Capítulo uno

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La pequeña nicola, tenía sus manos en su rostro, contando hasta el número que sabía. Estaba jugando con su hermano mayor a las escondidas. La castaña empezó a corretear, esperando encontrar a su hermano pero algo la detuvo. Unas manos tocaron su cintura, elevandola para llevarla a los brazos de una mujer, cual la niña desconocía completamente. Tan pequeña y había sido llevada de san fransokyo a un lugar muy lejano, abandonando a su hermano mayor y a su mellizo.

La pequeña nicola creció, ya tenía catorce años y no recordaba a sus hermanos, mucho menos a sus padres. Vivía con su abuela quien ella llamaba frutilla, por que la mujer siempre portaba con un perfume con ese aroma. Ese día parecía normal, que sería un dia igual a los anteriores pero no fue así. Su abuela estaba enferma, según los médicos no le quedaba mucho tiempo por lo que antes de irse, quería que nicola sepa la verdad.

—No soy tu familia pero los hamadas me dieron la oportunidad de que lo seas. Yo te quiero como si fueras de mi sangre—preguntó ancianita.

—No me importa, tu eres mi abuelita—abrazo a la mujer.

—Nicola, debes ir con ellos—la chica negó.

—No quiero, te vas a recuperar y todo será como antes—nicola miro al perro quien miraba la escena con la cabeza inclinada.

—Son tu familia y yo ya viví lo que tenía que vivir, pequeña—de la mejilla de la chica, empezaron a recorer lagrimas.

—Abuela, ¡abuela!—gritó nicola al ver que ancianita ya no se movía.

Nicola camino con sus maletas en mano, le había pedido a la mujer quien la llevaría al aeropuerto que quería despedirse de su amigo. La chica sonrió al ver al rubio, quien comía un helado y estaba todo inchastrado.

—Nico, ¿y esas valijas?—preguntó winnie.

—Me voy a san fransokyo—el chico escupio el helado que tenía en la boca.

—Pero esta re lejos—dijo torpemente.

—Al parecer tengo familia y están en san fransokyo—.

—No quiero que te vayas—abrazo a nicola.

—Yo tampoco—soltó la chica.

—Prometo que te voy a buscar—se separo de ella.

—Wilfrido, no digas tonterías—pidió nicola.

—No son tonterías y dime winnie—la miro ofendido.—prometo que cruzaré los siete mares por ti.

—¿en serio?—pregunto ella.

—Es una promesa inquebrantable—contesto winnie.

Nicola sonrió un poco al subir al avión, debía tomar lo que paso como algo bueno. Como una nueva aventura, no sabía lo que iba a pasar y si no le gustaba, también buscaría a winnie y escribiría una nueva historia con el.

In love with me? ➸Hiro Hamada & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora