Tyler nunca fue consciente de sus actos, y mucho menos cuando escapó del laboratorio.
En ese lugar, estudiaban la extraña condición de Tyler, y un método para curarla.
Nunca funcionó, aunque Tyler fingía estar curado.
Desde su fuga, Tyler había viajado por el mundo, conquistando chicos, y después haciendo lo que mejor sabía hacer, clavarle los colmillos en el cuello.
Cada seis meses, el cuerpo de Tyler le avisaba de alguna manera que tenía que comer, y si Tyler no conseguía a nadie, tenía que robarse a algún niñito perdido de un centro comercial.
Tyler Joseph era caníbal, pero no vengo a contar su historia, vengo a contar la historia de Tyler Joseph y Josh Dun. A la vista de Tyler, Josh era comida, pero termino siendo mucho máás.
La historia comienza un martes. Tyler recién había terminado de comer, y estaba de buenas. Asi que decidió salir a caminar, para conocer a su próxima presa, y bajar la comida. Bajo de su departamento y saludo al carnoso y apetecible encargado. Tyler tenía un gran deseo por comerselo, pero si no lo hacía en privado y con cuidado, los del laboratorio podían volver.
Tyler camino por las frías calles hasta la cafetería del lugar, se pidió un Latte. Mientras salía, se chocó con un chico pálido y ambos derramaron sus cafés. El chico de cabello amarillo, obviamente teñido, y ojos rasgados, casi invisibles y de un color indefinido sonrió culpable.
''¿Qué te pasa? ¿Llevas prisa?'' dijo Tyler con tono sarcástico.
El teñido le regaló otra sonrisa culposa y se disculpó.
''Oye, déjame invitarte otro, ¿esta bien?'' Tyler no se pudo negar, el chico se veía bien carnoso, una potencial comida perfecta.
Tyler y es chico entraron al local, y el chico se puso en la fila mientras Tyler lo miraba desde una mesa.
El chico se veía muy bien, musculoso, una perfecta cena. El chico, inocentemente, se volteaba a ver que Tyler no se haya ido.
Tyler no pudo evitar ver el buen culo que el teñido tenía, quedaría perfecto al horno, quedaría muy suave.
El tintado fue a la mesa con los cafés recién ordenados.
''Ten'' le alcanzó el café a Tyler y éste lo agarró, ''por cierto, soy Josh'' sonrió levemente.
''Tyler, un gusto'' se estrecharon las manos, ambos sintieron la cálida y fría piel del otro.
Una mesera paso por la mesa, y no puedo evitar reírse. Tyler se dio cuenta y comenzó a verse, y ahí fue cuando se percató de que había derramado todo su Latte encima de su camisa blanca. Josh tambien se percato y se rascó la nuca con culpa.
''Bueno, Josh. Fue un placer hablar contigo, pero tengo que ir a atender algo urgentemente'' señaló la mancha y se levantó de la mesa.
''¿Te puedo acompañar? Es que me siento muy culpable'' Josh se paró también. Tyler asintió levemente.
''Sera un minuto, vamos a mi departamento'' Tyler salió del local acompañado por Josh.
Josh no tenía ni idea de lo que había salido de sus labios antes, solo sabia que quería conocer un poco mas al castaño. Su nariz respingada lo había cautivado, sin contar sus carnosos y perfectos labios. Josh estaba sintiendo algo, tal vez era atracción, o curiosidad.
Josh todavía no sabia porque el castaño había aceptado que él lo acompañe a su casa, y tampoco entendía porqué le había pedido acompañarlo.
Se llamó imbécil a sí mismo por no invitarlo a tomar un cafe algún otro dia. Y se volvió a llamar imbécil, ya que estaban tomando café hace unos momentos.
