Cinco párrafos de nostalgia amarga

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Si tan solo supieras mi amada, que cuando veo esos ojos llorar, el infierno me traga.
Que cuando escucho tu voz, mi corazón grita de dolor, pues esa voz canta para otro receptor.
Y aquí sigo, como el pobre esclavo de tu capricho que soy.
Esperando insufrible, a que el mañana no me traté con el desprecio del hoy.
Y es por ti mi amada, y quizás porque sienta pena de mí, que sigo escribiendo, sigo escribiendo estos versos del corazón que te pertenece a ti.

Rimas cualquiera víctimas de la poesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora