Yo nunca, nunca

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Sinopsis
Sam y Dean han sido atrapados por la diosa de la verdad y solo los dejará libres si dicen la verdad en el juego.


Ahí estaban. Atados en unas cuerdas y atrapados por una diosa. Que extraño.

—Les propongo algo, chicos —habló la diosa, quien estaba de pie viendo como los hermanos luchaban por salir —Jugaremos algo que me encanta llamado "Yo nunca, nunca" y si contestan con la verdad, podrán irse—

—¿Qué, estamos en secundaria? Ni siquiera hay cerveza o tequila aquí─ se quejó el cazador mayor.

—¿Por qué dejarnos ir? Podríamos volver y matarte —interrogó Sam.

—No podrán, si ganan los dejo ir y yo me ire. Un trató justo —acordó la bella mujer. Se sentó en una comoda silla y esperó por su respuesta —¿Y bien?—

—Está bien —resopló el rubio —Al menos sentiré que estoy en una fiesta de secundaria—

Sam asintió y la mujer vio eso como una señal de empezar el juego.

—Bien. Yo nunca, nunca, he comido un humano —rió.

Sam y Dean se miraron extraños y negaron.

—No

—Que aburridos —rodó los ojos —Como sea, continuemos. Yo nunca, nunca, he tenido sexo con una creatura sobrenatural—

Los hermanos asintieron.

—No son tan aburridos como pensé. Tal vez podamos sacar más del tema —rió mientras aparecía una bebida en su mano —Yo nunca, nunca he tenido sexo con una mujer lobo—

Dean rió mientras veía a Sam asentir.

—Yo nunca, nunca he tenido sexo con un demonio—

Y Sam volvió a asentir.

—Y según yo soy el mujeriego —rió el mayor.

—Yo nunca, nunca, he tenido sexo con un ángel —preguntó.

Sam negó extrañado y volteó a mirar a su hermano quien estaba sonrojado.

—¿Dean?—

Y Dean asintió sin verlo a la cara.

—Tenemos algo muy bueno aquí —la diosa rió divertida

—Espera, ¿cuándo te cogiste a un ángel?  —interrogó Sammy —¿Fue esa ángel pelirroja?—

—¿Qué? Ah, si —respondió Dean algo alterado.

—Definitivamente quiero oír eso —habló la diosa mas que fascinada con esos hermanos. Algo había ahí y se dio cuenta por el contestación del rubio.

—Que lástima, pero no diré nada de eso —cortó el rubio.

—Tengo mis formas de hacer hablar sabes, además no me pueden mentir—

Dean frunció el ceño.

—Continuemos. Yo nunca, nunca he besado a un hombre —sonrió grande al ver que dio en el clavo por la cara de Dean.

—No —negó Sammy cansado, él solo quería dormir un rato.

—Si —habló tranquilo Dean, sin ver a alguien en particular.

—Bueno ya que contestamos todo—ESPERA ¡¿QUE?! —gritó Sam al darse cuenta de lo que contesto su hermano.—¡Quiero saber cómo, quién, dónde!—

—Oh, yo igual

—Verdaderamente una tragedia, pero solo puedes hacer preguntas —sonrío altanero.

Aunque no lo pareciera Dean ya tenía un plan para soltarse y matar a la diosa. Detras, en sus manos, una navaja cortaba la cuerda de poco a poco.

—Me subestimas querido

—Tengo tiempo —le dedicó una sonrisa marca Dean Winchester.

La diosa siguió preguntando cosas relacionadas con un hombre y beso a Dean para saber quien fue y como, para su mala suerte el cazador respondía con verdad pero no lograba sacarle algo sobre como sucedió.

Cuando Dean ya tenía la mayoría de la cuerda rota, ya solo necesitaba un jalón y se liberaria para matarla, entonces la Diosa hizo una pregunta muy escencial.

—Yo nunca, nunca he besado a un ángel hombre —habló cansada de no tener algun indicio. Ya se estaba cansando de jugar, pero vio la expresión del cazador y se acomodó en la silla ansiosa.

Dean paró el movimiento de sus manos y miro a todos en la sala, quienes esperaban una respuesta.

—No es verdad —Sam estaba en shock, ya no necesitaba mas pistas, ya sabía con quien se beso su hermano.
Y es que era muy fácil. ¿Quién es el unico hombre ángel cerca de ellos?

—¡Si! —Gritó Dean al tiempo que se desataba y tomaba rápido el palo de madera bañado en sangre de perro.

Sam reaccionó cuando vio a la diosa hecha cenizas y a Dean sacándolo de las cuerdas. Ya libres, salieron con dirección al impala y de ahí al motel a dormir como Dios manda.

Dean manejaba mientras escuchaba una canción de sus típicas favoritas, Sam aún pensaba en lo sucedido con las confesiones.

—Dean

—Ahora no, Sammy —le cortó —Ya sé a donde va a esto y la respuesta es no. No explicaré nada—

Sam resopló molesto por la actitud de siempre de su hermano.

—Solo tengo una pregunta, una muy fácil —negoció con sus ojos de cachorro, los que mataban a Dean por ser su hermanito.

—Bien —rodó los ojos —Pero solo contestaré una sencilla pregunta—

Sam asintió.

—El ángel con quien te acostaste no fue Hannah, ¿correcto?—

El mayor mantuvo la vista en el camino y no dijo nada. Sam no lo presionó más pero vio un leve rubor en las mejillas de su hermano. Amaba a su hermano y sabía que no admitiría algo de ese tamaño por lo que volteó la vista al camino.

Su silencio lo dijo todo.

The angel of the Lord and The Hunter ✡ Destiel OS and DrabblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora