la puerta, al llegar vi que era Oikawa-san, me quedé ahí, verlo me hizo feliz

-¡Oikawa-san!- hizo a un lado a Kageyama y se acercó a mi

-¿Cómo estás?

-No muy bien

-Es lo que veo, ¿vas para la universidad?

-Sí

-¿Los llevo?

-Lleva Hinata, recordé que tengo algo que hacer, perdón Hinata, me voy

-Espera Kageyama- él se fue, su rostro reflejaba dolor y sentí un gran pesar dentro de mi al verlo en ese estado

-¿Hinata?

-Perdón

-Entonces ¿nos vamos?

-Claro

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Hoy conocí a el gran rey, bueno en realidad se llama Oikawa Tōru, y se notó que era alguien popular, al entrar a la cacha se escucharon los gritos de una par de chicas y el susurrar de algunos espectadores, a pesar de estar en un partido contra su equipo, no podía quitarle la mirada de encima, la manera en la que jugaba era realmente muy buena, estuvieron a punto de ganarnos.

Antes de irnos me acerqué a donde se encontraba.

-¡Hola!- tal vez fui un poco ruidoso ya que se espantaron al escuchar mi voz

-¡Oh pero si es el pequeñín! Debes de tener muchas agallas, mira que acercarte después de habernos ganado y exhibi- se escuchó un golpe

-Déjalo Oikawa, tal vez si alguien hubiera llegado antes no hubiéramos tenido que pasar por esto

-Pero Iwa-cha~n estaba lesionado

-Entonces no reclames nada, ¿Quieres decirnos algo?

-Bueno, quiero hablar con Oikawa-san

-¿Conmigo? ¿De qué?

-Nosotros nos vamos a los vestidores, pueden platicar a gusto

-¿Iwa-cha~n no me vas a esperar?

-Claro

-¿En serio?

-No, y no ignores a la gente, vámonos

-¿Y de qué quieres hablar?

Él tiene una actitud burlona y le gusta provocar a la gente

-Eres realmente bueno, lo escuché de Kageyama y con el partido de hoy noté que era cierto

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