Sin Nombre

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Y se hizo la plena oscuridad. Y así permaneció. Por un tiempo. Mas, subitamente, el colchón desvaneció y se encontró en una caída sin fin. El vértigo lo invadía y esperaba rendido el impacto contra el suelo. Y, aunque tarde, éste acabó llegando. Su cuerpo dio contra un pavimento iluminado

Breves EscritosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora