The angel of the Lord and The Hunter ✡ Destiel OS and Drabbles

La debilidad humana de Castiel

Sinopsis
Castiel encuentra a una ángel que en su lecho de muerte le revela ciertas verdades relacionadas con sentimientos y su humano favorito.

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Fue después de recuperar su gracia. Estaba con los hermanos en un caso cuando la encontró. Una ángel llamada Graciel. Estaba herida y él le suplico a los Winchester que la ayudaran. Al final del día resolvieron el caso y llevaron a la ángel al búnker con ellos. Ella estaba muy herida y posiblemente no sobreviviría, pero Castiel quería ayudarla en lo que pudiera. Tal vez fue el hecho de que él tuvo algo que ver en que sus hermanos cayeran y perdieran sus alas.

Dean habló con Castiel diciéndole que podía hablar con ella en lo que le quedaba de vida. Los hermanos los dejaron solos en una habitación. Sam se fue a su cuarto sin saber que hacer y Dean se quedó afuera de la habitación donde Cas y Graciel hablaban. Sentía que debía estar atento a lo que pasaba con ellos, no es que no respetara la privacidad de Castiel pero no confiaba en los ángeles. Todos ellos han queriendo matarlos, menos Cas. Bueno, al menos ya no tanto ahora.

—Castiel, debes saber algo —habló la ángel recostada en la cama y con aspecto cansado. Castiel no supo que fue lo que la estaba matando. —Hay muchos en el cielo que piensan que tienes buenas intenciones, aún con tus errores—

—¿Tu eres parte de los que creen eso? —se sentó a su lado en la cama.

—Yo creo que demasiado corazón ha sido siempre tu problema—

Castiel abrió un poco su boca y miró atentamente a la ángel.

—¿Por qué me dices esto ahora?—

—Por que cometí un error, una gran error, y no quiero que termines igual —la ángel hablaba calmadamente y con culpa en su voz.

—¿Que fue lo que hiciste?—

—Cometí el peor de los errores posibles para alguien como nosotros. Me enamoré y eso fue mi perdición—

—El amor no es un error o una debilidad —negó con la cabeza.

—El amor te hace hacer cosas sin pensarlo dos veces. Te sacrificas por esa persona sin pensarlo, y sobre todo, jamás notas cuando te traicionan... porque estas enamorado—

Castiel frunció el ceño levemente y miró como la ángel empezaba a toser sin control. Dean del otro lado de la puerta escuchaba todo y se preguntaba que significaba esas palabras. Graciel sacó sangre cuando volvió a toser y ambos notaron que era cuestión de minutos para que acabara su vida.

—No entiendo porque me dices esto sobre el amor, yo no...

—Si sabes, Castiel. Sabes perfectamente el porque te digo esto antes de morir. Sé que te has enamorado y has caído en todas las formas posibles. Todo se sabe en el cielo, nada de lo que has hecho es un secreto. Sé que cuando pusiste una mano en él, en el infierno, estuviste perdido —lo interrumpió —Sé que cuando tienes que elegir entre el cielo y él, lo eliges a él, cada vez, sin pensarlo. No te culpo por eso, yo hubiera hecho lo mismo y casi lo hice, porque sé lo que es estar enamorado. Sé que amas a ese humano más que a tu propia vida, y que darías todo por él. No te culpo, o te odio como nuestros hermanos, pero debes saber que eso será tu perdición —

Graciel comenzó a toser sin poder respirar. Castiel se movió un poco en la cama sin saber que hacer y miró como la vida se iba de Graciel.

—¿Sabes por qué... nos mantenemos lejos... de los humanos? —hablaba lento gracias a la poca gracia existente en ella —No es porque... seamos un riesgo para ellos... ellos, son un riesgo... para nosotros—

Castiel tomó su mano justo cuando anunció sus últimas palabras, y murió. Su mano cayó sin vida entre la suya. Bajó la mirada triste y salió del cuarto encontrando a Dean con ojos llorosos.

—Dean—

Dean no dijo nada, ni Castiel tampoco, solo se lanzó a abrazarlo. Lo sostuvo entre sus brazos, fuerte y no queriendo soltarlo jamás. Dean escuchó todo lo que la ángel dijo antes de morir y no tenía palabras. No sabía que decir a su ángel que había sacrificado, y que seguía sacrificado, todo por él. Un simple humano que no merecía la salvación.

Castiel jamás se lo dijo y no era necesario. Todos sabían lo que eran el uno para el otro, y no importaba que el cielo pensara que era un error o que Castiel era débil. Ellos seguirían juntos, hasta que la vida decida lo contrario.