EL SILENCIO DE LAS ALMAS [VIXX] ©

LA NOCHE ANTERIOR

☆ Hello, he vuelto ☆

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— Entonces le dije a MinHyuk que aguardara — dijo el tipo robusto mientras seguía a Ren. 

R— Le dije que no moviera nada del trabajo — decía Ren con algo de molestia en su voz. Había quedado en que nadie debía mover el trabajo para exponer pues el formato podría moverse o hasta borrarse por cualquier error. Mientras iba sumido en sus pensamientos su mirada cayó en una bodega, y claramente, esa no era la casa de MinHyuk. Ren se detuvo en seco. — ¿Qué es esto? —

— MinHyuk esta ahí — le señaló el tipo. 

R— Claro que no, esto es una bodega, no su casa — el tipo empujó al lobo sin delicadeza haciéndolo caerse al piso. Ren se quejó alto por el golpe que recibió en sus rodillas al impactarse contra el frío suelo. Su mirada se alzó y un toque de miedo pintó su mirada. 

— ¡Oye Ren! — llamó otra voz, una muy conocida.

R— Jona — susurró. — ¿Qué es lo que quieres? — le preguntó en voz alta.

— ¿Qué quiero? — miró su mano un momento y luego a Ren — Quiero que Lion tenga en claro que no debe meterse conmigo — se acercó hasta Ren, mirándolo con aires de autosuficiencia. 

R— Creo que eso debes arreglarlo directamente con él ¿no crees? — dijo molesto, es así, que se levantó del suelo y sacudió su ropa — ¿qué ganas atacándome a mi? —

Jona sonrió. De una esquina de aquella bodega, HaNeul apareció con un celular en la mano, ella sonrió tambien y apretó la pantalla. 

— Llamando — dijo ella. 

R— ¿Llamando? — preguntó confundido. Ella negó con una cínica sonrisa y cuando la voz de Lion respondió Jona habló.

— ¡Lion, te tengo una sorpresa! —

El pelirrojo castaño al otro lado del teléfono frunció el ceño.

L— ¿A qué te refieres? — su voz se hizo dura. Y muy amenazante. Sabía que Jona no iba a quedarse de brazos cruzados por la anterior pelea. ¿Qué tramaba ese bastardo?

HaNeul le hizo una seña a su novio y es así que Jona en un rápido movimiento sujetó a Ren de su cabello rubio. 

R— ¡Ah! — exclamó adolorido — ¡Suéltame! — gritó.

— Sabías perfectamente que no me iba a quedarme con los brazos cruzados ¿cierto? — Lion apretó el celular en su mano, casi al punto de querer romperlo por su fuerza y coraje. 

L— Eres un hijo de- —

— Ey ey ey — interrumpió — no me insultes o... — le dio un golpe a Ren en su mejilla, el grito del rubio resonó por la bocina. — Tu decides —