Han pasado dos años, desde los sucesos ocurridos en el puerto de Maracaibo, una calurosa ciudad en el occidente de Venezuela, la ciudad mas grande y productiva de este país, el relato es muy largo, así que lo voy a resumir; no se que día exactamente, pero se aproxima en el mes febrero, las temperaturas en la ciudad no variaban mucho en el año pero ese día en particular el calor era intenso, los parroquianos que hacían vida en la ciudad se veían abatidos por el intenso calor, las calles vacías, los pobladores se escondían; refugiados en sus casa para aplacar las temperaturas, en el puerto, los pecadores y comerciantes eran muy pocos, ese día en particular, un barco con el nombre de "Utopía" naufrago a pocos kilómetros de la costa del lago; los encargados del puerto fueron a su auxilio y fue enviado al puerto del colosar lago; los rumores dicen que una gran explosión, un estruendo estremeció la costas, los pocos pescadores que hay practicaban en sus labores, vieron como la gran chimenea de la gran nave caía a las aguas, al llegar al puerto, parecía encontrarse solo, pero no era así...
Algo maligno venia en el; comenzó como una gripe, a los pocos meses se convertiría en una epidemia, cuarentena, toques de queda, disturbios en las calles del país, tiroteos, las personas comiendo otras personas, mas tiroteos, etc...
-ah, si!! "Personas comiendo otras personas" ese virus que trajo la "utopía" que se convirtió en gripe, continuo con la desaparición de la sociedad, normas, y leyes que conocíamos, y termino con la conversión de las personas en monstruos devoradores de otras personas, no me gusta los cliché, y no los quiero llamar "zombie" prefiero un nombre mas criollo, o mas divertido, 'no quería que el posible apocalipsis me quitara mi identidad regionalista' eso me ayuda a desviar la mente de la situación difícil que he pasado, como la muerte de la mayoría de mi familia, amigos, conocidos, el hambre, el confinamiento, pero bueno no todo es malo; me divierto mucho con " los come gente"
Bueno como les decía, me divierto mucho, hago ejercicios cardiovascular, corriendo y corriendo por mi vida, me mantiene en buena condición física, cuando me siento frustrado me ayudan a desahogar con terapia de golpes y gritos, y siempre están dispuestos a mas; me divierte las diferentes formas en que puedo escapar de ellos y como eliminarlos, sus cuerpos son muy resistentes, aunque un buen golpe en la cabeza, con suficiente fuerza, hacen que su cráneo reviente como sandía, e impregne todo su contenido mucoso al rededor, también te hacen pensar, en los cambios que he sufrido, desde que esto comenzó; es decir, hace dos años estaríamos pensando en banalidades, ropa, que me pondré hoy? Que combina, con que? Que chica o que chico es mas popular? Quien tiene mas dinero y quien menos? Obesidad, raza, estatus social, política, enfermedades mentales que ya fueron erradicadas en este nuevo mundo, todos esos temas tuvieron un cambio mas transcendental, en este nuevo mundo que "los come gente" han creado y donde nosotros las virutas, de esa vieja civilización nos hemos adaptado, y poco a poco vamos conquistando de nuevoEn fin, ya que tiene una idea de los factores que intervienen en mi andar, les cuento poco a poco quien soy yo, bueno primero quien fui.
Antes de esta situación, hace 2 años vivía en una casita muy humilde en las zonas rulares de la ciudad de Maracaibo, no era pobre pero tampoco eramos amigos de Bill Gate, nada de eso, vivía en una casa fresca a pesar del intenso calor que hacia en todo el estado, 4 habitaciones, 2 baños, sala comedor, un patio inmenso con muchos arboles al rededor, y aves que todo el año estaban presentes de múltiples colores y formas en las mañanas era una orquesta de cantos aviarios, compartía ese habitad con mi madre que era una mujer despreocupada, sin ningún tipo de motivación para el futuro, no era una persona mala, pero tampoco un modelo a seguir, morena, bajista, de contextura rellena, le encantaba el olor de la lluvia, solía decir "cuando muera, espero que me recuerden, cuando sientan ese olor a lluvia previa a la lluvia" extrañamente murió en uno de los días mas soleados, hace ocho meses, cuando una horda de esos monstruos la seguían, tropezando con una raíz de un árbol de "Ning" callo del lado derecho y fue devorada, casi por completo del lado izquierdo, el lado derecho quedo con una expresión de dolor y llanto, por el lado izquierdo, desfigurada, con el ojo saltando fuera de su cuenca, otras partes faltante, con sangre goteando y su dentadura visible, por la falta de sus labios...
-Nada de eso lo vi... Me lo contó mi hermano mayor, que era todo un personaje, algo loco para muchas personas, por su raro comportamiento de múltiples comportamientos; un día era responsable, estable, razonable, todo un líder, un ejemplo a seguir, daba ordenes coherentes, protector como un concepto de hermano mayor de esos de televisión de los setenta u ochenta, otros días era la niña de la casa; si la hermana, con problemas hormonales y cambios de comportamiento por el acercamiento de su periodo menstrual, una pre-adolescente encerrada en el cuerpo de un hombre de 30 y tantos años;
Otras veces era excesivamente religioso, sombrío, amante de lo sobre natural, con un lado ocultista, reportero de programas sensacionalistas, que transmitían en las mañana en los canales de televisión de señal abierta que tanto le gustaba a mi madre.
El, o ellos, un ser con múltiples personalidades, presencio la cruel y sanguinaria muerte de nuestra madre; con ceño fruncido, y lágrimas en los ojos, pero lágrimas fuertes, de rabia, de esas que se quedan el el borde de los ojos y se van evaporando poco a poco, de rabia, de molestia, nunca supe y tampoco pregunte;
- por que?
- o contra que o quien era su molestia desde ese día, el día soleado donde murió y se transformó nuestra madre?
En fin, el tiempo ha pasado, ese el único que no deja de correr, y parcialmente he superado ese día, ya mi hermano "Miguel" es otra historia, a el, lo perdí de vista hace cuatro meses, nos refugiamos, en la iglesia santa barbara, en centro de Maracaibo, las zona de comercios mas grande del estado, es una bella iglesia de arquitectura colonial, con dos elegantes campanarios como dos flechas que apuntaban al cielo, de un color azul cálido, que rompía con el entorno que la rodeaba, era casualmente el día del cumpleaños de mi hermano Miguel, nos resguardemos de inmensa masa de esos monstruos devoradores de carne viva, que antes era las mismas personas que trabajaban en los locales comerciales, kioscos, y talleres, en el centro de Maracaibo, donde todos los días desde muy tempranas horas, ofrecían su mercancía a los transeúntes que por hay pasaban, los pobladores sin personajes, los que hacían progresar lo cotidiano en la ciudad.
Esa noche, el párroco de la iglesia, que con mucha desconfianza nos dejo pasar, y una parejas de mujeres adultas, un poco mayores, de esas que siempre se encuentran en la iglesia, que nunca falta a ningún servicio, o misa, de las cuales siempre tienen una oración referente a Dios, a la creación, a la religión católica que todos los domingos limpiaban sus pescados, con vino, pan, y varios golpes en el pecho, aunque parecían unas mujeres santas y inmaculadas, era evidente la mirada picaras y seductoras que lanzaban hacia mi hermano y a mi.
Una de ellas llego donde yo estaba, toda vestida de negro, como lista para un servicio funerario, era al parecer la mas joven de la devota pareja, ya hacia dos días, que llegamos a ese refugio, se acerco, y pregunto
-es verdad lo que dice el padresito?-
Respondí, -que?-
-lo del cumpleaños?- acoto
-que cumpleaños?- pregunte
-de tu hermano? - agrego
Y hay recordé....
Miguel y yo nunca fuimos los hermanos mas unidos del mundo, ambos y nuestra difunta madre, vivíamos en nuestros propios mundos; y celebrar cumpleaños u otras festividades no eran nuestra costumbre, nunca nos pareció importante.
La noche que llegamos a la iglesia "Santa barbara" el párroco nos hizo un largo y exhaustivo interrogatorio, y dentro del cuestionario de preguntas al parecer no preparadas, estaba la de nuestra fecha de nacimiento, y si mi hermano en realidad cumplía hoy. La señora extra católica, tenia razón...
En ese momento me percate y reaccione.
-aaahhh!!! Si!, es su cumpleaños!-
-ella sonrió, y dijo - a bueno, tenemos una sorpresa para el-
Dio la vuelta y regreso con su religiosas amiga y comenzaron a chácharar, volteando la mirada de vez en cuando a Miguel, con los que ellas creían que era disimulo, deje de prestarles atención y continúe con mis labores, que eran a provisional las armas que acumulamos, todo este tiempo, un pequeño arsenal para crear nuestra propia guerra contra los come gente.
Es muy bizarro ver todas esas armas dentro de una iglesia, aunque en estos tiempos apocalípticos, pasaría de bizarro a irónico y sarcástico.
Media hora después aparecieron las señoras acompañadas del párroco, en busca de mi hermano una de ellas la mas joven traía en sus manos un gran pastel, y a toda vos la letra del cumpleaños.
-cumpleaños feliz, te deseamos a ti...-
Con ese gran estruendo quedamos sorprendidos de esa acción por partes de nuestras anfitrionas, el estruendo de su cantos rompió con el silencio sepulcral de aquel recinto sagrado, aplacando cualquier sonido que existiera en el ambiente
Miguel con una sonrisa fingida, se acerco a la pequeña tertulia que se aproximaba.
Y seguía el canto o los ruidos a mi parecer.
-...feliz cumpleaños Miguel, feliz cumpleaños...-
En el momento que el canto termino, se desprendió una algarabía de gritos y aplausos por parte del triteto festivo.
Tres golpes en la enorme puerta de la iglesia se escucharon.
-TAC, TAC, TAC...-
Nuevamente regreso el silencio de sepulcro al recinto, pero solo unos segundos ya gruñidos espeluznantes, como de perros, venían de fuera, de la calle, los gruñidos se incrementaban, a ello se le sumaban nuevos y mas fuertes golpes a la puerta.
Rápidamente lance una escopeta a Miguel, que ya había dejado la sonrisa fingida, cambiándola por una cara de preocupación, las mujeres y el párroco, apresuraron el paso hasta el final de la iglesia, hacia el altar, debajo de una gran cruz que adoraban en aquel lugar, susurros de oraciones empezaron a sonar de parte de las señoras y el párroco.
Los gruñidos y los golpes con mas intensidad aumentaban, la puerta seguía siendo azotada con mas y mas fuerza.
Miguel y yo ya estábamos cargados con cualquier cantidad de armas y municiones, listos para la guerra.
La puerta seguía resistiendo a los fuertes golpes, parecía abrirse en cualquier momento, el imprudente Miguel, empezó acercarse con la escopeta apuntando a lo que sea que fuera aparecer, poco a poco, mas y mas cerca... A casi cuatro pasos de la puerta, el ruido y los golpes cesaron...
Un gran estruendo se escucho, las puertas fueron azotadas violentamente, se abrieron, las puertas lanzaron a Miguel hacia tras, sombras oscuras se iban enfocando en el umbral, lo que era evidente se terminaba de revelar, una gran masa de esos monstruos empezaban a entrar a la iglesia, lanzaron sus frías y destruidas miradas a Miguel, que intentaba levantarse y recoger su escopeta, los come gente, comenzaron a correr para abalanzarse a Miguel, empecé a disparar con un rifle de asalto de los que nos habíamos apoderado, intentaba hacer una cortina de fuego para que Miguel se incorporara, los cuerpos empezaron a caer al suelo, la avalancha era muy grande, pasaban por encima de otros que ya habían caído, Miguel se levanta y comienza a disparar contra el muro de come gente, a su vez retrocediendo, los cuerpos hacen un pequeño montón, escuchamos al cura que desde nuestras espalda nos grita.
-corran!! Por aquí!! - aquí hay una salida!! -
No termino la frase cuando ya había corrido a esas salida que señalaba, la pareja de mujeres aun con el pastel en las manos y las velas encendidas, estaban paralizadas del miedo, sus caras de terror, sus manos temblorosas, no sabia como era posible que el pastel todavía se mantuviera intacto.
Grite a donde estaban ellas - corran!! Corran, salgan de aquí, corraaa...!! -
El tercer corran no terminaba, cuando ellas empezaron andar, el pastel lo lanzaron al aire, para aligerar su huida, las velas aun encendidas, cayeron cerca de unos tapices con imágenes religiosas de santos y vírgenes que colgaban desde el techo de la iglesia, en pocos segundos ya no eran solo los monstruos que no dejaban de entrar y la gran velocidad que ocupaban el espacio de la iglesia, también el incendio que se propagaba.
En ese momento Miguel, ya había retrocedido varios metros y yo sin percatarme hacia lo mismo, nos vimos las caras y con miradas confirmamos lo que ya sabíamos y era evidente, era imposible contener las criaturas, así que echamos a correr, donde el padre, que ya habíamos perdido de vista, y las dos mujeres que indicaron el camino.El incendio ya consumía las vigas de la iglesia, la temperatura comenzaba hacer que las velas de los altares se derritieran, ya solo quedaba cenizas de los coloridos y grandes tapices que adornaban el pasillo central que llevaba al altar principal.
Miguel, retrocedía mas rápido abriendo fuego, ya había recargado su arma varias veces, yo lo cubría para que ninguna de esas cosas se le acercaran a la vez también retrocedía. Ya estaba a menos de un metro de la puerta que sería nuestra escapatoria.
Miguel seguía disparando con impresionante tino, hacías las cabezas de los come gente, estaba inspirado, Al ver eso mi confianza aumento, y gire mi mirada a la puerta y corrí a ella, traspase el umbral, y me cubrí con el marco, Miguel se disponía hacer lo mismo, cuando de la nada, una de las vigas que sostenía la carga del techo de la iglesia, envuelta en llamas caía, frente a mi, traía con ella un enorme pedazo de techo prendido en fuego, que tapiaban la salida que yo había utilizado, dejando a mi hermano dentro atrapado, con el fuego y esos monstruos, el golpe me lanzo hacia atrás, me levante rápidamente, ya no podía ver nada de lo que pasaba con Miguel, intentaba mover la viga caída y los escombros del techo con patadas y empujones, intente alzarla con las manos, pero nada funcionaba, me queme las manos, tenia que pensar rápido, caí en cuenta de que yo no lo movería, tenia que dar la vuelta, dentro solo se escuchaban disparos y gruñidos, eso me dio esperanza de que mi hermano todavía vivía, y seguía luchando por seguir así.
Empecé a correr por un pasillo lleno habitaciones, seguía dentro de la iglesia, estaba totalmente oscuro, solo iluminaba el destello de las llamas que se colaban desde la puerta tapiada por la viga que llevaba a donde estaba mi hermano, a lo lejos una sombra, que parece estar arrodillada, buscando algo en un bulto que se encontraba frente de el, deje de correr y empecé a caminar con cautela ante aquella división, me acerque con mi arma levantada, por la espalda de aquella escena, poco a poco, ya muy cerca, levante mi vos y pregunte,
-estas bien?-
Un gruñido me alerto de lo que pasaba, la sombra volteo rápidamente, y unos de los destellos del fuego, que crecía en el pasillo me revelo la cara de esa sombra, era una de las mujeres religiosas, la que me preguntaban por el cumpleaños de mi hermano que hace unos minutos cantaba a su honor, un destello que duro un poco mas, me dejo divisar el panorama, el bulto que ella tanto revisaba, no era otra cosa, si no mas que su amiga, que yacía en el suelo, con el estomago abierto, y fluidos saliendo de el.
No lo pensé dos veces, un disparo justo en la cabeza, transformo la escena de una horrorosa a otra igual de horrorosa, callo encima de su amiga, la que aun con el estomago abierto le temblaba el cuerpo, y continúe mi camino, no había olvidado a mi hermano, que aun disparaba, dentro de la iglesia, gire a mi izquierda y vi las pocas luces de la calle, 'por fin, una salida' ahora debo encontrar otra entrada.
Al salir, deje de escuchar los disparos de mi hermano, en ese momento me preocupe y apresure el paso, vi mas monstruos en la calle así que intente moverme sin llamar su atención, pasaba por la basura y los autos abandonados, empecé andar por la derecha, para ir por la parte detrás de la iglesia y buscar otra entrada para buscar a mi hermano, sabia que por la parte del frente seria imposible pasar, por esos monstruos que invadían la entrada, así que la mejor opción era la que tomaba, ya había avanzado bastante, cruce la esquina de la iglesia, al pasarla y frente a mi sin percatarme de su presencia, se abalanzó encima una de esas cosas, forcejeo con el, alejando su boca de mi, que intentaba morderme, así que como pude saque un cuchillo que guardaba, ya desde hacia tiempo, habitualmente en mi bota, y se lo encaje directamente en la sien, terminando con su segunda y repugnante vida, me quite el cadáver de encima, cansado y fatigado por el forcejeó, levante mis cosas, que habían caído al momento del ataque, y seguí mi maniobra en búsqueda de una entrada de nuevo a la iglesia, y la vi! 'Una puerta, hay estaba mi entrada, por la parte detrás de la edificación' corrí a ella, cuando ya llegaba, con mi brazo extendido, para tomar la manilla de la puerta, detrás de mi escuche un par de ráfagas de disparos.
-me pregunte- Miguel? Pudo salir? El tenia una escopeta? Yo mismo empecé a responderme, seguro se hizo con algún rifle de los que quedaron atrás, ya salio, eche la mirada atrás, y una nueva ráfaga de tiros, me alerto seguido de un sonido como el impacto de una explosión, la explosión de la iglesia, que estaba frente de mi, y seguida de otras explosiones aun mayores las cuales me lanzo al asfalto, con un montón de escombros que golpeaban casi todo mi cuerpo, en especial mi cabeza que intente resguardar en el aire, volé como tres metros atrás, cayendo con un fuerte golpe sobre mi espalda, dejando me, sin movilidad y aturdido, con una visión borrosa, pensé que seria mi fin, no podía levantarme, seguramente tendría las costillas partidas, un monstruo de esos me devoraría, o lo que es peor muchos de ellos, se pelearían por mis partes...
Ya las luces se iban apagando, empezaba a desmayarme o a morir, de la nada logro ver una sombra, algo o alguien toma mi mano y en ese exacto momento, mi cuerpo no puede mas y el color negro se apodera de toda mi mente, y pierdo la conciencia..
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Maligno Z
Science FictionJóvenes que viven sus vidas dentro de un mundo en extinción, una versión latina de lo que seria un apocalipsis Zombie