Capítulo tres: Volverte a ver.

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Elizabeth creyó que se ahogaría con un pedazo de fruta, ¿viviría a su lado? ¿estaría viéndolos cada día besándolos? ¿viendo cómo ama a otra? No, no podía creerlo, sentía que iba a llorar pero la palabra que se dio hace unos años atrás vino a su mente "Nunca vuelvas a llorar por él, no vale la pena, no te quiere", dio un trago al agua y miró a Helena. 

-¿Y a mí qué? no me interesa vivir alado de famosos. La chica dio un trago largo a su jugo, necesitaba dormir de nuevo, necesitaba dejar de pensar y mucho menos en esto. Su hermosa estadía se podía ir al demonio si éso era verdad.

-No puedes engañarme, Elizabeth Gilmour, te conozco y sé que quieres llorar. No vale la pena, lo sabes, ¿dejarás arruinar este viaje y esta nueva vida por él?. Helena miró a Elizabeth desafiante, la conocía como nadie.

-Jamás Helena, Jamás, me da igual, lo sabes bien, lo superé. Ahora tengo a quien yo quiera y ahora tengo una nueva vida ¿si? nadie me arruinará mí vida en estos momentos, nadie. Dijo confiada, dolorida y algo dudosa. 

¿Qué pasaría? no lo sabemos. Después de esta conversación Helena tiró su tablet a jugar uno de ésos juegos de zombies y Elizabeth sacó su libro de Edgar Allan Poe y se puso a escuchar My Chemical Romance. Permaneció así por las siguientes tres horas, leyendo sin parar, la locura de Poe era fascinante y esccuhar Bullets por décima vez igual. El viaje había finalizado, estaban en New York.

No era su primera vez allí, había estado al rededor de dos veces en Estados Unidos y New York era el lugar más increíble que había estado, en ésos momentos ella ya había cambiado, se había quitado la idea de Alex y se iba a las discotecas para ver con quién se acostaba y no le faltaba quiénes. Pero esta vez sería por mucho. Estaba emocionada al igual que su amiga, se miraron y sonríeron, bajaron, era de noche y a Elizabeth se le vino la gran idea "Es noche de fiesta" Helena no era tan fiestera, buscaron sus cosas, el diseño del departamento estaba en cargo de Helena y fue fantástico su trabajo. Después de tomar un taxi, llegaron a su destino: El lujoso complejo de departamentos de la quinta avenida.  Quitando lo demás, pidieron sus llaves y fueron en el ascensor, no había un hombre que no le lanzara una mirada lasciva a Elizabeth y tratando de tratarla pero ella sólo quería llegar al departamento. Sentía nervios, no por llegar así de nueva, si no porque si Helena tenía la razón le daría algo, tenía una adrenalina a millón. Llegaron a su piso, piso de marmol francés, plantas hermosamente decoradas, puertas grandes de color negro con color oro sobre el número y no por decir más era elegante, mucho y se notaba lo caro. Su departamento, si dice así porque era grandísimo era del número 505, Elizabeth había quedado impactada por lo hermoso que había quedado, todo tan perfecto y Helena da una sonrisa de orgullo. Abrazó a su amiga emocionada.

-¡Te quedó hermoso, Helena! sé que serás grande, lo sé. Dijo Elizabeth Sonriendo y Helena sólo se sonrojó. 

Vio la gran vista de New York, increíble, muchas luces, gente pasando y el hermoso cielo, rascacielos......demás cosas. Se sintió bien.

-¿Quieres salir a comer? muero de hambre y aún la cocina no está lista. Pregunta Helena.

-Claro. Sonríe, toma su chaqueta de cuero y su bolso Birkin para salir.

Después de una velada tranquila con su mejor amiga Elizabeth sentía que ya no había nervios, todo estaba tranquilo en su interior, nadie podría dañarle dicho momento. Helena se había adelantado al departamento y Elizabeth pasaba por el corredor distraídamente cuando sintió que algo caliente traspasaba su escote. 

-¡AAAAAAHHHH! ¡está caliente!. Alguien le había tirado accidentalmente su café encima, y estaba hirviendo, su piel blanca estaba muy roja y su grito fue lleno de dolor. Escuchó la voz que menos quería escuchar.

-Yo....lo siento, tanto, no quería.....-Dijo Alex Turner intentando limpiarle su camiseta sin parecer pervertido con una servilleta.

-Déjalo, lo estás arruinando más. Alejó su mano de su camisa, demonios, tocó su mano de nuevo después de cuatro años, sintió una corriente electrica al tocarla....era tan suave.

El chico levantó su mirada rápidamente.

-Perdón, déjame presentarme, soy Alex Turner, ¿y tú?

No sabía quien era.

Love Is A LaserquestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora