Cada trecientos años, nacía una mujer diferente a las demás.
Con ojos de un color tan raro que entre los seres humanos hipnotizaban a quien les mirara.
Alleska, fue una de ellas.
Hermosa. Ojos Morados con cierta forma de gato y labios purpuras...
Bienvenidos amigos lectores, bueno no acostumbro a dejar notas así pero esta vez si.
La historia que se presenta a continuación es completamente mía, te agradeceré enserio no hacer plagio ni adaptarla sino quieres tener problemas legales, ya que esta registrada bajo un código en Safe Creative.
Está historia contara con un mínimo de cuatro capítulos y un máximo de ocho (lo que se de primero), tampoco contará con una gran cantidad de palabras cuando mucho de 1000 y algo ¿por qué?... Porque es un especie de sueño que tuve y la verdad me gustaría plasmarla como lo soñé además les aseguro que les va a encantar tal cual esté ¡Ya verán!.
Aviso: Abra Gore, "Sangre y sufrimiento" y es muy "ficticia" así que si esperan algo real y clásico no lo van a encontrar aquí.
Fuera de todo eso abajo les dejo la Sinopsis; Espero les guste y le agarren el mismo cariño que yo tendré al escribirla por cierto: ¡Eviten hacer comentarios ofensivos, enserio! Eliminare aquellos que me parezcan una falta de respeto o spam (No hagan spam en los comentarios para eso está el tablero de cada usuario si quieren hacerlo busquen gente que acepte eso entre sus condiciones) sin más que decir.
¡Gracias por cada minuto de tú tiempo que inviertas al leerla!.
Por cierto:
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Cada trecientos años, nacía una mujer diferente a las demás.
Con ojos de un color tan raro que entre los seres humanos hipnotizaban a quien les mirara.
Alleska, fue una de ellas.
Hermosa. Ojos Morados. Con cierta forma de gato y labios purpuras.
A simple vista su apariencia era inigualable, en el pueblo se decía que sí la mirabas más de tres minutos caías bajo el hechizo de su belleza, logrando ganarte así tú propia muerte. Ningún hombre volvía a casa, ningún cadáver se salvaba de ser encontrado a las orillas del rió y solo uno de ellos; no pudo ser localizado jamás.
Se dice que aún escuchan su llanto en aquel lugar solitario, pero nadie se atreve a buscarle...
