Partido de fútbol

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Cap. 10

(Parte 1/3)

Llego a la escuela y lo primero que noto es algo bastante inusual.

Todos están de buen humor.

Comúnmente en las mañanas, la mayoría se encuentra en sus salones pareciendo muertos en vida, con sus ojeras lo más visibles posibles y apoyados sobre su mesa para poder dormir.

Pero extrañamente hoy muchos, de hecho todos, se encuentran afuera, conversando con sus respectivos grupos de amigos.

¿Qué mierda les pasa a todos hoy?

Sigo caminando y me detengo, de nuevo, al ver como llevan unos chicos de último año mesas largas a lo que parece ser la cancha de fútbol.

- ¡VAMOS EQUIPO!-. grita un chico que aparece frente mío haciendo que de un pequeño salto del susto.

- Oye, ¿De que hablas?-. Pregunto al chico con el ceño fruncido.

- Hoy es el primer partido del campeonato de fútbol, jugarán los de 2°A contra los de otra escuela, ya que ese salón fue el que ganó el año pasado-. Responde para después alejarse y seguir con sus gritos.

Oh, mierda.

Para eso quería tanto Julián que fuera a verlo a su partido hoy. Este debe ser muy importante supongo.

Lo bueno es que el partido es después de clases, así que puedo ir a mi casa a cambiarme y volver para ver el partido.

Sigo mi curso a mi salón y al llegar no puedo evitar expresar sorpresa con prácticamente todo mi rostro. Esta vacío. Completa y absolutamente vacío. El único ruido que hay es el de la calefacción y el que proviene de afuera.

Me dispongo a disfrutar este momento de tranquilidad, así que cierro la puerta detrás mío, dejo mi mochila en el suelo junto a mi asiento, cuelgo mis suéteres y el resto de prendas que pareciera que uso para ir al polo norte y regreso a mi lugar para recargar mi cara sobre la mesa y dormir unos instantes.

El sueño comienza a invadir totalmente mi cuerpo, eso hasta que escucho el sonido de la puerta siendo cerrada provocando que reaccione con un brinco del susto. Mi vista esta un poco desenfocada hasta que se adapta a la luz de nuevo e identifico a la Mtra. Irma.

- Pensé que era la única que disfrutaba de la tranquilidad del aula de clases sin alumnos-. Dice mientras esboza una sonrisa y se sienta en la silla de su escritorio.

- Que extraño. Yo suponía que eso les gustaba a todos los maestros-. Admito y ambas reímos.

- En eso tienes razón-. Vuelve a reir-. Y dime, ¿Cómo estás? Tiene tiempo que no me platicas algo.

Aunque para algunos suene extraño, los maestros son grandes amigos, claro, depende de cada quien. Desde que entré a esta escuela, la Mtra. Irma siempre ha sido muy atenta y amable conmigo, e incluso, en algunas ocasiones me quedaba en el salón durante los descansos para platicar con ella.

- Pues, que puedo decir, estamos a punto de entrar a la época más caótica del bimestre con proyectos, exámenes, etcétera. Así que supongo que tendré que ir por más pastillas para el estrés y un gran frasco de café pronto.

Ambas reírnos por un momento hasta que su risa cesa y su expresión cambia a una que he conocido muy poco y nunca la he visto en mi madre.

Tiene esa mirada maternal que te transmite tranquilidad y cariño.

- Oye, ¿Cómo está Julián?

Mis mejillas se tornan carmesí en cuestión de segundos, trago grueso y me dispongo a hablar-. Eh, bien supongo que está bien, digo debe estar bien, ¿Por qué no estaría bien? Bueno, en realidad yo no sé, no es cómo que esté al pendiente si está bien o no-. Digo mucho más acelerado de lo que pensaba.

- Siempre taaan disimulada Andrea-. Dice mientras intenta controlar su risa. En ese momento escucho el sonido de la campana escolar avisando que comienzan las clases.

Las clases transcurren con demasiada tranquilidad, al parecer todos están tan emocionados que lo que menos quieren es ser castigados por mal comportamiento. Al momento de comenzar el descanso, me dirijo a prisa a buscar a mi mejor amiga entre multitud de locos con pinturas de colores del escudo escolar de mi secundaria.

La identificó por su cabello suelto con su muy auténtico color rubio, un poco oscuro, pero igualmente notorio. Comienzo a avanzar mientras esquivo a locos aficionados a este deporte y finalmente llego a Lulú a quién tomo del brazo.

- Oh! Genial! Te iba a ir a buscar, necesito un favor riquilla.

- Deja de decirme así-. Digo mientras ruedo los ojos y hago una mueca.

- Okey, niña de recursos económicos demasiado elevados-. Ríe y la acompaño con la misma acción.

- Oye, está bien que mi familia tiene dinero, pero no es para tanto.

- ¿No? Cualquiera que pase por tu casa al salir de la escuela te diría que es como la mitad de grande lo que mide la escuela.

Río ante su comentario-. Si, es grande mi casa, pero reitero, no exageres. Y bueno, ¿Que favor necesitas de tu amiga de "recursos económicos demasiado elevados"?-. Pregunto citando sus palabras y haciendo comillas con las manos.

- Necesito que me prestes tu closet-. Junta sus manos y hace cara de perrito mojado.

- ¿Qué?

Nota de la autora:
Primero que nada, una disculpa, hubo un problema con mi alcatel (el teléfono de pobres como yo) y se puso todo loco, cuando se reinició los 3 borradores de las 3 partes de el capítulo del partido que había tardado más de 2 días en escribir se eliminaron. ◑ˍ◐

Pero bueno, ya los estoy volviendo a escribir, además que intentaré subir otro mañana.

No olviden que si les gusto pueden darme una estrellita de amor para mí y comentar, sus opiniones siempre me motivan y me hacen querer mejorar.

No olviden que los amo mis pequeños y pequeñas lectoras llenas de amorsh. ●ω●
♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡

¿El Amor Es Para Mi?©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora