end.

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― Jeongguk-kie... ― Murmuró Jimin, no comprendía nada de lo que estaba sucediendo gracias ese reciente trance de sueño que había tenido hace unos minutos en la habitación.

― ¡Silencio, joder! ― Gritó lo que le llevaba en brazos, con una entonación demasiado grave. ― Ya no verás a ese debilucho nunca más, tu madre murió, debo cumplir sus dichas, ¿o no entiendes? ―  Un pequeño puñetazo en su espalda que le dio éste al joven hizo que lo despertara de su extraño sueño.

¿Acaso su madre de verdad había muerto? ¿O solo era una muy rara coincidencia? No sabía que hacer, porque aquel gigante le hizo sentir más confundido de lo que ya estaba, no sabía si en realidad todo era un sueño creado por su mente o algo por el estilo. No sabía nada. Se sentía como en la Matrix, pronto despertaría, una y otra vez.

Aunque lo que no era totalmente falso era que seguía en la habitación, mirando alrededor de ésta como un paranoíco, tratando de descubrir el significado del "sueño" tan extraño que había tenido. Lo gracioso era que el sueño estaba un poco en lo correcto, ya que Jeongguk no estaba en ninguna parte de la habitación.

¿Había soñado su futuro?

Se levantó lentamente de la cama ―ésta aún levemente abrigada gracias a él y a Jeongguk―, llevando después sus pequeños pies al helado suelo, haciéndole sentir una corriente de escalofríos por toda su espina dorsal. Se estaba volviendo más nervioso de lo normal, porque cada pequeño ruido que se emitía en la habitación hacía su cabeza girar rápidamente para notar cualquier detalle fuera de lugar que no había visto antes. Odiaba estar solo, odiaba no sentirse protegido.

Y a más que avanzaba, más se arrepentía.

Llegó a la puerta que estaba ya abierta y se asomó al pasillo, viendo todo demasiado tranquilo, hasta que escuchó una descontrolada respiración al final de la larga habitación. Y en su mente dudaba si acercarse o no, porque no era tonto, sabía que sus acciones tendrían graves consecuencias en un futuro.

Trataba, cuidadosamente, de hacer el menor ruido posible al pisar en la madera, ya que ésta crujía por cualquier cosa que caminara por allí, y, por supuesto, no quería que lo que sea que estuviera ahí le descubriera. Y por esas razones su corazón latía rápidamente, sintiendo el pulso en sus oídos.

― ... ¿H-Hola? ― Habló, creyendo que su voz había salido como un misero susurro, pero la verdad es que no era así, la casa era tan grande que alteraba su voz, haciéndola mucho más alta para su gusto.

Al final del pasillo, justo en la oscuridad, había un cuerpo tiritando y murmurando cosas incoherentes con la cabeza gacha, y al escuchar la voz que provenía de Jimin, levantó su mirada rápidamente y apuntó nervioso al menor con un arma. ― ¡¿Quién eres?!

― S-Soy Park Jimin, amigo de Jeongguk. ― Levantó las manos a lo alto, demostrando que no era una mala persona.

― ¿Qué diablos haces aquí? ¿Sabes que puedo dispararte en cualquier momento? ― Murmuró, acariciando la cabeza del cuerpo que descansaba en sus muslos. ― ¡¿Lo sabes no?!

Suspiros.

― Debes ser Yoongi o Hoseok, ¿no? Mira. No haré nada para dañarte o algo por el estilo, ¿está bien? Estamos en la misma situación, lo único que te pido es que te calmes.

El peliblanco bajó el arma, no desviando su mirada del que estaba parado casi frente a él, empezando a derramar lágrimas por todo su rostro de piel lechosa. ― Cuando desperté... Hoseok estaba inconsciente, n-no sé que mierda le habrá pasado pero no despierta y tiene una herida abierta. ― Apretó su puño con fuerza, tratando de liberar su ira. ― Joder, tampoco encuentro a Namjoon. ¡No sé que hacer! ¡Tengo miedo!

MR. BUNNY [kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora