El Chico de la Caja de Cartón [KaiSoo]

Capitulo 4

SeHun empuja la puerta del consultorio, y meticulosamente, se introduce. Una vez dentro, empuja la puerta de vuelta, con su trasero para cerrarla. Observa a su hyung en la camilla; su cabeza esta cabizbaja y parece estar ido mientras juguetea con sus dedos sobre su regazo. SeHun ve la caja en el mueble blanco al costado de la camilla y no sabe si KyungSoo está al tanto de que no la trae puesta.

― ¿Cómo estas, hyung? ― pregunta en cuanto está a solo dos pasos de su hermano.

KyungSoo levanta la cabeza en cuanto escucha a su menor y un alivio enorme lo abruma.

―SeHun ―dice quedo y con anhelo, algo, que de alguna forma hace sentir aún más miserable al menor; su hermano está preocupado más por él que si mismo―. ¿Cómo estás tú? ¿Te dejo hematoma? ¿Te hicieron alguna curación? ―claramente no lo han hecho, la enfermera se ha centrado en él por completo y la Doctora Lee no se encuentra. Y no importa, porque a decir verdad, solo fueron un par de puños a su abdomen. Si duele, pero no es grave.

―Estoy bien. No te preocupes ¿y tú, como estas? ―la sonrisa nerviosa le dice a SeHun que parece estar todo en orden.

―Bien. Ya ha pasado todo. Parece que mi vida es un drama ¿no crees? ―se burla sin ganas.

―No lo es. Todos tenemos dificultades y miedos en la vida. Ya sabes, el mío tiene dos piernas, dos brazos y una cabeza, si, es el Profesor Lu ―SeHun logra sacarle una leve sonrisa a su hermano y eso lo hace sentir bien. Camina hasta estar a su costado en la camilla, recargándose en esta pero viéndolo a él―. Hyung, deberías quedarte así siempre. Eres muy lindo ―eso toma desprevenido a su mayor, dejándolo con un rostro sorprendido.

― ¿Q―Qué? ―SeHun teme haber metido la pata cuando ve el miedo en su hermano quien le mira. Al parecer no estaba al tanto de que su rostro no estaba bajo la caja.

―L―Lo siento, y―yo no quise―no quise... ―vacila sin saber cómo continuar.

―Está bien, Hun. Sé que la caja esta fuera de mí. Es solo que me ha tomado por sorpresa tu comentario ―KyungSoo le ofrece tranquilidad a través de su sonrisa de corazón, logrando que el cuerpo de SeHun deje de estar tenso―. Sabes, me sentí asfixiado en ella hace unos minutos atrás. Y me parece que aquí dentro, en el consultorio, puedo estar a salvo de espantar a alguien. No me importa si tú me ves, eres mi hermano además siempre te torturas solo cuando me observas mientras papá corta mi cabello, y sé que nunca me vas a dejar por cómo me veo; tus actos me lo han demostrado desde que me aventabas tu biberón a la cara. Has vivido viendo mi rostro desde que éramos unos críos ―el castaño aferra su mano fuertemente a la orilla de la camilla ¡Es tan injusto que su hyung siga pensando de esa forma! ―. Prometo portar nuevamente la caja en cuanto vuelva a respirar bien. Esto solo ha sido un desliz ―dice y SeHun tiene unas ganas enormes de enfrentarse a aquellos que dañaron tan duramente a su hermano.

―Como tú elijas, hyung. Solo debo decir y sostener, que siempre has sido hermoso desde que comías lodo; si, quizá de una forma peculiar, por tus bellos y grandes ojos, por esos belfos esponjosos y cerezos que forman un corazón perfecto cuando sonríes y por tu bien cuidada y bonita piel blanca como la mismísima nieve, pero eres muy bonito, sin duda ―KyungSoo no sabe que responder a ello y solo le mira―. Ven, vamos. Tú tienes que ir a clases junto con ese chico, que me ha caído súper bien, por cierto, y yo una reprimenda con Don―Me―Enfureces―Señorito―Oh ―su hyung lo sigue mirando y sin verlo venir, KyungSoo le echa los brazos alrededor de sus hombros. Lo está envolviendo en un abrazo.

―Eres un gran chico, Hun. Estaré muy celoso el día que ya no puedas cuidar de mí, sino, de tu pareja ―SeHun le devuelve el abrazo por la cintura.

―No digas eso, siempre cuidare de ti, claro, hasta que vea que ya hay alguien que pueda hacerlo mejor que yo ―KyungSoo ríe.

―Ahora nos separamos, pero cuando vayamos a casa, me vas a contar porque te has metido con ese brabucón sin escrúpulos. Mira que el tipo si impone miedo. Tú eras un huesito para un perro rabioso. Así vi la situación ―confiesa con sinceridad.