dulce y agrio amor

Chismes

En tan pocos días, pude ver que me quería de una manera de la cual, ningún "hombre" me había querido.
Y lo supe dos días después de iniciar nuestra relación, de haber tenido una plática con Nancy.

- Muy pronto nos iremos a la preparatoria... ¿Que piensas hacer cuando entremos? Mariana.

- Realmente no lo había pensado, tal vez conozca a otras personas, a lo mejor hasta encuentro a otro chico y deje a Elius- dije en tono burlón- sin darme cuenta de que a lo mejor había hecho una mala broma.

Porqué después de haber hablado de ello, a la mañana siguiente, cuando llegue al salón, lo vi sentado en el escritorio del maestro con la cabeza agachada.

Me dirigí a dejar mi mochila al lugar correspondido de siempre; y de ahí me dedique a preguntar que le pasaba...

Pero fracase porque nadie sabía, entonces decidí acercarme a él para preguntarle que tenía, al principio, se mostró algo indiferente,  y honestamente yo tampoco tenia la mejor actitud; con lo que le dije:

- ¿Sabes qué?, sí no me quieres decir, no me digas, no te voy a insistir, ni a rogar, ni nada por el estilo.-

Después dicho lo que dije, di la media vuelta, dirigiendome a mi lugar.

Y de repente, una mano me jalo con tanta fuerza, que me impidió seguir.
Era él, que se dirigía a mí, y me sujetaba de la mano.
Seguidamente se interpuso en mi camino y con lágrimas en los ojos me dijo:

- No quiero que me dejes, yo te quiero, Nancy, me dijo que entrando a la preparatoria tú me dejarías, y yo no quiero, eres lo mejor que ha pasado-

Un sollozó

- Nunca antes había llorado por una mujer, ni siquiera por mis cercanos, tu eres tan distinta a todas y la única que ha hecho sentir verdaderamente un solo sentimiento -.

Mirándolo a los ojos le respondí - no tienes que creer todo lo que te dicen, lo que le dije a ella fue en broma, no enserio, ella no tenía que Habértelo dicho, no tenía que venir de chismosa... ¿Porque no me lo preguntaste antes a mí?, si eso era cierto, ¿tienes que confiar en otros y en mi ¡No!?... Sí esto será así... Lo mejor sera que terminemos.

El me observó un momento, y al instante me encontraba entre sus brazos, donde me decía al oído
- No, ¡no! Me dejes, prometo que sí algo así volviera a pasar te preguntaré a ti primero, pero no terminemos ¡¿si?!.., -.

Como te dije antes, nunca había llorado por nadie, tú eres la primera persona  quien lo ha logrado.

Sentía su dolor, dando por hecho con un fuerte abrazo que no lo dejaría, que seguiríamos juntos.

- Está bien, pero que no vuelva a pasar,- y con voz mas baja seguí diciendo - yo también prometo no volver a hacer bromas como la que hice, a veces pueden herir, sin que uno lo sepa.

A partir de ese instante, se creo un lazo más entre nosotros.

Alguien por fin me quería de verdad. Y yo le había herido con una muy mala broma.