Cuando todos regresaron al palacio pudieron descansar, el susto de no encontrar a Haru había pasado. El joven vampiro, luego de quedarse solo el asombro lo consumió al ver la majestuosidad de palacio donde se encontraba, ni siquiera se había dado cuenta en el momento en que se quedó solo en la enorme sala de estar, sus ojos no podían despegarse de todos los detalles hechos en piedra, y la cúpula con los vitrales antiguos. Lleno de curiosidad subió por las escaleras a paso lento, quería investigar todo el lugar pues solo había visto lugares así en las películas.
Las puertas de madera tenían talladas varias figuras demoniacas, los grandes ventanales estaban acompañados de unas cortinas color rojas sangre, y todo hacía juego con las armaduras de plata a los costados del pasillo. Ni siquiera supo cuando llevaba recorriendo, quizás ya se encontraba en el tercer piso del palacio hasta que, de una forma extraña, se sintió atraído por una puerta en específico, era normal que las demás, no tenía detalles tallados, ni tampoco una cerradura de metal como las demás, ésta era única. Miró a ambos lados para asegurarse de que nadie lo viera, y entonces empujó la puerta la cual rechinó en el acto, adentro todo estaba oscuro, siendo iluminado por la tenue luz de la luna llena.
Loa muebles estaban llenos de polvo, había un ropero pequeño en el costado izquierdo de la habitación, enfrente una cunita circular, del costado derecho un ventanal y después una cama individual, Haru quedó atónito cuando al acercarse a la cuna para saciar su curiosidad ésta tenía grabada en la madera el nombre de su padre. Después miró al pequeño buró al lado de la cama individual percatándose de la fotografía ahí. Al tomarla en sus manos no podía creer lo que estaba viendo, era su padre cuando era tan solo un engendro.
H— ¡Pero que ternura! — exclamó dando un saltito en su lugar, HongBin era guapísimo desde que era una criaturita. Haru siguió riendo y haciéndole cariños al antiguo retrato para después dejarlo donde estaba. — ¡Wow! — un muñeco voodoo llamó su atención por completo, estaba recargado en la almohada abandonada de la cama. Y sin dudarlo lo tomó para admirarlo, era suave y olía a bebé, Haru entonces dedujo que quizás era de su padre también.
HB— Voy a contar hasta tres y si no haz dejado ese muñeco en su lugar haré que todos los kiwis del maldito planeta humano desaparezcan — Haru saltó en su lugar al escuchar la voz sombría de su padre — uno —
H— Pero papá... espera- —
HB— Dos —
H— ¡Esta bien! ¡Esta bien! — devolvió el peluche en su lugar y mantuvo sus manos alejadas de tocar alguna cosa más. HongBin tomó su peluche y lo sostuvo en su brazo con protección. — el ambiente aquí es muy triste, se siente como si las paredes lloraran, como si demostraran su dolor — el vampiro mayor dejó el voodoo en su lugar y suspiró. Haru esperaba alguna respuesta a eso, era un impulso natural pues le era raro que si bien fue la habitación fue parte de la infancia de su padre estuviera abandonada, llena de polvo y muy solitaria.
HB— Será mejor que vuelvas con tu madre — dijo — ha estado buscándote — Haru asintió derrotado cuando su intento de pregunta fue evadida. Su padre salió de la habitación dejándolo solo otra vez, así que Haru tuvo la intención de salir hasta que un retrato llamó su atención por última vez, ahí había un hombre, al inicio creyó que era su padre, pero no, aunque el parecido era inigualable.
V— Si aun tienes la duda respecto al ambiente aquí adentro es por él — habló Viola también mirando el retrato con nostalgia. — él es el responsable de esto —
H— ¿Quién es? — cuestionó el menor a la pelirroja.
V— Lee HongSuk — habló — tu abuelo, el vampiro que hasta el día de hoy no sabemos con exactitud si realmente quería a tu padre; pero lo hizo sufrir mucho. —
H— Me imagino — susurró — y... ¿dónde está él? —
V— Quizás paseando en el firmamento, al lado del hombre que más amo — Viola concluyó y salió de la habitación seguida de un Haru totalmente confundido, el menor no despegó su mirada del cuadro hasta que la puerta se cerró.
Luego de una larga semana, los nuevos invitados trataban de acostumbrarse al antiguo mundo, por segunda vez, Haru de verdad se estresaba con facilidad al no saber en que momento oscurecía o "amanecía" pues, ahí, en ese lugar olvidado por dios, jamás se había asomado un rayo del sol.
Esa ocasión, estaban todos durmiendo, menos Haru, pues el tiempo ahí era distinto al mundo humano, estaba dando vueltas en la cama una y otra vez tratando de conciliar el sueño, pero era inútil. Por más que lo intentara no podía. Así que se sentó en el colchón y jadeó estresado. Llevo ambas manos a su rostro para frotarlo con cuidado y de repente, unos toquidos en su ventanal lo sorprendieron, sentía una presencia distinta, debía llamar a su padre en ese preciso momento, pero solo atinó a averiguar lo que sucedía por sí mismo, se levantó para ir hasta la ventana y abrirla, pero no había nadie, miró el exterior, solo siendo testigo del movimiento de los árboles por el frío viento. Cuando estuvo a punto de cerrar algo bajó por la ventana hasta aparecerse frente a Haru, el vampiro iba a pegar un grito pero su boca fue tapada.
JH— Sabía que estarías aquí, encontrarte en este gran castillo fue un desafío, pero lo vales vampirito caprichoso —
H— JaeHyun, ¿Qué carajos haces aquí? — cuestionó en voz baja pero alterado. — ¡si mi padre te ve te mata! —
JH— ¿Enserio? — el espectro bajó y se adentró a la habitación de Haru, era bonita y pequeña, después se sentó en la orilla de la cama y tomó al vampiro por la cintura para atraerlo. — Haru... la primera vez que nos vimos... ¿no sentiste algo peculiar? aquí — tocó el pecho del menor con su dedo índice, justo en su corazón. Haru mentiría si le decía que no.
H— Sí, lo sentí — dijo — ¿sabes que significa? — estaba nervioso, toda la semana no había dejado de pensar en JaeHyun, de sus repentinas peleas cuando se conocieron y sobre todo, lo que había sentido al cruzar sus ojos rojos con los violetas. JaeHyun se levantó y a pesar de que era unos centímetros más alto que Haru se inclinó con la intención de juntar sus labios, Haru retrocedió asombrado por lo que estaba a punto de suceder, su estómago era un manojo de nervios, y sin querer chocó con una mesa de madera provocando que un pequeño florero cayera al suelo, era de vidrio por lo que el sonido hizo que ambos se quedaran en silencio. — JaeHyun — llamó apenado, el espectro volvió a acercarse ignorando por completo lo que acaba de suceder, apenas sus labios se rozaron cuando unas pisadas fuertes se oyeron por el pasillo. Haru de inmediato sintió la cercanía de su padre. — es mi padre, ¡vete! — empujó al otro para acercarlo a la ventana, JaeHyun no hizo otra cosa más que salir y ocultarse tras de una estatua enorme de piedra en una torre cercana a la ventana de Haru. El vampiro más joven logró cerrar la ventana cuando HongBin abrió la puerta.
HB— ¿Pasa algo? — preguntó y caminó hasta su hijo, percatándose del florero en el suelo roto en mil pedacitos.
H— Quería un poco de aire y al abrir la ventana no me fije que el florero estaba cerca, así que lo empujé por accidente — mintió. HongBin asintió pero su mirada era sombría. El mayor agudizó su olfato y se percató de otro, uno muy diferente al de su hijo.
HB— Hay un olor aquí que no es tuyo, ¿seguro que nada pasa? — Haru negó.
H— Había sentido a Lion hace unos momentos, el aroma es de él — aseguró. HongBin lo miró unos segundos y asintió no muy seguro, Haru permaneció tranquilo, pues si se notaba nervioso, su padre, por medio del lazo de sangre, lo descubriría.
HB— Bien. Vuelve a dormir. —Haru asintió y se subió a la cama, se cobijo hasta su abdomen y cerró los ojos, sintió después como su padre se alejaba, el sonido de la puerta cerrándose y la presencia desapareciendo por completo. El menor jadeó aliviado y de nuevo se levantó de la cama para ir a a la ventana, la abrió de nuevo y JaeHyun se acercó de nueva cuenta.
JH— Tengo que volver, mi padre acaba de llamarme — dijo y Haru asintió.
H— Ve con cuidado entonces — susurró, Jae se acercó y le robó un beso a Haru en la boca, fue profundo de inicio a fin y se separó para después desaparecer entre el bosque. El vampiro sonrió y tocó sus labios, había sido magnífico.
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EL SILENCIO DE LAS ALMAS [VIXX] ©
FanfictionTERCERA PARTE A pesar de haber huido por su bien, no estaban del todo a salvo, pues los demonios de ojos rojos encontrarán la manera de volver y eliminarlos a todos. Ahora no solo dependerá de las parejas, si no también de sus hijos la salvación d...