Basta con decir obviedades para ser un sabio.
Basta con un personaje plano y genérico para que se sientan identificados.
Basta una distopía revolucionaria, un romance adolescente entre agua y aceite, un triángulo amoroso por un personaje soso; y si caben los tres, best seller asegurado.
Una poesía no debe ni rimar ni a la mente forzar, con unas frases sueltas que muchos repetirán sobrará.
Vamos, autores. Yo sé que hay talento en ustedes, dejen de pensar en las ventas, piensen en lo que desean expresar.
Vamos, lectores. ¿Acaso no lo notan? Los ven como tontos, simples billeteras andantes. Exijan buenos libros, recompensen a los autores de estos. No hidolatren al de las trescientas páginas y mundo sencillo. Sino al que busca comunicarles algo, que no pierdan el tiempo.