Fuego y Pasión ~Larry Stylinson~

Capítulo 5

Aquella había sido la mañana más lenta de su vida. Después de una noche de sueños eróticos con  Louis Tomlinson, Harry estaba de lo más hosco.

¿Qué ocultaba Louis?

Llevaba preocupándose desde el día anterior. A él no le gustaba preocuparse y normalmente no perdía el tiempo con eso. Pero eso había sido antes de conocer a Louis.

Ya había considerado todas las cosas que podrían haberle pasado, y todas lo ponían frenético. Alguien le había hecho daño; solo esperaba que el culpable aún siguiera por allí para poder al menos echarle el guante.

El hecho de querer vengarse por él, de querer protegerlo, le resultaba muy extraño. Tan extraño como esa maldita preocupación. Ni dormido ni despierto parecía poder dejar de pensar en Louis; en su miedo y en su reserva.

Siete largos años. Increíble.

De madrugada, cuando empezaba a clarear, Harry se había despertado y había contemplado la posibilidad de que Louis nunca se ablandase con respecto a él. ¿Qué hacer si continuaba rechazándolo, si continuaba con aquella vida solitaria?

No. No quería pensar así. De hecho Louis ya sé había ablandado un poco. La noche anterior incluso parecía haberse divertido... Chasqueó la lengua en señal de fastidio. Louis se había relajado lo suficiente como para charlar con él, o permitirle que le gastara bromas. Pero entonces esos dos hombres habían llamado. ¡Qué mal momento!

El restaurante estaba casi vacío cuando llegó. Se asomó para ver si Louis había llegado, pero como no lo vio, decidió esperarlo a la puerta. Aquel día hacía fresco pero también lucía el sol. Era un día glorioso, lleno de promesas, y él pensaba aprovecharlo.

Estaba allí ensimismado cuando una mano le hizo cosquillas en la parte de atrás del cuello. Harry se dio la vuelta y se encontró cara a cara con Thom, uno de los hombres que lo habían llamado la noche anterior.

-¡Harry! Me dormí esperando a que me llamaras. ¿Qué estuviste, toda la noche por ahí?

-No, yo...

Thom lo besó en la boca con determinación, pero Harry lo retiró.

-Thom -lo reprendió - Tranquilízate.

Pero Thom se inclinó sobre él, rozando su rodilla con su miembro sobre el jeans, y lo miró con expresión sensual.

-Ven esta noche -le susurró mientras le acariciaba la barbilla con un dedo.

-No puedo.

-No te arrepentirás -su sonrisa le prometió muchas cosas, todas ella fogosas. Harry sonrió. Le encantaban los hombres, su modo de coquetear y de provocar.

-Lo siento, nene, no puedo.

Thom hizo un mohín. Y los mohines de Thom eran de los que hacían que los hombres se hincaran de rodillas. Pero él se había inmunizado recientemente, gracias a Louis.

-¿Pero por qué no?

-Porque ayer... -empezó a explicar, pero alguien lo interrumpió.

-Disculpa.

Harry volvió la cabeza y se encontró con que Louis estaba justo detrás de él.

Iba vestido con un elegante traje de chaqueta gris con zapatos a juego.

A pesar de que Thom no lo soltaba, Harry sonrió al verlo.

-Louis.

Sus grandes ojos azules ardían de rabia.

Harry intentó quitarse de en medio a Thom pero él se agarró como una lapa.

-Vaya -dijo Thom con sonrisa predadora-. Qué cosa más curiosa.