Madre

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Es hora de decir adiós (one-shot)

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Es hora de decir adiós (one-shot)

— ¡Hijo, te esperaba temprano!

   —¡¿Por qué has llegado tan tarde?!

 Rubén acaba de llegar de la universidad. Hace caso omiso al reclamo de su mamá, pero ella insiste en abordar a su querido y único hijo.

Siempre ha estado al pendiente de sus cosas de lo que pueda molestarle, de lo que le causa alegría, de sus estudios. Aunque ya hace unos meses que no hablan mucho. Ella no deja de preocuparse por él. Cómo no hacerlo, si para ella su hijo es lo más importante que tiene en su vida. Una prolongación de su propia existencia.

  —¡Sé que no te gusta que me preocupe! —le dice cariñosamente —¡¿Acaso no me extrañas?!

   Él, se dirige hacia el refrigerador. Abre la puerta, toma un vaso de agua y busca que comer. Saca un tomate, queso, jamón para hacerse un emparedado. Cierra con el pie la puerta del refrigerador, mientras agarra el paquete de pan de sándwich que está arriba. Se sienta en la mesa y como pensativo responde:

—Si, ya sé que no debo hacer lo que hice. Sólo que tengo tanta hambre que no puedo esperar. Prometo que no lo haré más.

Ella lo mira compasiva. Quiere regañarlo. Sin embargo, opta por dejarlo tranquilo y voltea en el instante que él dice con cariño:

 —¡Mamá, siempre te extraño! Eso lo sabes de sobra.

Al escuchar sus palabras ella complacida, sonríe.

Rubén y su mamá han sido muy unidos. Son el uno para el otro. Ella lo ha criado sola con excelentes valores dentro de sus pocas posibilidades económicas; él lo sabe, la ama y respeta lleno de gratitud. Después de seguir intentando de indagar sobre el día de su hijo solo obtiene respuestas cortas. Le da la bendición y las buenas noches.

****

Al día siguiente, Rubén retorna a su rutina diaria. Últimamente ya no es el mismo, aunque sus calificaciones siguen siendo las mejores de la Universidad. Su mirada ha cambiado, parece taciturno, distante y de poco hablar con sus compañeros. Podría deberse al cansancio que ahora lo embarga pues ha tenido que tomar recientemente un trabajo para poder continuar con sus estudios aunado a eso llega a casa para culminar con sus labores universitarias.

  Al llegar a la universidad. Luisa, su novia lo espera en la entrada principal.

—¡Hola amor! ¿Cómo te sientes? —le dice en tono compasivo. Brindándole un afectuoso abrazo que él cálidamente recibe y devuelve.

—Estoy bien cariño, no te preocupes. Todo irá mejorando con el tiempo. —Expresa con un entusiasmo que no hace juego con su mirada.

—Ok. Así será. Ven —le toma de la mano y dice—. Debemos entrar, estamos retrasados y el profesor Jiménez no tolera la impuntualidad.

Es Hora de decir Adiós.   (One-Shot) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora