MR. BUNNY [kookmin]

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― Joder... Maldito crío. ― Murmuró enojada HeeYeon al salir de casa, todo a su alrededor estaba tan solitario que le dio un sentimiento de nostalgia, cuando llevaba a su pequeño hijo al parque a ver las hermosas flores.

Eran unos muy buenos momentos.

Tiempos hermosos en el que aún no descubría la verdad de su primer ex esposo, ugh, de tan sólo recordarlo le daban unas ganas tremendas de vomitar.

― ¡HeeYeon! ― Volteó su cabeza lentamente a la derecha, vio a su vecino a unos metros de ella sonriendo y agitando frenéticamente su brazo izquierdo. ― ¡No te veo hace un buen tiempo, eh!

Sonrió por un rato, iba a responderle el porqué estaba fuera, hasta que su sonrisa desapareció completamente sin dejar rastro de su rostro. Con sus propios ojos pudo ver como el cuerpo de Taemin rápidamente voló a unos metros en el lugar en el que estaba, cayendo de golpe al piso y saliendo su cabeza disparada de su cuerpo, dejando una gran mancha de sangre en toda la nieve que había en el suelo.

Una figura gigante se asomó por los árboles, acercándose lentamente al ya fallecido cuerpo, y mirando fijamente a la muy impactada HeeYeon ― ... ¿Qué miras? ― Las palabras sonaron distorsionadas haciendo que la ya mencionada pegara un brinco. ― ¿Quieres lo mismo?

Al terminar aquella figura su frase, la señora Park corrió con todas sus fuerzas a la puerta de la casa, y cuando ya iba a entrar, cayó en el suelo, provocando que su cuerpo fuera arrastrado hacia lo que parecía ser la figura anónima, ya que después de ser arrastrada por la madera, cayó escalón tras escalón hasta tocar con la yema de sus dedos la fría nieve.

Luego, todo se volvió oscuro.

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Jeongguk iba tranquilamente caminando por el bosque a buscar algo de comida. Ya que cuando despertó en la mañana y fue a la cocina, se dio cuenta que no había absolutamente nada, así que se dio la molestia de salir a buscar algo de comida para todos.

De repente escuchó una rama crujir a lo lejos y paró al instante, agudizando su oído lo más que podía, hasta que a lo lejos, entre los árboles, vio la silueta de una mujer desenfocada por la niebla caminar con sus pies desnudos por la nieve.

No hubiera sospechado hasta unos momentos después, cuando se dio cuenta que la supuesta mujer iba caminando hasta la casa de NamJoon.

Y era demasiado tarde, ya que la había perdido completamente de vista, y es ahí cuando empezó a correr dejando la comida en el suelo.

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― Hmm... Jeongguk, vuelve a la cama. ― Toqueteó en el espacio vacío que había en la cama y lentamente abrió los ojos, notando que no había ningún castaño en la habitación. ― ¿Jeongguk?

Escuchó la puerta principal ser azotada fuertemente, pegándole un susto. ― ¿J-Jeongguk eres tú? ― Elevó la voz y sintió pasos que lentamente iban a su habitación.

Hasta que una figura paró justo en el umbral de la puerta, palideciéndole. ― ¿M-Mamá?

Y cayó inconsciente en el colchón, lo último que pudo ver fue a su supuesta madre caminar hacia el colchón y tomarlo en brazos.